Tania Diaz, estudiante de la Universidad de Barcelona y activista en el movimiento estudiantil. Es candidata y militante de Corriente Roja.

Desde la crisis, los recortes en la educación pública no han parado. No queremos ser alumnos de segunda en centros de segunda. Necesitamos que se inviertan más recursos en la pública para garantizar instalaciones de calidad y para imponer medidas y protocolos contra el acoso machista, racista y lgbtifóbico en las aulas. Defendemos una educación sexual integral que respete todas las orientaciones sexuales e identidades de género y decimos un NO rotundo a la Iglesia católica en las aulas. ¡Defendemos una educación pública, gratuita, de calidad, laica, igualitaria y que respete las lenguas de cada territorio!

Andrés, estudiante de 2º de bachillerato en un IES en Madrid. Es candidato y militante de Corriente Roja.

L@s estudiantes de secundaria somos los más perjudicados en la aplicación de las reformas educativas y recortes, porque no solo nos vemos afectados por leyes como la LOMCE sino también por el 3+2, una ley dictada directamente por la Unión Europea. También nos afecta el aumento de precio de las matrículas universitarias, que nos dejan sin futuro al terminar el instituto.

La juventud hemos demostrado luchando que tenemos mucho que decir sobre nuestro futuro. Si desde los 16 años ya enfrentamos la precariedad laboral y sufrimos la crisis, ¡tenemos derecho a opinar sobre ella! ¡Ni LOMCE ni 3+2 ni Plan Bolonia! ¡Sí al derecho a voto a partir de los 16 años!

Lucía Domínguez, joven que está trabajando actualmente para pagarse los estudios. Es candidata y militante de Corriente Roja.

Cada vez más estudiantes de familias trabajadoras se quedan fuera de la universidad por no poder pagarla. La juventud estamos doblemente perjudicados como estudiantes y trabajador@s precari@s: trabajamos para estudiar y estudiamos para trabajar. El problema es que estamos sometidos a la doble escala salarial, a contratos de menos de 20h, horas extras encubiertas y salarios y condiciones laborales de miseria.

Hay que luchar por la gratuidad de la educación pública y contra las reformas laborales, porque un título, hoy en día, no garantiza un curro estable y digno. ¡Ni precariedad en las aulas ni en los puestos de trabajo! ¡Prácticas remuneradas en FP y universidades! ¡Conciliación estudiantil-laboral!