Por un lucha unificada de los trabajadores y la izquierda contra la austeridad.

En el resultado de las elecciones del Reino  Unido, fue una sorpresa para todos el amplio triunfo de los conservadores después de cinco años de políticas de austeridad. Todos las encuestas y los analistas mostraban que el resultado sería muy parejo.  Pero esas mismas encuestas, poco antes de las elecciones, indicaban que el 40% de los votantes estaba “indeciso”.

Los conservadores lograron 331 bancas (aumentaron 29), el laborismo 232 (perdió 24), el SNP,  nacionalistas escoceses, 56 (aumentaron 50) y los liberales demócratas [miembros  de la actual coalición de gobierno] obtuvieron 8 (perdieron 48).  Los conservadores aumentaron su porcentaje nacional en 0.8%, pero en algunos distritos votos de los liberales demócratas fueron para conservadores, por lo que el colapso de los “lib dem” los benefició.

Sin embargo, sólo el 24% del electorado nacional votó por los conservadores. Esto cuestiona la legitimidad del nuevo gobierno, incluso antes de que se haya formado oficialmente, como resaltó la revista “Italian Limes”.

El sistema parlamentario británico (“madre de parlamentos”) en el que el primero más votado de cada distrito es electo es uno de las antidemocráticos sistemas electorales del mundo; favorece sin dudad a los grandes partidos y perjudica a los partidos más pequeños. Y este sistema electoral es decisivo para el resultado de la elección.

Los conservadores aumentan 23 bancas como resultado de un incremento de sólo 0,8% de sus votos porque por la dispersión de los otros partidos. Según el diario español El País, con un sistema electoral proporcional los conservadores tendrían 75 bancas menos, los liberales habría logrado cerca de 50, el nacionalismo sólo 25, el UKIP habría logrado 83 (obtuvo sólo 1) y los verdes 24 (logró 1).

Cameron usó la previsible oleada de votos al voto al SNP en Escocia para instalar el miedo en sectores del electorado: dijo que el SNP terminaría gobernando Gran Bretaña porque formaría una coalición con el partido laborista. Esto tuvo un efecto sobre la clase media inglesa, especialmente en el centro y el sur, aunque no en Londres y las grandes ciudades.

Cameron usó tácticas de temor acusando a los laboristas de que si no irían a formar un gobierno con el SNP, dijeran claramente que no. Pero sus respuestas en los programas de televisión a esta pregunta hicieron pensar a muchos que sí formarían esta coalición con el SNP. Así, como marionetas que alternan sus armas, a veces atacaban a los conservadores y otras al SNP, tal como hicieron en la campaña del referendo sobre la independencia escocesa.

El resultado electoral es desastroso para el laborismo: algunos dicen que es la peor crisis de su historia. Sin embargo, la principal razón de sus pérdidas es la vergonzosa campaña electoral que hizo contra la clase trabajadora, en particular contra los inmigrantes y los pobres. Se comprometieron a más austeridad igual que los conservadores.

Simbólicamente, Ed Balls (“canciller en las sombras” (1) durante el último gobierno de Cameron) perdió su banca. Tenía tan poca confianza de ganar que los dos días previos a la elección hizo campaña en otros distritos. Fue el más grande golpe individual de las elecciones. La clase media pensó que la economía estaba más segura en manos de Cameron que en las de laborismo. Ni Balls ni Miliband [principal dirigente laborista hasta las elecciones] son vistos como competentes en cuestiones económicas  por amplios sectores de la clase media.

En Escocia, el partido laborista fue destruido y sólo logró una banca y el SNP los barrió. El jefe de la campaña electoral del laborismo, Douglas Alexander, perdió ante un candidato del SNP (Mhairi Black) y el líder del laborismo escocés (Jim Murphy) también fue derrotado.

En el norte, Londres y otras ciudades los laboristas incrementaron levemente sus votos y también hubo un aumento en algunas áreas para los Verdes. Tal como el SNP, los Verdes se presentaron como una alternativa a la austeridad. Pero ambos han apoyado recortes y tienen un programa capitalista.

