Hace unas semanas saltaba en los medios de comunicación la noticia de que Ahora Madrid había resuelto proponer, en el pleno de la Junta Municipal de Puente de Vallecas, declarar como persona non-grata en el distrito a Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP).

Antonio Rodríguez, de Madrid

“Que el Pleno de la Junta Municipal de Puente de Vallecas declare en este distrito como persona non grata a Javier Tebas, presidente de la LFP, por el enfrentamiento abierto que ha mantenido contra la afición del Rayo Vallecano, menoscabando los derechos de libertad de expresión de los que todos los ciudadanos gozamos y al haber demostrado con su actitud ante este barrio, que se sitúa en los valores contrarios a los que los vallecanos y rayistas defienden”, afirma el texto de Ahora Madrid.

La relación de Tebas con el Rayo Vallecano viene de lejos. Ya en el año 2014, varios accionistas del Rayo hicieron público un comunicado en el que anunciaban una demanda contra los dirigentes del club. La demanda solicitaba que se les facilitase el desglose de los gastos de gestión -3,3 millones de euros- con los servicios externos contratados por el club cuando el equipo se encontraba en Ley Concursal. Curiosamente fue el despacho profesional de Javier Tebas que asesoró al club durante aquel proceso.

Sin embargo, el origen del enfrentamiento entre la afición del Rayo Vallecano y el máximo responsable de la LFP hay que buscarlo en el «caso Zozulya». El pasado mes de febrero, el futbolista ucraniano del Betis Roman Zozulya estaba a punto de cerrar su cesión al Rayo Vallecano. La operación, sin embargo, no llegó nunca a cristalizar. Gran parte de la afición rayista se manifestó en contra de este fichaje por considerar la vinculación de este jugador con grupos de ideología neonazi. El dossier entregado a la prensa por parte de la Plataforma ADRV (que engloba a casi la totalidad de las peñas oficiales del equipo) mostraba imágenes donde el futbolista exhibía notoria y públicamente sus ideas ultraderechistas fotografiándose con armas de fuego, participando y financiando activamente al grupo paramilitar ‘‘Batallón Azov’’ y su participación en homenajes a Stepán Bandera, un colaborador de los nazis, al que se atribuye una relación directa con el exterminio de 4.000 judíos en 1941».

Los aficionados rayistas mostraron su frontal oposición a la llegada de Zozulya a la primera plantilla del Rayo y cuando éste acudió en su primer día a las oficinas de la Ciudad Deportiva del Rayo fue recibido por parte de un grupo de aficionados con gritos y pancartas en contra. Fue entonces cuando Tebas entró en escena. El presidente de La Liga anunció que se querellaría contra los responsables de aquella protesta en la que se insultó y amenazó al jugador: «Este tema afecta a la imagen de la Liga española y de España. El embajador de Ucrania me ha contado que en Ucrania están alarmados con lo que ha pasado. No vamos a estar con los brazos cruzados». Finalmente, la LFP se querelló contra 10 personas, ocho de ellas por participar en la protesta y otras dos más por dar una rueda de prensa en el que ratificaron su negativa a la llegada de Zozulya.

Que la LFP, con Javier Tebas, a la cabeza se querellara contra estos aficionados y se erigiera de pronto en un gran defensor de las libertades, de la democracia y de la justicia suena a chiste si no fuera porque el asunto es muy serio. Hace escasamente un año este “personaje” siniestro declaraba en una entrevista al diario El Mundo que seguía pensando «en la mayoría de los temas» como cuando militaba en Fuerza Nueva (organización de extrema derecha fundada por Blas Piñar en 1976 y desaparecida en 1982), al tiempo que criticaba la falta de «respeto a los himnos y a las banderas en los colegios».

«Si extrema derecha es defender la unidad de España, la vida y un sentido católico de la vida, yo estaba en ese grupo. Y sigo defendiendo lo mismo. Yo en eso no he cambiado», le contó a Rafa Álvarez en la citada entrevista. También en un momento de la entrevista llegó a afirmar que le parecería bien que hubiera un Le Pen español. Pues bien, esta persona es el presidente de la Liga y la persona que ha puesto una querella contra 10 personas por presionar de manera legítima y tratar de evitar que un jugador vinculado a grupos con ideología neonazi vistiera la camiseta de su equipo.

Lamentablemente, el Ayuntamiento de Carmena reculó finalmente y la tibieza y escasa valentía a la que ya nos tienen acostumbrados se impuso también en este caso. Días antes de cuando estaba previsto someter a votación la propuesta en el Pleno, el concejal de distrito del Ayuntamiento Paco Pérez desestimó seguir adelante con la idea.

La razón que se esgrimió desde Ahora Madrid es que los servicios jurídicos les habían asesorado que no se continuara con esa propuesta política, ya que carecería de valor jurídico y simplemente serviría como repudio a Javier Tebas. Eso sí, tanto Paco Pérez como su grupo se comprometían a trabajar para que el presidente de la Liga retirara la denuncia contra los seguidores rayistas.

Lejos quedan los vientos del cambio y el programa electoral con el que Ahora Madrid conquistó el Ayuntamiento. La ola de entusiasmo se ha convertido en decepción, la ilusión comienza a evaporarse y el desencanto crece cada día que pasa. En definitiva, para los nuevos “mandamases” del Ayuntamiento de lo que se trata ahora es de gestionar lo existente. Mientras tanto la política de los gestos y de pose permanente es la que se impone, en detrimento del programa y las promesas que animaron a muchas personas a votar esa candidatura.