El delegado del Gobierno ha decidido prohibir las manifestaciones del 8M en Madrid, por razones de Salud pública. Días antes la ministra de Sanidad advirtió que este año las movilizaciones por el 8M «no han lugar» y se decidió permitir sólo aquellas con un aforo máximo de 500 personas.

Con esta última decisión, el Gobierno se suma a la campaña de la derecha para criminalizar el 8M y la lucha de las mujeres.

Es curioso que a este Gobierno sólo le preocupe la salud de las y los madrileños cuando llega el 8M. Pero la Salud pública no ha sido prioridad cuando por dos veces permitieron una desescalada hecha a toda prisa para «reactivar la economía», que es muy posible vuelva a llevarse a cabo ahora, aunque el riesgo de contagios es aún muy alto.

Tampoco ha sido prioridad cuando ni en Madrid ni en ningún sitio han reforzado nunca, ni siquiera en los peores momentos de la pandemia, unos transportes públicos atestados en los que las trabajadoras y trabajadores viajamos cada día. Cuando se ha permitido a negacionistas y fascistas hacer actos públicos, sin mascarilla .Y tampoco le preocupa al gobierno el alto índice de contagios cuando Ayuso vuelve a ir por libre y amenaza diciendo que no ve razones para cerrar Madrid en Semana Santa.

El 8M es el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Un día de lucha de toda la clase obrera. Y a las trabajadoras no nos hace falta que nos recuerden que la Salud pública es la prioridad, porque nos la estamos dejando desde el primer día, en la batalla contra el virus y con el sobreesfuerzo que estamos haciendo por llevar a cabo los cuidados a los que esta pandemia está obligando y de la que los gobiernos se desentienden.

Lo que no quieren, es que salgamos a la calle para decir alto y claro que las trabajadoras estamos siendo especialmente golpeadas por las consecuencias sanitarias, económicas y sociales de esta pandemia, sobre todo por la gestión caótica e ineficiente que el gobierno central y todos los gobiernos autonómicos están llevando a cabo en esta crisis sanitaria. Una gestión que no está mínimamente a la altura de aquello que las trabajadoras necesitamos y reclamamos, ni en consonancia con sus discursos hipócritas, con los que ahora quieren hacernos callar.

¡Porque estamos hartas de hipocresía!

¡Porque este año tenemos más motivos que nunca!

¡Por los derechos que nos están quitando y los que nunca tuvimos!

¡Porque no podemos más de contagios, de cuidar y de enterrar a nuestros seres queridos!

¡Porque para nosotras y nosotros la salud SÍ que es una prioridad!, denunciamos esta prohibición infame, con la que el Gobierno quiere impedirnos que salgamos a las calles este 8M en Madrid y en todos los lugares del Estado, guardando las distancias de seguridad y con las medidas higiénicas y sanitarias necesarias, como siempre hemos hecho!