Núria Campanera, militante de Corrent Roig y candidata de CUP-Crida Constituent

1/ La banca española (la AEB y la CECA) ha entrado de lleno en la campaña  electoral catalana. Alarmados por los resultados  de una encuesta que habían encargado y que daba mayoría de escaños y de votos a las candidaturas independentistas, han amenazado que «si se rompiera la legalidad vigente», «reconsiderarían su estrategia de implantación, con el consiguiente riesgo de reducción de la oferta bancaria y, con esto, de exclusión financiera y encarecimiento y escasez del crédito».

2/ Los mismos responsables y beneficiarios de la crisis económica, los que han engañado y robado al pueblo, los que han sido rescatados con dinero público a expensas del desempleo masivo, los recortes y las privatizaciones, tienen ahora la desverguenza de chantajear al pueblo de Cataluña

3/ Hay que subrayar el protagonismo que han tenido en esta operación los dos principales bancos catalanes, La Caixa (Caixabank) y el banco Sabadell, que forman parte destacada de la oligarquía financiera española

4/ La entrada en escena de la banca se suma a la de la gran patronal catalana y española y se añade a la campaña de chantajes emprendida por el gobierno español, que ha amenazado con la suspensión  de la Autonomía catalana y ha sugerido incluso la intervención del Ejército. Dentro de la misma ofensiva contra el derecho a decidir del pueblo catalán se encuentran las declaraciones de Obama, de Angela Merkel, Cameron y la Comisión Europea.

5/ Las amenazas de la banca y la gran patronal, del gobierno español, de Berlin y Bruselas, tienen que ser un estímulo para proclamar con urgencia la República catalana y defenderla de la embestida del Estado; para romper con la UE y el Euro, que no admiten sino vasallos; para unir fuerzas con la clase trabajadora y los pueblos del Estado español y de Europa para vencer juntos a los mismos enemigos.

6/ En cuanto a la banca, que amenaza con deslocalizar sus sedes y cerrar oficinas y el crédito en Cataluña, la respuesta tiene que ser clara: una de las primeras medidas de la República catalana, una vez proclamada, es intervenirla y ponerla bajo control público y de la clase trabajadora.

Barcelona, 20 de septiembre 2015