Editorial Página Roja 34 – Noviembre 2015

El 20 de diciembre están marcadas las elecciones generales. Ese 20D dará fin a esta larga coyuntura electoral que ha atravesado todo el 2015.

El Gobierno de los recortes, el lacayo de la Troika se trajo a sus socios europeos para escenificar su candidatura a la reelección. Con la Merkel, Sarkozy y Berlusconi de palmeros y entre gritos de Viva España y Viva Mariano, Rajoy mostró que él es el candidato de la Troika. El Presidente de la mentira y de los recortes no podía mostrar mejores apoyos ¿Qué mejor apoyo para el gobierno de la corrupción que tener como aval a un corrupto convicto y confeso como Berlusconi?

¿Qué mejor apoyo para un lacayo de la Troika que tener a su lado jaleándolo a la Merkel?

Rajoy quiere cerrar la legislatura y lanzar su reelección agitando con una mano su propaganda de la “recuperación económica”, mientras con la otra apela a la “unidad nacional” contra el secesionismo catalán. En una mano, la roída zanahoria de la “recuperación económica”, que es para millones de familias obreras una especie de monstruo del Lago Ness, todo el mundo ha oído hablar de ella pero nadie la ha visto. En la otra, un más que preocupante garrote contra Cataluña, la vieja receta española de solucionar a palos y cañonazos las demandas democráticas.

Pretende así detener su caída, los continuos varapalos sufridos por el PP y la crisis interna salpicada de continuos casos de corrupción y del desmarque de su mentor, el omnipresente Aznar.

El 20D debe ser en primer lugar la oportunidad para sacarse de encima a este monaguillo de la Merkel, concluir la tarea que dejó pendiente las movilizaciones en la calle, las huelga generales y las mareas, echar al Gobierno.

Pero el 20D no puede convertirse en un recambio. Los Sánchez y Rivera no representan más que la continuidad de la Troika. Son, junto a la burocracia sindical y a los dirigentes de Podemos, los que evitaron que Rajoy fuera echado desde la calle. PSOE y Podemos son los más firmes valedores hoy de Rajoy contra el derecho a decidir de Cataluña.

Hablar de cambio el 20D es hablar de que lo primero es Pan, Trabajo y Techo, es hablar de medidas de emergencia social, es defender que lo primero es que se come, se trabaja, se tiene educación, sanidad y vivienda y que los recursos económicos deben estar al servicio de eso y no de  pagar la deuda de los banqueros. Hablar de cambio el 20D es acabar con los gobiernos que lo hacen al dictado de la Troika. Y hablar de cambio es permitir el derecho a decidir de los pueblos. PSOE y Ciudadanos están en las antípodas de ese cambio, no son más que un recambio. Votar a Rivera es votar otro Rajoy, como votar Sánchez es votar otro Zapatero.

En las próximas semanas se irán terminando de perfilar las candidaturas y sus listas. La enorme desmovilización social de la clase obrera y la juventud este año presagia unas elecciones de recambios.

Quienes creemos que los cambios sociales, las repuestas a las necesidades más apremiantes de los trabajadores/as y el pueblo solo son posibles por la vía de la movilización, de la lucha, encaramos estas elecciones como un episodio más lejos de ninguna panacea.

Desde Corriente Roja hemos apostado por una candidatura de unidad contra el gobierno, la Troika y este régimen monárquico y centralista. No creemos en los “significantes vacíos”, en hablar de unidad y de cambio sin ponerle contenido a cada una de esas palabras. La decisión de la dirección de Podemos de cerrar todo debate a un acuerdo, su giro a la derecha, la arrogancia de Pablo Iglesias, su apoyo incondicional al modelo Tsipras, postula a Podemos como un recambio más.

Por eso apostamos desde el primer día por discutir de programa, por poner a la clase obrera en el centro de las necesidades. Y por esa razón sumamos esfuerzos con los compañeros/as de Sindicalistas por la Unidad Popular. Desde este agrupamiento hemos presentado un programa y candidatos obreros a las primarias. Muchos de ellos/as formaran parte  de la candidatura de Ahora en Común Unidad Popular (AC) que encabeza Alberto Garzón. Esa candidatura representa la aproximación más cercana a ese empeño sin serlo en su totalidad. Nuestro compromiso y apoyo es al programa de Sindicalistas por la Unidad Popular, a los candidatos/as obreros que representan la lucha por ese programa y la lucha diaria por el trabajo, contra los eres, por los derechos sociales y democráticos.

Llamaremos a los trabajadores/as a hacer campaña en torno a esos candidatos/as, a seguir en las luchas, apoyando a los compañeros de Indra, de Coca Cola, EXtruperfil… y seguir construyendo después de las elecciones este agrupamiento de clase.