¿Dónde está la democracia obrera?

El pasado jueves 13 de octubre tuvo lugar la asamblea de trabajadores/as de Metro de Madrid. Una asamblea con un alto índice de participación, por la que hay que dar las gracias a los/as trabajadores/as. La otra cara de la moneda, sin embrago, la dio la mayoría de la comisión negociadora, con una actitud reprochable y antidemocrática. Los sindicatos que controlan la comisión negociadora dieron un claro ejemplo de los sindicatos que no queremos, los que coartan la participación de los/as trabajadores/as, de los que juegan con el miedo, de los del pucherazo cuando las decisiones no le interesan.

Por Alfredo Jiménez, trabajador de la EMT de Madrid

La asamblea podía haber transcurrido con total normalidad si la comisión negociadora en lugar de ir a defender el preacuerdo a capa y espada, en favor de la empresa, hubiese ido para informar del preacuerdo, para que los/as trabajadores/as decidiesen. Lo que no puede pretender la mayoría de la comisión negociadora, es tratar a los/as trabajadores/as del metro como tontos. Tenemos, como trabajadores de la empresa y afiliados al sindicato, todo el criterio y el derecho de posicionarnos en contra del preacuerdo y no tenemos por qué tolerar amenazas veladas. Si se echa atrás el preacuerdo, no se tiene que dramatizar la situación, como hicieron la mayoría de la comisión negociadora, la negociación vuelve a comenzar y, además, desde una posición de fuerza. Los trabajadores/as de Metro de Madrid no quieren el preacuerdo.

La asamblea fue clara, y los que digan lo contrario engañan a los/as trabajadores/as. En la asamblea de la mañana hubo un apoyo aplastante, al no, NO AL PREACUERDO Y NO AL REFERÉNDUM. La asamblea de la mañana fue un poco embarullada, pero se consiguió votar las propuestas. Pero en la de la tarde, la mesa se encargó de enredar la asamblea, para crispar los nervios de los/as trabajadores/as, envenenó el ambiente y provocó una votación en la que no se conoce el resultado y solo se votó el referéndum. Sin dar a conocer los resultados, proclamaron el referéndum y salieron por patas, para no dar la cara y dar por bueno el pucherazo.

Desde Co.bas Metro, siguen diciendo No al preacuerdo, no al referéndum, las asambleas son para decidir. En las asambleas votan los/as trabajadores/as, pero en los referéndum votan los/as directores/as, los/as jefes/as, los/as esquiroles. Sorprende la rapidez con la que han montado el referéndum, nada más salir tenían fecha y las mesas montadas, como si la empresa hubiese organizado todo y ya estaba claro de que habría referéndum. Lo que si estaba claro es que los/as trabajadores/as no querían un preacuerdo que vende humo, que deja el convenio en manos de la Comunidad de Madrid y la ley de Presupuestos Generales del Estado. Un preacuerdo incompleto, que deja todo el convenio por hacer, y a los/as trabajadores/as de Metro de Madrid abandonados a la suerte de comisiones de trabajo, que no rinden cuentas a nadie.

¿Qué pasa si los/as trabajadores/as echan abajo el preacuerdo? Lo sentimos por los y las más catastrofistas, hay vida y lucha después de un NO AL PRECUERDO. Habría que convocar una asamblea, elaborar un anteproyecto de convenio y elegir una comisión negociadora, que rinda cuentas ante los/as trabajadores/as.

El SCMM (Sindicato Colectivo Maquinistas de Metro), se posicionó en contra del preacuerdo, porque en una asamblea de sus afiliados así se decidió. Pero en esa asamblea salieron defendiendo el preacuerdo, pero sus afiliados les cambiaron la postura. El SCMM ahora se postula en contra del preacuerdo de una manera gremialista, frente a la posición de Co.bas Metro, que defiende que el convenio solo tiene una salida, con la unidad de la plantilla, porque las agresiones de la empresa no van dirigidas a un solo colectivo, van contra toda la clase trabajadora del Metro. Solo las y los trabajadores(as) organizadas consiguen cambiar las leyes, tirar abajo los recortes y conseguir mejoras salariales y laborales.

Co.bas Metro sigue manteniendo sus ejes principales, por los que hay que seguir luchando.

  • Recuperar la deuda de 2011 y 2012.
  • Recuperar los puestos de trabajo efectivos, entregados por el ERE, 589 compañeros/as.
  • Acabar con la contratación parcial y temporal, queremos puestos de trabajo de calidad.
  • Queremos saber donde y cuando, acabamos y empezamos la jornada.
  • No a los desplazamientos de línea, estación y/o deposito.
  • Recuperación de la parte de la paga que nos robaron. Para unas cosas lo que diga la ley y cuando no nos interesa, lo dejamos para otro dia.
  • Queremos un compromiso por escrito, para que Metro de Madrid siga siendo una empresa publica y acabar con la externalización de los trabajos, que no son otra cosa que privatizaciones parciales.