El próximo 20 de setiembre, se realizarán nuevas elecciones generales en Grecia. Estas elecciones son consecuencia de la renuncia de Alexis Tsipras al cargo de primer ministro con el argumento de que el mandato con el que había sido electo en enero pasado (“negociar con la Unión Europea”) ya ha sido cumplido.Por LIT-CI

Con el último acuerdo firmado con la UE, el gobierno de Tsipras y Syriza traicionó al pueblo griego, traicionó su lucha permanente de los últimos años contra la “austeridad”, a las aspiraciones de cambios profundos expresadas en la elección de enero pasado (que llevaron a Syriza al gobierno) y, fundamentalmente, al rotundo triunfo del NO en el plebiscito de julio pasado.

Ahora, realiza una maniobra típica de la política burguesa: realiza las elecciones antes de la aplicación del brutal plan de ajuste que debe aplicarse por el acuerdo firmado y, con su popularidad todavía alta, busca ganar apoyo electoral para un nuevo gobierno. En caso de volver a ganar Syriza las elecciones dirá que ahora “tiene mandato para aplicar el plan” y así desmoralizar a las masas, manteniendo la situación en el plano electoral-parlamentario y no en el de la lucha en las calles contra la “austeridad”.

Dentro de los cálculos de Tsipras ya estaba la ruptura del ala izquierda de Syriza (que formó el nuevo partido Unidad Popular) y, de no lograr la mayoría propia, la posibilidad de un gobierno apoyado por la oposición de derecha (como Nueva Democracia y otras organizaciones), repitiendo así el apoyo parlamentario que estas fuerzas dieron al último acuerdo con la UE. En este caso, este nuevo gobierno no debería ser definido como de “frente popular” sino que tendría características de “unidad nacional”.

Sin embrago, al menos hasta ahora, la elección no está definida. Las encuestas muestran una caída en la intención del voto a Syriza (comparada con la elección de enero pasado) y un cierto crecimiento de Nueva Democracia y To Potami (otro partido burgués). Es decir, lo más posible es haya una victoria parcial de Syriza, aunque no está descartada la una victoria de la derecha tradicional y un nuevo gobierno sólo de estos partidos.

La Unidad Popular

En ese marco, surge Unidad Popular, como nuevo partido a partir de una ruptura de Syriza por la izquierda. Esta organización ha despertado expectativas en parte de la vanguardia y la izquierda a nivel mundial. Es importante definir qué tipo de organización es y cuál son sus posiciones y su dinámica.

Si consideramos su anterior apoyo y participación en el gobierno de Tsipras, con su ruptura dan un paso progresivo. Pero es una ruptura obligada por las circunstancias del brutal giro a la derecha de Syriza, cuyo centro es la actividad electoral-parlamentaria y no el impulso a la lucha de las masas. Lo que ellos plantean, en palabras de uno de sus principales dirigente (Stathis Kouvelakis) es volver a la “Syriza de los orígenes”.

Es decir, siguen siendo “europeístas de izquierda”. Retoman la propuesta de romper con los planes de austeridad (como el último acuerdo firmado con la UE) y avanzan en proponer la ruptura de Grecia con el euro (y que el país vuelva a tener su propia moneda). Pero no impulsan la ruptura con la Unión Europea (la “maquinaria de guerra contra los trabajadores y los pueblos”). En este marco, defienden una aproximación con Rusia, China y los “gobiernos progresistas del Sur” (posiblemente Venezuela, Bolivia, Brasil, Argentina, etc.). Es decir, todo dentro del marco del capitalismo y de las “alternativas posibles” (las cuales ya han demostrado que no ofrecen ninguna solución verdadera y también muestran su profunda crisis).

La ruptura de Syriza se ha expresado también en una división del bloque de organizaciones que formaban el PIE (Partido de Izquierda Europeo) ya que el NPA francés y un sector minoritario de Podemos ha acompañado a Unidad Popular en sus posiciones.

Frente a las próximas elecciones, llamamos a votar a aquellas alternativas que se ubican a la izquierda de Unidad Popular como Antarsya o la OKDE-EP. Pero estas elecciones son, en última instancia, una “estación de paso” en la situación griega.

Toda la actividad desarrollada en ellas debe estar al servicio de las luchas que enfrenten, en los lugares de trabajo y en las calles, el plan de ajuste del nuevo gobierno de Tsipras-Syriza (o de la derecha tradicional si gana las elecciones). Es necesaria la más amplia unidad de acción de los sindicatos y las organizaciones políticas que están contra el ajuste y deben utilizarse las elecciones para ese propósito. Solo la lucha puede abrir una salida real para el país.

Para el desarrollo de esa lucha y el inicio de una solución de fondo a la “tragedia griega”, proponemos un programa que incluya los siguientes puntos:

  • No al acuerdo firmado por Tsipras y al plan de austeridad del próximo gobierno.
  • Suspensión inmediata del pago de la deuda externa. Ruptura con el euro y Unión Europea.
  • Expropiación sin pago y estatización de los bancos y las grandes empresas para que funcionen bajo control de los trabajadores.
  • Por un plan económico de emergencia al servicio de satisfacer las necesidades urgentes de las masas.
  • Por un gobierno de los trabajadores y el pueblo.
  • Por la construcción de una alternativa revolucionaria de dirección: un partido obrero socialista e internacionalista.

Al mismo tiempo estamos convencidos que la verdadera alternativa de los trabajadores y el pueblo empobrecido pasa por construir un polo obrero y revolucionario, que llame a los trabajadores de toda Europa a enfrentar con su lucha y su movilización al imperialismo y los gobiernos capitalistas hasta lograr en una federación  libre de repúblicas socialistas de Europa.

Secretariado de la LIT-CI

09/09/2015

Publicado originalmente en http://litci.org/es/mundo/europa/grecia/frente-a-la-nuevas-elecciones-en-grecia/