El sábado (22/08) nos concentraremos a partir de las 20:00hs en la Plaza Sant Jaume en Barcelona para recordar el segundo aniversario de la masacre de Ghouta en Siria

El 21 de agosto de 2013, el área de Ghouta en Damasco fue bombardeado con cohetes llenos de gas sarín, cuya producción y almacenamiento fueron declarados ilegales en la Convención de la ONU sobre Armas Químicas de 1993. Más de 1.700 personas murieron a causa de los ataques ejecutados por el régimen genocida de Bashar al-Assad.

A pesar de las innúmeras resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y del amplio rechazo internacional, Assad no ha dejado de utilizar armas químicas. Desde la supuesta destrucción del arsenal químico de Siria, en agosto de 2014, los expertos de la OPAQ (Organización para la Prohibición de las Armas Químicas) han encontrado pruebas indicando que el régimen de Assad conserva reservas secretas tanto de gas sarín como de gas VX.

Las potencias occidentales han fracasado en detener al mayor de los terroristas sirios, Assad, lo que ha contribuido a la ascensión de ISIS. La mayoría de los sirios no confían en la ONU ni en los falsos defensores de la democracia y de los derechos humanos. Este fracaso ha costado decenas de miles de vidas desde la masacre de Ghouta y los asesinos permanecen libres para matar.

El ultimo domingo al menos 82 personas murieron y más de 250 resultaron heridas en un bombardeo de la aviación del régimen sirio contra un mercado en la localidad de Douma, en las afueras de Damasco. Mientras Assad, que es apoyado abiertamente por Rusia e Irán, actúa impunemente, las potencias occidentales llevan a cabo un gran operativo propagandístico para convencer a la opinión pública mundial de que el EI es el único y gran enemigo a combatir. El EI debe ser combatido, pero el gran terrorista fundamentalista en el Medio Oriente actualmente se llama Bashar al-Assad.

Romper el bloqueo a la revolución siria

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