El Frente de Izquierda y de los Trabajadores -FIT-acaba de realizar una gran elección en todo el país alcanzando los 730.000 votos, superando en casi un 50% las PASO presidenciales anteriores. Con este impulso entra en la pelea hacia octubre, de hecho, como la cuarta fuerza política del país.

Con amplias zonas del país inundadas como telón de fondo, el gobierno logró imponerse en las pasadas elecciones. Con el 38% de los votos, la fórmula encabezada por Daniel Scioli se impuso en 20 de las 24 provincias del país, aunque todavía no tiene asegurado el triunfo para las generales de Octubre. Por su parte, Macri y Massa se proclamaron en sus elecciones internas y se postulan para poder definir la presidencia en una segunda vuelta.

Nada bueno podemos esperar de estos candidatos hijos del menemismo, porque más allá de los intentos que aún persisten de instalar una polarización electoral, cada día queda más claro que en lo esencial todos ellos gobiernan para los bancos y las multinacionales, y preparan un nuevo salto en la aplicación del ajuste para después de octubre.

Sin embargo, la buena noticia para los trabajadores y los sectores populares es que el Frente de Izquierda y de los Trabajadores ha hecho una gran elección. Con un poco más de 726.000 votos a la presidencia, el FIT se ha consolidado como la alternativa política de la izquierda del país, que de conjunto alcanzó alrededor de un millón de votos para las respectivas fórmulas presidenciales. De sólo mantenerse estos resultados en Octubre, el FIT nuevamente estaría disputando la posibilidad de obtener nuevas bancas en el Congreso Nacional en al elecciones generales.

Una interna que resta

Por primera vez el FIT participó con dos listas en las internas. En una elección muy pareja, la fórmula presidencial Del Caño-Bregman dió la sorpresa y se proclamó ganadora con el 51% votos. La arrasadora ventaja obtenida en Mendoza le permitió obtener el triunfo pese a haber perdido con la lista Unidad en los principales distritos electorales del país.

Desde el PSTU, hemos sostenido desde un inicio que ha sido un error participar con listas separadas en las internas para resolver problemas de candidaturas. Ha sido un retroceso en la unidad conquistada previamente, ya que ocupó buena parte de la campaña en competir entre listas cuyo programa es exactamente el mismo. Desde el PSTU habíamos propuesto mecanismos alternativos donde fuesen los trabajadores quienes elijan a sus representantes sin caer en la trampa de las primarias, pero no fuimos escuchados.

Un claro ejemplo de cómo “la división resta” es que las listas internas en forma individual, no superaron el piso proscriptivo de las PASO para las categorías de cargos legislativos en Catamarca, La Pampa, Misiones, San Juan, San Luis y Santiago del Estero. Pero centralmente debilitó la campaña política unitaria contra los candidatos del ajuste y por una salida obrera y popular. Indudablemente esta disputa interna ha debilitado a los trabajadores y desperdició la oportunidad de realizar una elección que a su vez hubiera logrado potenciar el resultado obtenido.

Por una gran campaña unitaria del FIT que organice la pelea contra el ajuste

La gran tarea que se desprende de los resultados del domingo es dejar atrás las divisiones y construir una fuerte campaña unitaria contra el ajuste y la entrega de cara a Octubre. Hay que convocar en forma urgente a todos los partidos, organizaciones sindicales, estudiantiles, dirigentes, y personalidades que apoyan el programa del FIT a una reunión para empezar a planificar una campaña militante en forma unificada al servicio de las luchas obreras y populares que están enfrentando el ajuste. Hay que dejar de lado los hegemonismos para multiplicar las fuerzas y poder llegar a cada fábrica, a cada escuela, a cada lugar de trabajo con esta campaña y organizarnos para enfrentar el ajuste que se viene, gane quien gane las elecciones.

¡Vamos con el Frente de Izquierda y de los Trabajadores!

¡Vamos contra el ajuste del gobierno y los patrones!

¡Por una salida obrera y popular!