Comunicado de Corrent Roig

  1. El anuncio por parte del Presidente Puigdemont de la pregunta («¿Desea que Cataluña sea un estado independiente en forma de República?») y la fecha del referéndum unilateral de autodeterminación (1 de Octubre), acelera todos los tiempos políticos y aboca sin remedio a un choque de trenes entre las instituciones catalanas y el régimen monárquico.
  2. La convocatoria de un referéndum unilateral no es sólo un derecho legítimo sino un deber democrático de la Generalitat y el Parlament, ante un régimen que se niega en redondo a permitir que el pueblo de Cataluña pueda decidir libremente su futuro político.
  3. Rajoy ha anunciado que impedirá «con todos los medios a su alcance» que tenga lugar el referéndum, lo cual implica el uso intensivo del Tribunal Constitucional, querellas, inhabilitaciones, multas, amenazas de prisión, así como el recurso, cuando lo crean necesario, a la Ley de Seguridad Nacional y a intervenir la Generalitat con el artículo 155 de la Constitución.
  4. Rajoy no está solo, cuenta con el apoyo de Merkel y de la Unión Europea (UE), y con el del PSOE de Pedro Sánchez, que cierra filas con el Gobierno mientras se llena la boca de «reforma federal» y «España plurinacional».
  5. Puigdemont y Junqueras, en vez de alertar a la población catalana ante la andanada que prepara el Estado, están predicando tranquilidad: «todo está previsto; no hay que sufrir; estad tranquilos; saldremos adelante, seguro». Pero haciendo esto no aportan ninguna tranquilidad y sí, en cambio, dudas sobre su verdadera determinación.
  6. Decimos esto porque para llegar a votar hará falta una poderosa movilización social, pasar por encima de viejas instituciones y leyes y enfrentar abiertamente el régimen, lo que choca ostensiblemente con los intereses del gran capital catalán y la voluntad de la Unión Europea. Y esto no encaja demasiado con el modelo de país de Juntos por el Sí, donde no conciben una Cataluña independiente que no sea miembro de la Unión Europea y de la OTAN y no preserve cuidadosamente los negocios capitalistas. En el fondo, quieren depender directamente de Berlín y Bruselas, sin pasar por Madrid. No fue casual que sus presupuestos fueran unas cuentas neoliberales perpetuadoras de los recortes de Mas.

    Por eso nos preguntamos hasta dónde llegarán a la hora de hacer frente a las amenazas, inhabilitaciones y represión del Estado y qué harán cuando Rajoy decida poner a los Mossos a las órdenes de un general de la Guardia Civil.

  1. Llamamos a participar activamente en las movilizaciones en defensa del referéndum y contra toda respuesta represiva del Estado. Hará falta una gran presión social para que Junts pel Sí no acabe echándose atrás, reduciendo el referéndum a una movilización estilo 9N y canalizando el conflicto hacia una disputa legal en el Tribunal de La Haya.
  2. Llamamos a los Comunes a dejar de lado el oportunismo electoral y las ambigüedades que han usado hasta hoy, tan peligrosas que los pueden acabar situando al lado de Rajoy. Ellos, que aparecen como la principal fuerza de la izquierda catalana, tienen la obligación de defender el referéndum unilateral, que es la única vía posible para ejercer el derecho en la autodeterminación que en teoría defienden.

    Hacemos el mismo llamamiento a Unidos-Podemos: si están por el derecho a decidir de los pueblos es ahora el momento de demostrarlo.
    Todas las fuerzas de todo el Estado que se reclaman de la clase trabajadora y de la democracia, tienen que apoyar al referéndum y hacer piña con los catalanes contra la represión.

  1. Para Corrent Roig y Corriente Roja, la batalla inmediata es asegurar la celebración efectiva del referéndum. Esta batalla está ligada a la lucha por un proceso constituyente donde el pueblo movilizado, y no los políticos profesionales y los «expertos», pueda cambiar a su favor las bases económicas, sociales e institucionales del país.

    Estamos por una confederación libre de pueblos libres y soberanos. A la clase trabajadora le interesa la unión, pero una unión libre, en absoluto forzada.

    Junto al referéndum, luchamos por un plan de emergencia que, sin temor a atacar los privilegios burgueses y la gran propiedad capitalista, dé soluciones de fondo al paro, la miseria salarial, la pobreza y la destrucción de los servicios públicos y del medio ambiente. Un plan que sólo podrá ejecutar de verdad un gobierno de la clase trabajadora apoyado en organismos populares. Un gobierno que se tendrá que enfrentar a la UE y abrir camino a una Europa de los Trabajadores y los Pueblos o, lo que es lo mismo, unos Estados Unidos Socialistas de Europa.

    Luchamos, en suma, por una revolución socialista y para construir un partido revolucionario y una Internacional que sepan encabezarla.

    Barcelona, 12 de junio 2017