POR NUESTROS DERECHOS, NUESTRA VIDA Y NUESTRA DIGNIDAD. ¡BASTA DE RECORTES Y DE INDEFENSIÓN!

Este 8M, Día internacional de la mujer trabajadora, viene enmarcado en medio de una enorme inestabilidad política y una crisis económica que se mantiene a nivel europeo. Tanto si logran un pacto para la investidura del nuevo gobierno, como si convocan nuevas elecciones, la UE y la Troika llevan meses insistiendo en que el Estado Español tiene que recortar 9.000 millones de euros. Las medidas contra la violencia machista y la desigualdad quedarán por tanto supeditadas a los ajustes, para cumplir con el déficit exigido por Bruselas, y al pago de una deuda a los banqueros de la Troika, que llega ya al 100% PIB y que ninguno de los partidos en el parlamento cuestiona.

Área de Mujer (Corriente Roja)

Las mujeres trabajadoras, el principal blanco de los planes de ajuste

Las contrareformas y ajustes estructurales que se avecinan van a dar una vuelta de tuerca a los recortes aplicados por el PP que tantos derechos nos han arrebatado, especialmente a las mujeres. Nuestra tasa de paro es un 2% más alta y el 70% de nuestros contratos son temporales o a tiempo parcial. Los escasos planes de igualdad que se aprueban se convierten en papel mojado y las condiciones laborales dificultan la conciliación de la vida familiar y laboral. La brecha salarial aumentó a un 24%, llegando incluso a un 40% en el sector agrícola. Nuestras pensiones son un 38% más bajas, el acoso laboral no se denuncia por miedo y los despidos a mujeres embarazadas o a las que se acogen a permisos por maternidad o cuidado de familiares, se disfrazan de “despidos objetivos”.

Y de una violencia machista que no cesa

La masiva convocatoria del 7N denunció en las calles el drama social de la violencia machista y planteó la exigencia de políticas para combatirla. La movilización también contribuyó a visibilizar todas esas formas de violencia machista que “pasan desapercibidas”: la carga de trabajo doméstico y de cuidados, el acoso sexual en el trabajo/estudio, las violaciones, el tratamiento de la mujer como objeto sexual en la publicidad, la falta de control sobre nuestro cuerpo, nuestra sexualidad y nuestra maternidad. El 7N salimos a la calle para denunciar la lesbofobia, la transfobia y la discriminación por orientación sexual, y para que se acaben las vejaciones y agresiones contra la comunidad LGTBI.

Más de 50 mujeres son asesinadas cada año y 200 niñas/os quedaron huérfanas/os en los últimos tres años. La denuncia social y la lucha en la calle, obligó al gobierno del PP a aumentar el presupuesto contra la violencia machista en un 6% para 2016, lo que es insuficiente para paliar los recortes de un 26% desde 2010. El programa específico para igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres ha disminuido un 61% en una década, por lo que para financiar los servicios de atención y apoyo a las víctimas, las organizaciones feministas demandan multiplicar por diez los fondos a las Comunidades Autónomas. El último caso de violencia machista en Zaragoza evidencia que las mujeres trabajadoras no podemos dejar nuestras vidas en manos de políticos machistas y de un aparato judicial heredero del franquismo.

Esta violencia es expresión de la barbarie y miseria que provoca este sistema capitalista en crisis y de una ideología machista de siglos que históricamente ha considerado a la mujer inferior. A nivel europeo, 13 millones de mujeres experimentaron violencia física, 3,7 millones violencia sexual y 9 millones acoso sexual en 2014, según datos de la Agencia Europea de Derechos humanos. Otra forma extrema es la que sufren las mujeres y niñas refugiadas, que se ven expuestas a agresiones y acoso sexual en los campamentos de tránsito europeo. Según Europol, al menos 10.000 menores refugiadas/os se encuentran en manos de organizaciones de tráfico de personas, con fines de explotación sexual y esclavismo. De este modo queda al desnudo la hipocresía social de todos los gobiernos imperialistas, que por un lado aprueban leyes, planes y programas contra la violencia a mujeres y niñas/os, y por otro aplican políticas (recortes sociales, reformas laborales, privatizaciones, cierre de fronteras) que nos hacen más vulnerables frente al machismo y su violencia e incluso permiten que algunos se lucren con ello.

¡Venga quien venga, la lucha sigue!

El 8 M no es un día festivo sino un día de lucha en que salimos a la calle contra el paro, la precariedad y los salarios de miseria que nos impone cada vez más este modelo económico y social injusto donde las mujeres somos oprimidas a cada paso. El machismo, al igual que otras formas de opresión, es utilizado por la burguesía para dividir y debilitar a la clase trabajadora y para sobreexplotar a la mitad de la misma.

Es por eso que las organizaciones obreras, estudiantiles y populares, se tienen que poner a la cabeza en la defensa no sólo de nuestros derechos laborales, sino de todas las reivindicaciones de las mujeres trabajadoras, combatiendo en primer lugar el machismo dentro de sus filas. No vamos a lograr nuestros derechos ni a poner las bases materiales que logren acabar de forma definitiva con la opresión que sufrimos las mujeres en todo el mundo, hasta que la clase trabajadora- y no las mujeres unidas por encima de las clases sociales-, echemos abajo este sistema capitalista. Y el camino para ello no es la confianza en unas instituciones, un Parlamento y un gobierno -sea cual sea- que están para proteger los intereses de una minoría social privilegiada, sino la lucha y la movilización.

Desde Corriente Roja, llamamos a toda la clase trabajadora a salir a la calle el próximo 8M para exigir:

  • ¡A igual trabajo, igual salario! ¡Pleno empleo. Reducción de jornada sin reducción salarial!
  • ¡Derogación de las reformas laborales. No a la precariedad, los ERES y ERTES!
  • ¡No a los recortes sociales que nos responsabilizan de los cuidados!
  • Presupuesto para Ley Dependencia. Educación, sanidad y servicios públicos de calidad!
  • ¡Basta de violencia machista!¡Recursos suficientes para prevención y protección de las mujeres maltratadas!.
  • ¡Por nuestro derecho a decidir! ¡Aborto libre, seguro y gratuito en la Seguridad Social!
  • ¡STOP homofobia, lesbofobia, transfobia y discriminación por orientación sexual!
  • ¡No al pago de la Deuda!