Un corresponsal de Corriente Roja en Francia entrevista a Frank, un veterano activista obrero de la CNT-Solidaridad Obrera.
¿La Reforma laboral en qué consiste exactamente?
La Reforma laboral consiste en suprimir los convenios sectoriales. O sea, que si en el sector bancario, en el metalúrgico, etc… tiene que haber 4 semanas de vacaciones pagadas, la supresión de este convenio hace que una fábrica de mediana importancia en Valencia (FRANCIA) pueda decidir que haya solo tres semanas de vacaciones. Es decir, que sería un convenio local peculiar para la empresa, y esto puede ser una cadena de pérdidas de todos los derechos adquiridos. Y además, en lo que concierne al tribunal laboral; por ejemplo, si hay un despido hay una serie de topes que están previstos según la antigüedad en la empresa. Es decir, son indemnizaciones escalonadas y ahora la sentencia de un tribunal laboral es indicativa, no es vinculante. O sea, que una empresa puede despedir a tal persona que tiene 5 años de antigüedad, el tribunal puede proponer una indemnización digamos equivalente a mes, mes y medio de trabajo, digamos 1500 €, pero la empresa hace lo que le da la gana. Entonces ya con estas dos perdidas el código laboral queda prácticamente anulado, y esas son las dos cosas principales, pero que son la base de todo lo que había hasta ahora. Entonces tú ves el alcance que tiene esto.
¿Y qué respuesta se ha dado hasta ahora? ¿Cómo empezaron las movilizaciones?
La movilización empezó por el rechazo total de esta ley, porque evidentemente aceptaron un diálogo, pero de hecho no se podía modificar la supresión de los convenios sectoriales. Para el tribunal laboral podían aceptar y aceptaron algunas modificaciones pero totalmente superficiales, o sea, que el esqueleto, todos los huesos principales de esta ley, no se tocaron. Por eso, ahora no se habla de la modificación de algunas reformas de la ley sino la cancelación, la supresión de la ley.
¿Qué papel juegan los sindicatos mayoritarios?
Digamos que hay 4 fuerzas importantes: CGT, CGT-Fuerza Obrera (las dos centrales están por la cancelación de la ley), está Solidaires que es un sindicato con menos importancia a nivel de afiliados. A favor de la ley está la CFDT, que es un sindicato prácticamente patronal. Simplemente protestaron por la casi anulación del tribunal laboral pero al final me parece que lo aceptaron. También hay una central pequeña cristiana y hay después sindicatos pequeños de técnicos etc…
Digamos en el panorama sindical ahora cuando hay reformas siempre hay una aprobación por la CFDT que es patronal y en general hay una aceptación por CGT – Fuerza Obrera y siempre hay una oposición de CGT y Solidaires. Pero esta vez incluso CGT – Fuerza Obrera está en contra, por eso hay un movimiento tan fuerte.
Por lo que hablaba ayer con algún compañero (en la manifestación) el seguimiento de la huelga no se corresponde a las movilizaciones masivas.
Lo que pasa con las huelgas es que hay los efectos de la crisis y la trampa de lo que dicen el empleo, porque desde el punto de vista legal, los datos que dan los organismos, es que una persona empleada es una persona que tiene como mínimo una hora pagada a la semana. Es esta la definición internacional. O sea, cuando te dicen que el 80% de la población está empleada, puede haber, como hay desde hace 15 o 20 años en algunos ministerios funcionarios que tienen 3 horas al día, es decir, que hay una gran parte de los empleados de hecho están debajo del umbral de la pobreza desde hace muchísimo tiempo.
Esto hace que la huelga sea difícil de aplicar y se aplica digamos en las empresas, por ejemplo el metro de parís que también incluye los autobuses, los trenes de cercanías o en Renault, Peugeot…
Ya ser sindicalista en una mediana empresa, por no hablar de las PYMES es imposible. Entonces por eso, hay huelgas en sectores donde por casualidad hay que renovar una parte del convenio o había una solicitud al alza de salarios. Sino la vida diaria es poco perturbada.

También por ejemplo la huelga de controladores aéreos que se lanzó desaparece totalmente de los medios de comunicación.  En la prensa sólo hablan del asesinato de una pareja de policías. Y la segunda cosa que aparece en primera plana es un grupo de manifestantes, que vienen en plan de romper escaparates. Atacaron un hospital famoso especializado para niños. Esto es un absurdo. Pero el tema se hizo como se hace desde hace un mes: hay escuadrones de fuerzas antidisturbios que aíslan a este tipo de manifestantes y les dejan hacer todo lo que se les antoja, y al cabo de una hora intervienen. Eso sirve para que la gente diga «¿Qué tipo de manifestación es esta que atacan un hospital?»
Esas son las dos primeras noticias y después dicen «bueno…  hubo manifestaciones, en total hubo un millón de manifestantes», pero ya todo esta desnaturalizado por las dos primeras noticias.  Entre estos manifestantes que van para quebrar cosas y van para golpearse con la policía hay gente seguramente retribuida por la misma policía, si no son policías de civil.
¿Cuáles son los próximos pasos a dar para tirar la ley?
Esta realmente es la pregunta. Nadie lo sabe realmente. Ayer, estábamos con un compañero responsable de Solidaires, y decía «con estos manifestantes, que aquí los llaman literalmente los rompedores, habrá que hacer algo un día, porque se ponen en primera fila y hacen todo lo que quieren» y se habló del papel de la seguridad sindical. El papel de la seguridad sindical es impedir que los manifestantes sean atacados y protegerlos, pero no es para atacar a otra parte de los manifestantes. Este no es su papel, este es el papel de la policía, si hay realmente como dicen destrucción de establecimientos públicos
Pero yo me refería para tirar la ley…
Tirar la ley es justamente el problema. Ayer se habló de huelga general como eslogan. Una huelga general para cambiar la sociedad no creo que baste, pero para tirar esta ley sí. Hubo momentos en que se habría podido hacer. Aquí se bloquea la región parisiense con una huelga de autobuses y metros, y también se corta el suministro de carburantes y esto se hunde, no hay vida económica… Pero si quiere la CGT, y la mitad de su presupuesto viene de ayudas del estado, y otra parte es ayuda de la Comunidad Europea. Es decir, es un sindicato muy combativo que hace buenas criticas globales, pero en la práctica…
Quien paga manda
Sí, y además nunca se opuso firmemente. Hubo secciones de CGT que sí, pero la dirección nunca actuó de forma combativa a nivel nacional.