El 26 de abril está convocada en Catalunya una huelga estudiantil universitaria por la rebaja de las             tasas universitarias, pues Catalunya es la Comunidad Autónoma que paga las tasas más altas

Aun así, el panorama que enfrentamos los estudiantes en todo el Estado Español es alarmante, pues nos encontramos ante la aplicación real de las dos reformas educativas que regulan la educación secundaria y universitaria, la LOMCE y el 3+2.

Este 8 de marzo ha servido a una buena parte del activismo estudiantil para romper con la desmovilización y retomar la lucha en institutos y facultades de todo el país. Tenemos que aprovechar el impulso que hemos tomado para ligar las reivindicaciones de las mujeres y las jóvenes trabajadoras junto con las del movimiento estudiantil.

Si bien las reválidas están paralizadas, el resto de la LOMCE está siendo aplicada a día de hoy. El modelo de itinerarios, que especializa a los centros y a su alumnado según sus resultados, supone el primer paso hacia la expulsión de la juventud trabajadora de unos estudios especializados y de calidad. Los estudiantes que tienen menos recursos y más dificultades para estudiar se ven desplazados a los PEMAR e inmediatamente a la FP Básica, de la que no sales con el graduado escolar al terminar, convirtiéndote en carne de cañón para el mercado laboral. En FP los recortes en el presupuesto y la entrada de la FP dual precarizan el aprendizaje de cualquier oficio. La LOMCE permite la financiación de centros que segregan por sexos, la evaluación de la asignatura de religión, y en definitiva, el desmantelamiento y la privatización de la escuela pública.

El decreto 3+2, que está diseñado para encarecer la educación universitaria, devaluar los grados universitarios con contenidos generalistas e imponer másters a precios desorbitados, ya se ha puesto en marcha en Catalunya. El pasado 13 de diciembre se aprobó la creación de cuatro grados nuevos de tres años en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Con el 3+2 como modelo universitario pasaremos de completar nuestra formación pagando unos 15.000€ aproximadamente mientras que, con la antigua licenciatura, anterior al 2001, pagábamos en torno a los 5.000 euros. Estos cuatro grados fueron aprobados con el apoyo de los representantes de estudiantes del Consejo de Gobierno de la UAB bajo la “condición” de la equiparación de precios del primer año de máster al precio del grado. El 3+2 no se puede negociar y Corriente Roja no seremos cómplices de ningún pacto que suponga su aplicación.

No hay manera de ser consecuente con la lucha estudiantil sin poner en el centro la derogación de la LOMCE y el 3+2. A pesar de que ya se estén aplicando no quiere decir que no podamos conseguir que retiren las reformas. Catalunya nos marca el camino que van a seguir las universidades públicas de todo el estado si los estudiantes no volvemos a tomar las calles hasta que retiren la LOMCE y el 3+2.

Corriente Roja llamamos a todos los y las estudiantes a apoyar la huelga catalana del 26 de abril – que nosotros convocamos contra la LOMCE y el 3+2 – porque estas reformas nos afectan a todos las y los estudiantes y por tanto la lucha precisa ser unificada a nivel estatal. Por ello, el 26 de abril, en correspondencia con la huelga catalana, es necesaria una jornada de lucha en el resto del estado que sea el primer paso para retomar la lucha contra la LOMCE y el 3+2.

A los sindicatos estudiantiles les decimos que tienen la responsabilidad y la obligación de adherirse a la huelga del 26 y convocarla estatalmente. No podemos esperar a que se apliquen del todo estas reformas: ¡retomemos las calles y las movilizaciones contra la LOMCE y el 3+2!

¡Derogación inmediata de la LOMCE y el 3+2!

¡Fuera el Plan Bolonia!

¡Abajo el 3’8%! ¡Por un 8% del PIB en educación que revierta los recortes!

¡Defendamos una educación pública, gratuita, de calidad, laica, igualitaria, democrática y que respete las lenguas de todos los territorios!