Ni la lluvia pudo impedir que miles de mujeres saliesen a la calle el pasado 25N-Día Internacional contra la Violencia Machista- en más de cincuenta ciudades del Estado Español. De hecho, las movilizaciones de este año han sido en varios lugares más grandes, y sobre todo más combativas, que en años anteriores.

Por Secretaría de Mujeres de Corriente Roja

Tras el fin del ciclo electoral, hay un resurgir de la movilización donde las mujeres trabajadoras estamos siendo, además, la vanguardia de casi todas las luchas. Para muchas de nosotras este 25N- que siempre fue una fecha muy institucional- no era un día de luto ni sólo para recordar a las asesinadas, sino parte de un plan de lucha para enfrentar el gobierno y sus recortes. Aunque la mayoría fuesen mujeres, también pudieron verse muchos hombres dando así ejemplo de unidad y uniendo sus voces en un reclamo común.

Uno de los aspectos más destacados de este año ha sido la presencia de una enorme cantidad de mujeres muy jóvenes, que se organizaron para acudir a las distintas convocatorias. A pesar de que los estudios alertan del aumento del machismo entre la adolescencia y la juventud, miles de chicas adolescentes no se resignan ante la violencia diaria que sufren ni ante el futuro de incertidumbre que les espera, sino que están luchando por sus derechos.

Desde Corriente Roja, participamos de las movilizaciones y organizamos cortejos encabezados por pancartas en las que se podía leer: “Ni un día de tregua al gobierno, Ni Una Menos” (Madrid),“Feminicidios, el Estado es responsable. Ni una menos, movilicémonos” (Barcelona) o “Estudiantes y trabajador@s, unid@s contra el Machismo. Ni una Menos” (Sevilla)

¡Basta de actos simbólicos y de declaraciones vacías! La lucha está en la calle y no en el Parlamento!

Repudiamos las hipócritas declaraciones de Rajoy, que tuvo el cinismo de decir que “España ha sido pionera en la erradicación de las distintas formas de violencia”, a pesar de que el anterior gobierno del PP recortase en un 26% la partida contra la violencia machista y casi un 60% las políticas de igualdad.

Las mujeres, en especial las mujeres trabajadoras- las más oprimidas y explotadas-, no podemos esperar nada, tal y como decíamos en nuestra declaración, de un gobierno corrupto, que sólo fue votado por un 22% del electorado, que gobierna gracias a una Ley electoral profundamente injusta y que va a defender los privilegios de una minoría social. Un gobierno del PP, cuyos políticos se han ido distinguiendo por sus declaraciones machistas, homófobas y misóginas (ver artículo de Corriente Roja: “David Pérez (Alcorcón): El alcalde del siglo XVIII”

Tampoco podemos dejar nuestras demandas en manos de la “oposición institucional” que van a ejercer el resto de partidos con representación en el Parlamento, ya que aunque enviasen a sus dirigentes a la manifestación del 25N, sabemos que no están dispuestos a llamar a la movilización para exigir que el aumento de presupuesto para prevención, atención y protección a las mujeres que sufren violencia machista, sea una prioridad por encima del pago de la deuda ilegítima a la banca alemana y francesa o del ajuste al déficit que nos impone la UE.

Y no confiamos en un “Pacto de estado contra la violencia machista”, que fue uno de los reclamos de este 25N, firmado por organizaciones que por activa o por pasiva, son responsables de las sucesivas reformas laborales que nos condenan al paro o la precariedad laboral, mantienen la desigualdad salarial y encubren los despidos a mujeres embarazadas o con hij@s. Que son responsables de que se mantengan, allí donde gobiernan, los recortes y la privatización en sanidad, educación y servicios sociales, que condenan a las mujeres trabajadoras a la doble jornada laboral. O de que sigamos sin tener el control de nuestro cuerpo y de nuestra sexualidad porque no se cumple la ley del aborto, ya de por sí insuficiente. No nos fiamos de un pacto en el que muchas formas de violencia machista, tolerada e incluso promovida por las propias instituciones de Estado, seguirán sin estar contempladas.

Entonces, ¿Cómo seguir la pelea contra la violencia machista?

Después del 25N, hay que continuar la lucha organizándonos desde abajo en cada barrio, en cada centro de estudio o trabajo, para que las organizaciones estudiantiles, los sindicatos y el conjunto de organizaciones de la clase trabajadora pongan en marcha medidas contra el machismo y su violencia, que no son sólo los feminicidios sino también las violaciones, el acoso laboral, la desigualdad salarial o la discriminación al colectivo LGBTII entre otras. Medidas como actividades de discusión y formación sobre como combatir al machismo, que se promuevan compañeras a los cargos de máxima responsabilidad, que se elaboren campañas o protocolos de actuación ante situaciones de violencia machista, que se ocupen de educar a las compañeras en la autodefensa o que exijan que se deje de pagar la deuda hasta garantizar recursos suficientes para proteger y atender de forma inmediata a las mujeres víctimas de violencia machista.

El próximo 3 de diciembre volveremos a tomar las calles para reclamar Pan, Trabajo, Techo, Dignidad…. y también Ni Una Menos. Porque como venimos diciendo desde Corriente Roja, las demandas y reivindicaciones que las mujeres exigimos en las calles, tienen que ser defendidas por el conjunto de la clase trabajadora para lograr la unidad necesaria y son parte de un programa de lucha más amplio, ya que para conseguirlas, es necesario enfrentar los planes de ajuste y miseria que nos imponen este y todos los gobiernos imperialistas.