Se pueden hacer muchas lecturas del resultado de las elecciones en Catalunya. Pero una de ellas podría ser considerar que es un victoria para nosotras, puesto que por primera vez una mujer consiguió el mayor número de votos en unas elecciones para elegir al nuevo govern.
Sin duda este análisis se ve favorecido por el hecho de que Inés Arrimadas ha tenido que enfrentar muchos insultos y provocaciones sexistas en su carrera política, que se vieron incrementados por las redes sociales, justo después de conocer los resultados electorales.
Esto no es ninguna excepción. Por desgracia, son muchas las mujeres que han sufrido el mismo tipo de violencia machista, llegando esta incluso a agresiones sexuales.(Recordemos el caso del empresario sevillano que intentó besar a Teresa Rodriguez en una reunión).
Independientemente de su ideología, en esta sociedad machista que vivimos, toda mujer que se encuentre en primera línea de la política, es muy probable que sea alguna vez juzgada por sus atributos físicos, su forma de vestir, sus relaciones íntimas, su orientación sexual o cualquier otra cosa , en vez de por las ideas y las políticas que defiende. Algo que con los hombres no pasa.

Desde CR repudiamos y rechazamos de plano cualquier insulto o vejación de carácter machista, para intentar descalificar a nadie, porque luchamos por una sociedad donde hombres y mujeres podamos participar en igualdad de condiciones en todos los espacios de la vida pública y privada y creemos que esos métodos van en en sentido contrario a este objetivo.

Dicho esto, también decimos muy claro que no creemos que las mujeres hayamos logrado ningún logro por el hecho de que Inés Arrimadas haya conseguido el mayor número de escaños en las pasadas elecciones catalanas. Y no lo creemos, porque Ciudadanos no defiende los derechos e intereses de la inmensa mayoría de las mujeres, cada vez más oprimidas y explotadas por este sistema capitalista en crisis, sino los de una minoría social privilegiada dentro de ésta. De hecho, como hemos dicho otras veces, el que haya mujeres en situaciones de y con poder económico, político o social, no es garantía de nada para aliviar las condiciones de explotación y machismo que sufrimos la inmensa mayoría de mujeres.

¿Derechos de las mujeres o defensa del mercado ante todo?

Aunque los derechos y reivindicaciones de las mujeres no hayan estado ni mucho menos en el centro de su campaña electoral, ni en la del resto de organizaciones que se presentaban a estas elecciones, su programa político contiene algunas medidas al respecto.
Ciudadanos pretende aprobar a nivel estatal, una ley para que la maternidad subrogada en nuestro país sea “legal, libre y altruista”. Una propuesta cuyo “altruismo” queda en entredicho cuando una de las condiciones de quienes optasen a ser madres/ padres por esta vía, es que no podrían tener una relación de parentesco con la madre gestante (es decir, con esta ley, una mujer no podría gestar el bebé de su hermana o de su hija por ejemplo). En su propuesta, las mujeres gestantes que se prestasen de forma “libre” a “alquilar su vientre”, firmarían un contrato por el que no sólo perderían el derecho a tomar decisiones que afectan a su vida, su salud y su derecho como madre durante el proceso de embarazo, sino que podrían enfrentarse a medidas punitivas si incumplen las condiciones del mismo. Un proyecto de ley que cosifica el cuerpo de las mujeres y mercantiliza el deseo de ser padres-madres y detrás de cuyo dudoso “altruismo”, se esconde en realidad el muy lucrativo negocio de las agencias intermediarias y las clínicas privadas donde se llevarían a cabo estas prácticas en el Estado español.

Aunque estén a favor de una ley que combine supuestos y plazos, para Ciudadanos, al igual que para el PP, el aborto NO es un derecho de las mujeres, sino “un fracaso social”. Es el último recurso que tienen las mujeres cuando “todo lo demás ha fallado” o “cuando no le queda más remedio o no son capaces de buscar otra solución”. Esto, además de suponer un claro ejercicio de estigmatización de las mujeres, no es cierto. Según los datos facilitados por ACAI (Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción Voluntaria del Embarazo), el 65% de las mujeres que abortaron en estos últimos años no lo hizo por causas económicas. En cuanto a las menores de edad, como defensores a ultranza de la familia que son, consideran que los progenitores han de otorgar en todos los casos un consentimiento previo para que las chicas puedan abortar.

En relación a sus propuestas contra la violencia machista, aunque han corregido o más bien matizado sus posiciones iniciales que tantas críticas les llovieron de las organizaciones feministas, es frecuente seguir escuchando como algunos y algunas de sus dirigentes siguen poniendo un signo igual entre “violencia doméstica y violencia machista”. Detrás de ello se encuentra su negación de un sistema de desigualdad de género, que implica relaciones de poder entre hombres y mujeres en esta sociedad.
Respecto a la prostitución, Ciudadanos es partidario de “regularla e incorporar al mundo laboral a las mujeres que la ejercen, en determinados lugares, como autónomas”.Una actividad que dicen, podría servir para recaudar hasta 6.000 millones de euros. Son en cambio partidarios de considerar un delito la prostitución no regulada que las mujeres pudiesen ejercer en la calle. Una propuesta que no por casualidad, coincide con la de ANELA (Asociación Nacional de Empresarios de Locales de Alterne), asociación que está además liderada por la extrema derecha española. De esta forma, Ciudadanos ignora o pretende ignorar que el 80% del dinero que mueve la prostitución en el mundo no es manejado ni beneficia a las mujeres sino a los proxenetas o que gran parte de los burdeles de este país se llenan gracias al lucrativo negocio de la trata de mujeres, que cubre el 85% de la demanda de prostitución del mundo.
Y en fin, si Ciudadanos defiende con tanto ahínco, la unidad forzada de España, es porque ésta es imprescindible para asegurar los negocios de la gran burguesía española y catalana, que ha encontrado en esta formación política el recambio a un PP ya desgastado. Una burguesía que no dudará en seguir descargando sobre nuestras espaldas la crisis del capitalismo decadente en el que vivimos. La brecha salarial que sufrimos las mujeres, nuestro desigual acceso al mercado de trabajo o el recorte en gasto social a costa de sobrecargarnos con las tareas de cuidados y mantenernos en la esclavitud doméstica, forman parte de ese ataque.

¡Es hora de volver a las calles!

Desde luego, son conscientes de que lo tienen muy complicado para lograr que Inés Arrimadas forme equipo de gobierno. Las elecciones del 21D expresaron de forma distorsionada lo que el pueblo catalán ya decidió en el referéndum del pasado 1 de Octubre.
Pero las mujeres trabajadoras tampoco podemos confiar en quienes no supieron defender de forma coherente el mandato popular y se rindieron al 155 sin ofrecer resistencia. Más allá de los pactos y acuerdos entre bambalinas que hagan ahora para desalojar a Ciudadanos del poder, sabemos que los recortes y planes de ajuste que vienen aplicando desde hace años van a continuar, también en Catalunya. También los asesinatos machistas que nos salpican casi cada semana y que su pacto de estado no va a solucionar, el ataque a nuestras pensiones ya de miseria y a nuestras condiciones laborales.
Por eso necesitamos recuperar cuanto antes las calles. Porque solo desde ahí y desde la organización independiente de los y las trabajadoras, vamos a poder frenar y echar abajo estos ataques. Desde Corriente Roja llamamos a toda la clase trabajadora y a las mujeres dentro de ésta, a organizarse y seguir luchando por la ruptura con el régimen monárquico y por la República Catalana, vinculando ésta a las reivindicaciones sociales y de la clase obrera, entre ellas las de sus sectores más oprimidos, como somos las mujeres.