Los partido contra la austeridad

La TUSC es una coalición que expresa al sindicato RMT (transporte), al SP (Socialist Party) y al SWP (Socialist Workers Party). Presentó 613 candidatos en las elecciones locales y 135 en las generales. Tuvo algunos buenos en varios distritos en las elecciones generales (dos candidatos lograron más del 3%). En las elecciones locales un ex-concejal laborista fue reelecto y, según el site del TUSC, “el mejor porcentaje de votos en los concejos en que el TUSC se presentó fue logrado en Barnsley, con un 6,3%. En Doncaster, los candidatos del TUSC lograron un 4.6%”.

El problema es que el SP y el SWP antes de las elecciones estaban llamando a un frente único de todas las organizaciones de izquierda para fortalecer su alianza electoral (ver en la página del SWP:  https://www.swp.org.uk/resource/1268) Ellos no llamaban a unir las luchas o a unir a la izquierda en apoyo de estas luchas.

Si la TUSC realmente quiere ser un partido que dirija a la clase trabajadora y a la izquierda bajo un  programa de acción todas la luchas de los trabajadores y el combate contra la austeridad, debería se un partido real y no un “paraguas” electoral, y debería luchar todos los días contra el gobierno y los capitalistas, no sólo en las campañas electorales. En muchos casos, la TUSC aparece sólo durante las elecciones en muchas regiones donde se presentan.

La clase trabajadora no triunfará en sus luchas contra la austeridad por el camino del voto, por confiar en cambios a través del Parlamento o construir otro partido electoral. Hay que luchar por la unidad de a clase en las calles contra la austeridad. La cuestión es unirse en apoyo de todas las luchas en los sindicatos y comunidades y llevarlas a ser una sola lucha contra la austeridad.

Nosotros llamamos a apoyar a todos los movimientos de la clase que combaten la austeridad, apoyan las huelgas, ocupaciones y acciones de la clase trabajadora. Left Unity (Unidad de Izquierda presentó 10 candidatos en la elección general (su mejor resultado fue 1.8%), 23 candidatos en las elecciones locales 7 de ellos se presentaron como candidatos unitario de Left Unity/TUSC. El porcentaje más alto fue 5,5 y el número más alto de votos alcanzó 412.Old Swan Against the Cuts (OSAC) logró 6,08% con 437 votos, un porcentaje mayor que el obtenido nacionalmente por el TUSC y Left Unity.

Si quieres ser dirigente laborista ve hacia la derecha

Después de la renuncia de Miliband, su mayor competidor por el liderazgo laborista, Andy Burnham, continuó el bandazo hacia la derecha, exigió que los conservadores Tories introdujeran una interdicción de dos años sobre ciudadanos de otros países de la Unión Europea que reclamasen beneficios sociales después de haber arribado a Gran Bretaña. Burnham dijo que no es estaba entrando en política de facción y quería incluir las” blairites” en estas discusiones. En otras palabras, está tratando de construir algo más la derecha de lo que hizo Tony Blair (2). ¿Cómo aquellos que formularon las políticas de un criminal de guerra pueden ser bienvenidos de vuelta?

Sin embargo, en todos los sindicatos se abrirá la discusión sobre los lazos entre  los sindicatos y el laborismo, y sus líderes están bajo la presión de las bases. La línea de apoyar al partido laborista como un camino para acabar con la austeridad ha fracasado espectacularmente. No sólo esto, ahora el laborismo se está transformando en algo peor. Miliband y su equipo dicen que ellos fueron una experiencia de “izquierda”, de modo que ahora girará más a la derecha. ¡Bienvenido de vuelta el blairismo!

La burocracia sindical en crisis

No e solo el partido laborista que está en crisis. Los grandes sindicatos están  atados a este partido y han paralizado las movilizaciones contra la austeridad, desde 2010 en adelante. Prometían luchar pero detuvieron la continuidad de las huelgas, como la de noviembre de 2011, contra los ataques a las  pensiones y no hicieron nada para organizar una huelga general en 2012 o 2013. Las mejores direcciones sindicales sólo hacen una tibia crítica a la campaña electoral laborista contra la clase trabajadora. Muchos edificios de los sindicatos están repletos de carteles del partido.

