Declaración de Corriente Roja ante la lucha de los taxistas

¡SOLIDARIDAD CON LOS TAXISTAS EN LUCHA!

¡SU VICTORIA SERÁ LA DE TODA LA CLASE TRABAJADORA!

30/01/2019

Los taxistas están luchando por su supervivencia. Hacen frente a un ataque frontal para adueñarse del sector por parte de una alianza formada por Uber y Cabify y las grandes flotas de VTC en manos de un puñado de financieros. Una alianza que representa el capital más carroñero y precarizador, en connivencia con gobiernos, organismos oficiales y los grandes medios de comunicación .

Tras la victoria parcial de los taxistas de Barcelona, ahora son los de Madrid, con los autónomos y los asalariados del taxi a la cabeza, los que están al frente de la lucha, enfrentando una dura represión.

Desde Corriente Roja les damos todo nuestro apoyo. Y frente al intento de aislamiento de la lucha, pensamos que hay que seguir buscando apoyos, como ya los han dado, entre otros, el Sindicato Co.bas o la Coordinadora en defensa del sistema público de pensiones.

Queremos denunciar la campaña de desinformación y mentiras lanzada contra la lucha de los taxistas desde medios oficiales y desde los medios de comunicación. Dicen que los taxistas están contra la modernidad y el progreso que, supuestamente, representan Uber y Cabify. Dicen que los taxistas defienden un «monopolio» y que se oponen a la competencia y a la libre elección por parte del consumidor. Dicen que con sus protestas están haciendo un chantaje inaceptable a costa de los ciudadanos.

Pero la realidad es bien diferente: la modernidad de Uber y Cabify es una combinación letal de tecnología del siglo XXI, condiciones laborales del siglo XIX y fraude y evasión fiscal, para beneficiar a unas multinacionales y a sus socios parasitando el trabajo ajeno.

Los que hablan del «monopolio» de los taxistas ocultan que el verdadero monopolio es el de Uber y Cabify junto a las cuatro grandes flotas que acumulan casi 10.000 autorizaciones VTC (más del 80%), con un precio de origen de 36 euros. En este negocio están metidos banqueros, fondos de inversión, ex políticos, ex altos cargos y familiares directos.

Los que criminalizan la huelga en nombre de los derechos de los ciudadanos son los mismos que apoyan a los gobiernos cuando atacan los servicios públicos, los derechos laborales, los salarios y las pensiones, cuando atacan el derecho de huelga y nos reprimen salvajemente si nos defendemos.

Queremos denunciar el papel de los gobiernos de todo signo político que, saltándose su propia legalidad, en lugar de frenar a Uber, Cabify y a sus socios, les han dejado actuar como han querido y les han permitido preparar este asalto frontal al sector del taxi.

Por todo ello, exigimos

  • El cumplimiento de un VTC por cada 30 taxis, como dice su ley, y la imposición de restricciones (precontratación…) para que Uber, Cabify y sus socios no puedan actuar como taxis.
  • Acabar con los falsos autónomos y la precariedad laboral a la que están sometidos los y las trabajadoras de los VTC.
  • Dignificar y mejorar las condiciones laborales y salariales de los asalariados del taxi
  • Reconocer al taxi como transporte público y trabajar -junto con el colectivo- por la municipalización del servicio, para que sea realmente público, con su propia plataforma tecnológica.

Llamamos también a que se sumen a este conflicto las y los asalariados de VTC, que no son los enemigos de las y los taxistas, sino víctimas directas de la «uberización» a las que nos quieren conducir a todos.

La victoria de los taxistas ha de ser una victoria de toda la clase trabajadora contra el capitalismo carroñero y la precarización laboral.

Corriente Roja