Que la presencia del «emérito» en Galiza es un nuevo insulto al pueblo gallego, no lo duda nadie que no tenga una mentalidad de esclavo, colonizada; pero ese insulto es la punta del iceberg de algo mucho más profundo: la verdadera esencia del régimen del 78, imperialista decadente y heredero del franquismo.

Es una tónica muy habitual de los medios de comunicación, separar las noticias, evitando que puedan establecerse conexiones entre ellas. Y este caso es un ejemplo de ello. En política las casualidades no existen, pero si las coincidencias por ellas determinadas.

Mientras el «emérito» viajaba de su refugio dorado pagado por todos y todas, Abu Dabi, a Vigo, su hijo, el actual rey, recibía con todos los honores al emir de Qatar; un país en el que como en Abu Dabi, las libertades democráticas son un sueño, construido sobre la vida de miles de trabajadores y trabajadoras inmigrantes, y donde las mujeres no existen.

Ya es casualidad que los dos «borbones» mantengan estrechas relaciones con dos estados que, junto con Arabia Saudí, son hoy el reducto de lo más reaccionario del mundo.

Pero claro, todos ellos tienen dinero fresco para invertir en un estado como el español, agotado o, como dicen otros, «fallido». La recepción de estado al emir de Qatar en realidad lo era a sus promesas de inversiones multimillonarias (4.700 millones de euros, dicen algunos). ¿Qué son los derechos de las mujeres, de la clase trabajadora o las libertades ante la lluvia de millones?

Por su parte, el «emérito» tiene patente de corso para pasearse por el mundo porque el aparato judicial español, heredero del franquismo, ha archivado todas las causas abiertas contra él por sus negocios con el hermano mayor de las «monarquías» árabes, Arabia Saudí. A la fiscalía española no le fueron suficientes todas las pruebas contundentes, hasta reconocimientos expresos de que cobraba «comisiones» por esos negocios, como si de un agente inmobiliario se tratara.

La impunidad que protege a los reyes, al efectivo y al «emérito», es la impunidad con la que los neofranquistas se mueven por el aparato del estado, el comisario Villarejo al frente; y no solo los de VOX, sino exministros como Martín Villa y Villar Mir, protegidos ambos por la nefasta «Ley de amnistía».

Todo este cúmulo de “coincidencias” son llevadas a cabo con la aquiescencia de un Gobierno que se dice “el más progresista de la historia”. Que se limita a decir que «el rey debería dar explicaciones», pero que «es un asunto privado y no le pueden impedir viajar»

¡Que no nos tomen por estúpid@s!

Los viajes del “emérito”, las recepciones de estado, etc., no son casualidad. Son decisiones políticas adoptadas por instituciones que comenzando por los gobiernos, son las mismas personas que aprueban reformas laborales, sobreseimiento de casos de corrupción, prisión de políticos o cantantes, etc.., etc… Estos insultos que cuestan dinero a la población, solo se acabarán cuando se acabe con el régimen del 78 sobre cuyas instituciones políticas y judiciales se sostienen.