En el pasado mes de julio conocimos por “sorpresa” que Podemos entraría a formar parte del gobierno de Castilla-La Mancha, de la mano del PSOE de García-Page, lo que creó cierta confusión general precisamente por tratarse de una dirección regional que apostó fuertemente en las primarias por Susana Díaz, en teoría una de las principales contrarias a cualquier tipo de acuerdo con Podemos; también porque precisamente el tono verbal entre Podemos y PSOE en la región había sido de abierto “enfrentamiento público” desde que en el mes de septiembre del año pasado Podemos diera por roto el acuerdo de investidura y más aún desde que el pasado mes de abril el partido de Pablo Iglesias decidiese no apoyar los presupuestos regionales (1).

Por Federico Cara Escobar (Corriente Roja Ciudad Real)

En realidad daba igual que se tratase del PSOE de Castilla-La Mancha o del de otra región; daba igual que fuesen del sector de Susana Díaz o del de Pedro Sánchez. Fue el momento político lo que marcó la “necesidad” del acuerdo. La victoria de Pedro Sánchez en las primarias acabó por definir el nuevo pensamiento estratégico del PSOE:

Que no será posible en el futuro, dada la nueva situación estructural, ocupar un espacio electoral holgado que le permita gobernar con relativa comodidad por si sólo, como sí ocurrió en el pasado en varias ocasiones.

Por tanto, se necesita a Podemos, no para que se convierta en un “compañero de viaje” que pueda hacerle sombra, sino para tratar de convertirlo en su muleta institucional (como ya se hizo con PCE e IU), al mismo tiempo que se le sigue domesticando dentro del régimen del 78. Esto hace que García-Page, debilitado por la no aprobación de los presupuestos, y asumiendo el nuevo escenario estratégico y táctico de su partido, ofreciese la entrada en el gobierno a Podemos tras las primarias (sólo entonces, y no antes).

¿Y por qué decimos que el pasado mes de julio “supimos” que Podemos efectivamente entraría en el gobierno regional, es decir, que aceptaría?; pues porque bastaba el ofrecimiento para ello, y de eso estábamos seguros conociendo la trayectoria del nuevo partido en estos tres años y medio. El hecho de que aún se tuviese que convocar una consulta electrónica a las bases era irrelevante para la aprobación de las intenciones de la dirección regional de Podemos (que obviamente pasaban por entrar en el gobierno), dado el carácter plebiscitario de sus votaciones, sin debates, sin confrontación de ideas y sin igualdad de oportunidades en la difusión; dada también la pregunta trampa que elaboró el propio secretario general regional:

“¿Crees que Podemos C-LM debería votar ‘sí’ a los Presupuestos si con un acuerdo de Gobierno se garantiza la puesta en marcha y el control de políticas propias como la Renta Garantizada o el Plan de Garantías Ciudadanas?”; y dado el verticalismo autoritario de la organización estatal, en donde basta el posicionamiento del líder Pablo Iglesias para que todas las estructuras sean presionadas a estar en sintonía con el mismo.

Todo por un puesto

El propio diputado  autonómico por Guadalajara, David Llorente, miembro de la corriente Anticapitalistas, confirmaba en una entrevista en Cuarto Poder que lo único que había cambiado para pasar de la ruptura a la aceptación de los presupuestos y la colaboración total era el ofrecimiento de dos puestos en el gobierno:  “- ¿Quiere decir que no hay una diferencia sustancial en la nueva propuesta de presupuestos respecto a la anterior y que lo único que ha variado para que el secretario general cambie de opinión es que ahora se ofrecen dos cargos en el Gobierno para Podemos?  – Sí, esa es la diferencia fundamental. De todas maneras, los presupuestos iniciarán ahora su tramitación parlamentaria y todavía pueden ser objeto de enmiendas parciales. Esas enmiendas pueden permitir mejorar los presupuestos y lograr mayores avances.” (2)

No es el único miembro destacado de Podemos al que no le queda más remedio que reconocer, dadas las evidencias abrumadoras, que esas siempre fueron las líneas prioritarias de actuación, y que, si en otros momentos fueron otras, fue simplemente porque convenía o porque no era el momento político adecuado para plantear las que realmente quería la dirección. Jorge García, ex-secretario político de Podemos Castilla-La Mancha, también confirmaba, en un artículo en un medio digital regional, unas apreciaciones que a todos los marxistas revolucionarios nos suenan familiares:

“En el tablero de ajedrez estatal en que se juega a la política, la formación morada castellano‑manchega es hoy un caballo (merced exclusivamente a que sus dos diputados son la llave de la gobernabilidad) pero en el mismo momento en que se convoquen elecciones pasará a ser menos que un peón. No somos más que un ‘grupo parlamentario’: no hay ni organización, ni cuadros, ni militantes y, por ende, tampoco arraigo social y territorial alguno. Hoy en Podemos Castilla-La Mancha ‘participan’ (desde su casa y apretando botones) el 0,2% de la población de la comunidad autónoma (menos de la población de Esquivias: 4.900 habitantes) y únicamente cuando los intereses de otras organizaciones de la región están también en juego: cuando no lo están la cifra se reduce a la mitad”.