En abril de 2014, Len McCluskey, dirigente del sindicato Unite [estatales], advirtió que Unite podría romper sus lazos con el laborismo si el partido perdía la próxima elección. Ese año, él dijo: “Así que no hay ninguna duda: Unite permanecerá apoyando plenamente al laborismo y a Ed Miliband en la agenda crecientemente radical que ha delineado”. También dijo, indicando las tensiones contra el laborismo dentro de los sindicatos que no era momento de “usar argumentos caldeados” contra el partido sobre su política o el futuro del  partido.

El 8 de mayo, cambió de nuevo y dijo: El dirigente del sindicato más grande de Gran Bretaña  ha advertido que sus lazos con el laborismo podrían ser puesto en riesgo si el próximo líder del partido fracasa en actuar como la voz del pueblo trabajador.”

McCluskey está bajo presión porque la regional de Unite en Escocia ha presentado una moción a la conferencia especial nacional del sindicato, que se realizará en julio,  llamando a una ruptura formal con el  partido laborista.  Para evitar una ruptura completa con las acciones del Laborismo está siendo hecho el llamado a formar una nuevo Partido Laborista Escocés. Sin dudas, estará compuesto por los  desacreditados viejos líderes laboristas escoceses.

Dirigentes de los sindicatos Unite y Unison pueden querer “reconstruir” el laborismo, aunque piensen que esta partido está bandeándose más a la derecha. Pero la intensa lucha interna de los sindicatos igualmente emergerá si las direcciones continúan actuando así. Estas posiciones muestran que las bases deben luchar contra la burocracia.

La burocracia sindical quiere controlar los movimientos anti-austeridad

Entramos en una situación política. El gobierno un ataque aún más grande sobre sectores de la clase trabajadora aunque la pequeña mayoría parlamentaria conservadora  lo hará muy vulnerable a los movimientos surgidos de los sindicatos y sociales. El embate va a continuar y se incrementará la resistencia desde abajo.

La [organización] Asamblea del Pueblo ha llamado a una manifestación para el 20 de junio en Londres. La llaman la marcha “para terminar con la austeridad”, pero la organización es controlada por la dirección de Unite y la izquierda laborista.

Asó, dos tendencias están emergiendo: una que llama para “terminar con la austeridad” bajo el control de la burocracia;  la otra es buscando el camino de combatir la austeridad basada en la independencia de las luchas de la clase trabajadora que es controlada desde abajo y  basada en la democracia obrera.

Después de cinco años de un gobierno de austeridad y el fracasado proyecto del laborismo, muchos  simpatizan con la idea de que necesitamos construir un movimiento de amplias raíces, organizando en las calles y luchando por un programa que su surja de las batallas de las comunidades y las bses de los sindicatos.

Es la batalla entre aquellos que quieren  “reformar” la austeridad y quienes quieren derrotarla, entre los que quieren controlar a los trabajadores y quienes quieren construir el movimiento en las calles a través de acciones de masas, dejando que los trabajadores qué acciones deberían ser tomadas y cuándo. En un análisis final, es la vieja lucha entre reforma y revolución.

El “suelo” está cambiando bajo todos los partidos políticos y movimientos. El nuevo gobierno va a aplicar ataques más brutales, pero, como muestra Escocia, la clase trabajadora está comenzando a agitarse, mientras que al sur de esa frontera [Inglaterra] ya no es más posible esperar por un gobierno laborista.  La clase trabajadora tendrá que construir organizaciones mucho más combativas y reemplazar  las viejas direcciones, y construir nuevas a partir de la construcción de los grupos anti-austeridad y de independencia de clase.

La lucha independiente de la clase trabajadora puede y debe derrotar la austeridad, aunque esto deberá hacerse sobre una base europea e internacional y “sobre las cabezas” de las burocracias sindicales. Estos lazos han comenzado pero deben fortalecerse mucho más. “Hablemos” con los trabajadores en lucha a través de Europa, tal como lo hacemos con los buenos vecinos. Mientras el nuevo gobierno prepara sus brutales ataques, un cambio en la conciencia de la clase está iniciándose,

  1. En Gran Bretaña, existe la tradición de que el principal partido de oposición forma un gobierno o gabinete “en las sombras” con los mismos cargo que el gobierno real. Canciller sería el primer ministro.

2. Tony Blair, primer ministro laborista entre 1997 y 2007. Aplicó un política neoliberal que hizo que lo llamaran “Tory” (conservador) Blair.