Theresa May creyó que las elecciones generales rápidas proporcionarían “un mandato fuerte” para avanzar en el Brexit y reforzar la política de antiinmigración. “Fuerte y estable” era el retórico grito de elección de los Tories [conservadores], todavía un paso atrás en su estilo de campaña presidencial por la pesadilla de años de austeridad y ataques a servicios públicos, salud, educación, empleos, y derechos de los trabajadores.

Por: International Socialist League (ISL) – Inglaterra

Fue forzada a dar un giro de 180 grados sobre los planes de su Manifiesto, porque casi inmediatamente después de que fue publicado, con amplia difusión, la ira de la gente estalló sobre su política de servicio social que obligaría a pagar por la asistencia sanitaria casi ilimitadamente.

El apoyo a la Primer Ministro sobre esta cuestión cayó y ella debió hacer otra media vuelta. El partido Tory ahora cabalga sobre recriminaciones y la ventaja del líder conservador sobre el laborista disminuyó a la mitad (de acuerdo con los sondeos).

El consiguiente crecimiento en el apoyo a Jeremy Corbyn y el Partido Laborista se debió a la debilidad de los conservadores, pero también a las formas ‘honestas’ de Corbyn, que contrastan con la arrogancia de May. El Manifiesto de los laboristas hace muchas promesas sobre combatir la austeridad y los ataques de los conservadores que, de ser puestas en práctica, mejorarían las vidas de muchas personas. Hay un número creciente de jóvenes y otras personas que van a votar por primera vez y que sinceramente creen y confían que Corbyn es una alternativa.

Muchos trabajadores están desesperados por una alternativa. Ven la destrucción del NHS [servicio de salud] y cómo los buitres internacionales ponen sus garras en sus secciones. La educación pública está siendo drásticamente recortada en todos los niveles. Servicios locales esenciales han sido recortados en una media de 22 % desde 2010, y en las áreas de la clase obrera los cortes se elevan hasta 50%. Hubo recortes enormes en guarderías, asilos, y se elevan vertiginosamente los sin techo.

La “hora cero” [sistema laboral precario] y los contratos ocasionales aumentan exponencialmente: datos oficiales declaran 7,1 millones de empleos de este tipo. Las cargas de trabajo aumentan y la victimización de los representantes sindicales crece.

La bronca de la gente contra todo esto ayuda a Corbyn. Algunas promesas en el Manifiesto Laborista son atractivas para los jóvenes, como el fin de las tasas universitarias. Ellos también prometen que un gobierno laborista derogará la última ley antisindical. Las conferencias sindicales declaran su apoyo al Partido Laborista y la dirección general de sindicatos cruzó el país haciendo campaña electoral para los laboristas.

¿Por qué Jeremy Corbyn está todavía atrás en los sondeos?

El control del ala derecha laborista de todos los consejos locales del partido y todos los concejales del ala izquierda laborista han votado sin protestar por todos los recortes de los últimos siete años, mientras muchos activistas y trabajadores se han opuesto a la implementación de la austeridad del Consejo Laborista.

Corbyn instruyó a los consejos laboristas a votar un presupuesto de recortes en los dos últimos años, e incluso si ellos triunfan no hay ninguna promesa de restituirlos. Ni hablar de ir más lejos para satisfacer la demanda creciente en los servicios públicos. El Manifiesto es vago en cuanto a cómo las autoridades locales abordarán los cortes.

La lucha contra los cortes se vio debilitada por la maquinaria burocrática del TUC [central sindical], que apoya al laborismo. Ella repetidamente desvía o frena las luchas por las pensiones, los salarios y contra el desempleo. Recientemente, The Guardian informó que, en 2016, se dio la más grande caída alguna vez registrada de miembros de sindicatos: 275,000 afiliados. Mientras prosperaron las pérdidas de trabajo debido a cierres y cortes, también crecieron rápidamente los contratos ocasionales. Los dirigentes de los sindicatos no han ofrecido ninguna resistencia a estos ataques y prefieren culpar a los conservadores.

Dentro del Partido Laborista el ala derecha “belicista” y pro-privatizaciones (blairites) permanece, Corbyn trabajará con ellos y le concederá prioridad a la “unidad” del partido.

La promesa de quitar aranceles de estudio a partir de setiembre es muy popular, pero aumentar el número de estudiantes, cuyo número cayó 5% el año pasado (una tendencia que probablemente continúe), es también de interés para capitalismo británico que necesita más trabajadores graduados. Así, estas y otros propuestas no golpean al capitalismo en su corazón. El Manifiesto no se opone a la privatización impulsada en la Ley Educación para universidades y colegios.

Las viejas leyes antisindicales (que un gobierno laborista mantendría) actúan como un freno eficaz a la lucha de los trabajadores en el período actual.

