Algunos sectores de trabajadores/as y estudiantes han comenzado a posicionarse claramente y a llamar a la oposición frontal a la aplicación del 155 y en particular anunciando la resistencia al mismo en sus empresas.

 

Así lo han hecho los trabajadores/as de TV3 y Cataluña Radio con el pronunciamiento explícito de su Comité de Empresa, rechazando la toma del control de este medio público de comunicación.  Anunciaron expresamente que, si el Ejecutivo central impone un director, “no tendremos más remedio que no reconocer su autoridad“.

En el mismo sentido, los/as docentes catalanes, señalan que si las escuelas son intervenidas «no reconocerá como interlocutores válidos» a aquellas personas que asuman las competencias en el ámbito educativo y ha hecho un llamamiento a «resistir» contra «las imposiciones» (USTEC-STEs).

 

Los estibadores portuarios prosiguen en la línea acordada en septiembre, de no dar servicio a los barcos cargados de policías, atracados en el puerto de Barcelona.

 

En las Universidades, los/as estudiantes han convocado huelga para los próximos días.

Estos pasos dados, aun siendo todavía muy modestos, marcan un camino que comienza por meter el debate, las propuestas y resoluciones en los centros de trabajo. Ese camino es el que puede permitir, si se generaliza, una respuesta más masiva a la imposición del 155, al tiempo que permitir que los trabajadores/as entremos con voz propia frente al criminal Gobierno de Rajoy y la Monarquía. Pero también desmarcarnos de las vacilaciones, temores y traiciones del Govern que preside Puigdemont, porque no habrá ni proclamación ni defensa real de la República catalana.

La tarea es preparar, organizar y exigir desde los centros de trabajo y estudio, desde los CDRs locales, desde los Comités y entidades barriales de todos los sindicatos y organizaciones obreras que se convoque la Huelga General.