Durante los últimos años una de las consignas más gritadas en las calles ha sido “Lo llaman democracia y no lo es”. Ayer domingo 10 de julio, se pudo constatar de manera inequívoca que esta consigna recuperó todo su sentido y fue la expresión clara y rotunda de una ciudad absolutamente tomada por la policía. Los controles y registros exhaustivos, las bocas de metro cercadas, perros adiestrados, francotiradores y efectivos policiales en cada esquina de las calles colindantes a la embajada de EEUU.

Por Antonio Rodríguez

Todo ello fue una clara demostración de al servicio de quién se ponen los recursos cuando interesa. Mientras tanto, nos seguirán diciendo que no hay dinero para sanidad y educación, que hay que continuar con los recortes para seguir pagando la deuda y salir de la crisis. Sin embargo, cuando se trata de proteger, en este caso a Obama, el representante oficial del imperialismo norteamericano, no se escatima medio alguno y no hay problema en invertir las enormes cantidades de dinero que se necesiten.

A pesar de todas las trabas e impedimentos que nos encontramos, la concentración que había sido convocada por las Marchas de la Dignidad se pudo finalmente desarrollar. Bajo un calor sofocante, varios centenares de activistas de diferentes organizaciones políticas y sindicales, así como algunos movimientos sociales que firmaban la convocatoria, se dieron cita a las doce y media para iniciar la concentración.

La concentración volvió a recuperar viejas consignas que en realidad siguen actuales: “Otan No, Bases Fuera”, “Fuera de Rota, Fuera de Morón, Fuera las Bases del Estado español”, “El yankee necesita jarabe vietnamita”, y algunas ingeniosas como “Obama go home y llévate al Borbón”.

Desde el escenario puesto para la ocasión las Marchas de la Dignidad hicieron mención de la soberanía avasallada y pisoteada por los cuatro líderes políticos que pocas horas más tarde rindieron pleitesía a Obama, asegurándole que – gobernara quien gobernara – los intereses de EEUU y del capital estarían a salvo. Denunciar de manera especial el vergonzoso papel del líder de Podemos, que una vez más demostró su docilidad con los poderosos y que “curiosamente” no habló con Obama del TTIP, Las Bases y la Otan por falta de tiempo.

Obama, que decidió volver a su país antes de lo previsto, debido a los conflictos raciales, nos trajo a la memoria la obra maestra del cine español “Bienvenido Mr. Marshall”: la visita anulada de Obama a Sevilla, reducida a la lejana estela del avión presidencial al surcar los cielos de Sevilla camino de la base de Rota fueron una muestra de una visita fugaz que sin embargo no esconde el verdadero carácter de su visita: la inspección de la base de Rota, con su «escudo antimisiles» y las conversaciones con el rey, Rajoy y los otros líderes para exigirles la firma rápida del TTIP y una salida a la crisis política que estabilice el Sistema.

El sindicato Comisiones de Base (Co.bas), que formamos parte de las Marchas de la Dignidad y éramos firmantes de los lemas del cartel y de la pegatina de esta concentración, no adherimos en esta ocasión al manifiesto de las Marchas de la Dignidad por no compartir en su totalidad el contenido del mismo. Entendemos que las Marchas de la Dignidad, que hoy tienen un patrimonio programático construido entre todas y todos basado en los lemas centrales: “Pan, Trabajo, Techo, Dignidad y No al Pago de la Deuda” todavía no hemos hecho la discusión y avanzado lo suficiente en asuntos de carácter internacional.

Por último, mencionar la asistencia de varias compañeras y compañeros de Corriente Roja que con su presencia, banderas y carteles fueron también parte de una jornada antiimperialista importante y digna.