Eso sí, si se aprovecha bien el año de Gobierno, se dispondrá de nuevos e importantes recursos controlados por las personas adecuadas de cara a pilotar el reseteo organizativo del 2020: la unidad orgánica estatal de las izquierdas en un Nuevo Partido a imagen y semejanza de la experiencia piloto catalana (siempre que Andalucía no se adelante y nos la monte, claro, etc., etc.).”.

“En definitiva, la cuestión nunca fue si entrar o salir de un Gobierno de coalición (se entrará y se saldrá) sino para qué y en qué condiciones. Ninguna de las respuestas a ambas cuestiones nos ha pertenecido nunca a los miembros de Podemos Castilla-La Mancha. Y por buenas razones: los miembros de la nada (organizativamente hablando) no tienen ni obligaciones ni derechos a nada.”

¿Táctica o estrategia?

Y si estos análisis vienen de dentro de la organización, ya nos podemos imaginar que la realidad es aún más patética. Pero no nos llamemos a engaño. En última instancia, nada de esto obedece sólo a una secuencia de anécdotas y episodios, ni siquiera a la evolución de los acontecimientos o a circunstancias políticas y sociales determinadas. La forma de proceder de la dirección regional de Podemos (aunque quizá debiéramos decir simplemente “la forma de proceder de Podemos”, ya que sólo tienen dirección, no tienen  militancia: vaciaron a los círculos  de atribuciones  y de gente, y no creemos que se pueda llamar militancia a una masa desconocida de personas inscritas en una web, anónimas entre sí, cuya casi única función es darle a un “click” en la pantalla del ordenador).

Como decimos, la forma de proceder de Podemos C-LM se inscribe en la estrategia de la formación a nivel estatal, y esta viene determinada por el planteamiento que se hacen  los “fundadores” de la formación desde sus mismos inicios: máquina de guerra electoral, organización vertical y con fuerte liderazgo  personalista, transversalidad  programática y de alianzas (al estilo por ejemplo del populismo peronista), etc..; para un tipo de organización así, el oportunismo político está al orden del día, y sólo era cuestión de tiempo, en cuanto se dieran las condiciones necesarias, que se abandonasen las proclamaciones de hegemonía y de “asaltar  los  cielos”,  por los llamamientos a la necesidad  de colaboración  con la socialdemocracia en la gestión de los asuntos públicos, apartar a la “Derecha” de los gobiernos, y “mejorar” la vida de la gente, en palabras de sus dirigentes.

Atrás quedaban las recriminaciones a Izquierda Unida por haber servido de “muleta” al PSOE en no pocos gobiernos. Eran otros tiempos y tocaba decir otras cosas (3). Ahora, vistos los resultados electorales y asentada la estructura institucional y de cargos profesionales de la formación, “toca” la colaboración con la misma IU y la necesidad de ser muleta del PSOE, de ser pata izquierda del régimen, aunque ellos lo llamen de otra forma. La diferencia fundamental con IU es que esta al menos nunca negó desde el comienzo que su  objetivo principal era “influir” en las políticas que hiciera el PSOE y entrar en sus  gobiernos gestionando alguna que otra área. El cinismo de Podemos en este asunto ha sido un paso más en la degeneración moral de los dirigentes de las principales fuerzas electorales de la “Izquierda”, igual que antes pasó con organizaciones como  CCOO, o Syriza en Grecia, lo cual no extraña si tenemos en cuenta la extracción social de esos mismos dirigentes y sus trayectorias personales, tan alejadas de las vivencias de la clase trabajadora.

Notas (enlaces):

http://www.eldiario.es/clm/Podemos-aprobacion-Presupuestos-Castilla-La-Mancha_0_630637373.html

https://www.cuartopoder.es/espana/2017/07/23/llorente-podemos-clm-confio-en-que-las-bases-respondan-no-a-una-manipulacion-tan-burda/

https://politica.elpais.com/politica/2015/02/08/actualidad/1423425803_257985.html