Los proyectos de nacionalización del laborismo son limitados como recuperar franquicias ferroviarias cuando expiran (un proceso que llevaría décadas) y el control poco sistemático de la energía pública. Esto no va contra los intereses de capital, como los enormes pagos compensatorios en el caso de los correos. Estas prometidas nacionalizaciones no están contra la capital, por el contrario le ayudarán en sus lucros.

La crisis económica, el parlamento burgués, el control de sociedad por los bancos, la City de Londres y las grandes capitales (todo responsables de la crisis de 2008) fijarán límites a Corbyn y le impedirán ir más allá de sus intereses, que es aumentar sus ganancias.

La falta de carteles laboristas en grandes áreas de clase obrera indican que la desconfianza reina y ellos tiene razón. 

Corbyn es un reformista

Algunos lectores estarán de acuerdo con los puntos que plantea y defenderán a Corbyn como el “mal menor” en contraste con los conservadores. Pero “mal menor” todavía quiere decir “capitalismo”. Corbyn quiere “un capitalismo humanitario”, un capitalismo basado en la “justicia”. Le llamamos “reformismo”. Y este crea la peor ilusión en los trabajadores y la juventud porque esa ilusión no desafía el control capitalista de la sociedad, conduce a guerras y el planeta nunca estuvo más cercano al desastre ambiental.

El reformismo no hará ningún cambio estructural en la sociedad capitalista. Está limitado a los mecanismos de la democracia burguesa, la democracia de los ricos. Es por eso que el Manifiesto no menciona el socialismo.

Corbyn permanecerá en la OTAN (una alianza militar imperialista), seguirá construyendo armas nucleares y no quiere deshacerse de la monarquía o la Cámara de los Lores [nobles], que son vestigios del sistema feudal.

Corbyn salvó el Partido Laborista de la destrucción, permitió al reformismo una segunda vida, quizás corta. Él usa el papel de “salvador” para restablecer la confianza no solo en el Partido Laborista, sino en el régimen existente y el sistema capitalista.

La gran hipótesis es, por lo tanto, cuánto el reformismo puede reconstruir el “estado de bienestar”. Nosotros decimos que solo una revolución socialista puede derrotar el capitalismo, que el capitalismo desea y tiene que eliminar el estado de bienestar, y que hay que construir un “estado de bienestar socialista” que irá mucho más allá que el creado en el período de posguerra.

¿Reforma o socialismo?

Hay organizaciones, como el SP (Partido Socialista), el SWP (Partido de Trabajadores Socialistas), Left Unity (Izquierda Unida) o la TUSC (Coalición Socialista y de Sindicatos) que abandonaron cualquier desafío al Partido Laborista en Inglaterra, Escocia y Gales. Por hacer esto, engañan a los trabajadores y la juventud sobre que “Corbyn es el camino para el socialismo”. ¡Esta es la mentira más grande, porque el socialismo no puede construirse con elecciones y Parlamento burgueses!

Estos partidos han capitulado al reformismo, y, debido a esto, la ISL (Liga Socialista Internacional) cree que es necesario construir una alternativa socialista independiente de los trabajadores, como un polo en las elecciones y una oposición tanto a las alternativas burguesas como para (lo más importante) animar las luchas reales y la organización independiente de la clase obrera como el único modo de evitar otra traición a la juventud y los trabajadores.

EL SP y el SWP (que se proclaman como “partidos revolucionarios”) se han mostrado incapaces de cumplir la necesidad de la construcción de un partido revolucionario en la tradición de Marx, Lenin y Trotsky. Por lo tanto, pedimos el apoyo para construir la ISL ahora y después de las elecciones.

Luchamos por una alternativa socialista de los trabajadores basada en los sectores más explotados y oprimidos de la clase obrera, y estamos en cada lucha contra el capitalismo y el control reformista. Participamos en elecciones donde podemos; nuestro objetivo es un gobierno de los trabajadores y los oprimidos.

Seguimos la línea y la práctica de Lenin y Trotsky: la construcción de un partido revolucionario debe hacerse en cada momento de la lucha de clases, incluidas las elecciones. La única salida para los trabajadores de Europa y del mundo está en la lucha internacional y el socialismo.

Decimos:

  • Apoye las organizaciones de la clase obrera que luchan contra la austeridad y todos los cortes
  • Restitución de todos los servicios públicos y su mejoramiento con inversión pública
  • Derogación y fin de todas las privatizaciones
  • Inmediata derogación de todas las leyes antisindicales
  • Nacionalización de todas los grandes empresas y los bancos, sin indemnización y bajo el control de sus trabajadores.
  • Para un gobierno de los trabajadores y los oprimidos
  • Construir una lucha de toda Europa que una a todos los trabajadores combativos y los oprimidos.
  • Construir la Liga Socialista Internacional y la Liga Internacional de los Trabajadores – Cuarta Internacional (LIT-CI)

Traducción: Natalia Estrada