Cada vez que los políticos lanzan el mensaje de que la pandemia está controlada, aparece una nueva variante del virus que deja en evidencia sus mentiras e incapacidad de proteger nuestra salud.

Hace unas semanas, la nueva ola que ha vuelto a situar a Europa como epicentro de la pandemia no debía preocuparnos porque nuestro país tenía un alto porcentaje de vacunad@s y no había nada que temer.

Aunque la incidencia comenzó a subir, los gobiernos no vieron motivos para preocuparse, porque la sexta ola, al menos, de momento, no satura hospitales o Unidades de Cuidados Intensivo. Aunque algunas Comunidades Autónomas, como Catalunya han pasado a estar en el 30% de UCIs ocupadas por Covid-19 y otras, como el País Vasco, han anulado todas las intervenciones quirúrgicas no urgentes u oncológicas.

Que el personal sanitario en Atención Primaria ya no diese abasto entre la vacunación de niñ@s, la tercera dosis a adult@s o la vacunación de la gripe, les importa un comino. Solo cuando la explosión de contagios les ha estallado en la cara y las colas de personas en las puertas de consultorios para hacerse o recoger pruebas o pedir bajas laborales son evidentes, corren rápido a reunirse, no sea que se vean afectadas las compras y celebraciones de Navidad. Y de nuevo nos venden, que el caos que se ha instalado en todas partes no era previsible. El “problema” ahora, es que Ómicron, la nueva mutación del virus, es mucho más contagiosa.

Está claro que la irrupción de la pandemia en marzo de 2020 no era previsible, pero, casi dos años después y habiendo sufrido SEIS OLAS, ya no valen excusas: no se ha reforzado Sanidad y esto solo tiene un responsable: el gobierno central y todos los gobiernos autonómicos, que tienen la audacia de poner, otra vez, el foco en la responsabilidad individual.

Colapso de la Atención Primaria. ¿Quién es el responsable?

Incapaces de llegar a consensos en cómo actuar frente a la sexta ola, algunas autonomías piden más restricciones y recursos y denuncian que el Ejecutivo central suprimió hace meses el «fondo Covid» Pero a muchas CCAA no les ha temblado el pulso a la hora de despedir sanitari@s. 8.000 en Andalucía o 4.000 en Euskadi. En Madrid 7.500 sanitarios y sanitarias terminarán despedid@s el 31 diciembre, mediante un correo SMS. Según los datos del sindicato CSIF, ya a finales de octubre se produjeron un total de 13.000 despidos en todo el Estado.

Pedir los certificados Covid puede ser una forma de presión para vacunarse y dan una falsa sensación de tranquilidad. Pero está claro que estar vacunado no es ninguna garantía de que no puedas contagiarte o contagiar a otros en espacios cerrados. Medidas restrictivas y represivas como el toque de queda nocturno por su parte son ineficientes y hasta absurdas porque, que sepamos, el virus no se activa más de noche.

El gobierno aprobó que las Comunidades Autónomas ¡¡Atención!!, «podrán contratar personal jubilado y prejubilado para los centros sanitarios públicos y privados”. Y de nuevo ofrece al Ejército para reforzar la campaña de vacunación. ¡Lo que sea con tal de no contratar de forma estable más personal sanitario!

Y para intentar descongestionar la Atención Primaria y reducir el caos, aprueba que los contactos estrechos de infectad@s no tengan que hacer cuarentena si están vacunados. ¡Da vergüenza! Igual que indigna que la sanidad privada siga haciendo caja, porque muchas personas tienen que recurrir a laboratorios privados para hacerse una prueba PCR o salir corriendo a las farmacias si quieren pillar un test de antígenos, que en muchos sitios se han llegado a agotar y nos hemos quedado completamente desabastecid@s. 

Esta nueva ola SÍ es un riesgo a nuestra salud

La saturación de la Primaria tiene consecuencias desastrosas. En primer lugar, no hay forma de llevar a cabo un recuento fiable del número de contagios diarios ni ninguna labor de prevención que frene la transmisión comunitaria. Hacer seguimiento de infectad@s y rastrear contactos se torna casi imposible, por lo que el virus seguirá extendiéndose. Puede que infectarte no te suponga la muerte, pero el virus puede ocasionarte problemas de salud o agravar otros que ya padecías. Hay más de medio millón de personas diagnosticadas de «covid persistente» que no tienen tratamientos específicos. Y, en segundo lugar, la sobrecarga, el retraso en citas presenciales o la suspensión de pruebas e intervenciones menores, dificulta el diagnóstico y tratamiento precoz de determinadas enfermedades, lo que puede ser mortal para muchas personas, sobre todo aquellas que no pueden costearse ser atendidos en la sanidad privada

¿No habíamos aprendido la lección e íbamos a reforzar la Sanidad?

El pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud aprobó recientemente el nuevo Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria 2022-2023. Pero l@s profesionales denuncian que vuelve a ser más “palmaditas en la espalda” que no van a resolver las graves carencias de los centros de salud que llevan casi dos años desbordados.

La Federación de Asociaciones de Defensa de la Salud Pública (FADSP) calcula que hacen falta unos 1.000 médic@s más, 2.000 enfermer@s y 2.500 trabajador@s en administración en todo el país como mínimo, teniendo en cuenta además la dispar situación de cada Comunidad Autónoma. 

Madrid, por ejemplo, sólo dedica el 8% de su presupuesto sanitario a la Primaria (frente al 17% de Extremadura, la mejor). Siguen reclamando una «financiación de la Atención Primaria que alcance cuanto menos el 20% del presupuesto sanitario. Y sobre este Plan presentado, dicen que “sigue estando en la línea de lo realizado hasta ahora por el Ministerio de Sanidad: promesas y buenas palabras, sin compromisos concretos de financiación, de incrementos de plantillas y tampoco de garantías de acceso de la población a las consultas presenciales necesarias, en un tiempo razonable”.

¡No es el virus, es el capitalismo!

El gobierno español y todos los gobiernos no son sólo ineptos y corruptos. Saben muy bien que es imposible acabar con la pandemia y que el virus seguirá mutando, comprometiendo la resistencia de las vacunas, mientras no refuercen la Sanidad Pública lo que sea necesario y la mayoría de la población mundial no esté vacunada. El imperialismo está mostrando su peor cara: ¿Cómo puede ser que en EUA y Europa se esté vacunando a niñ@s y poniendo terceras dosis y en África apenas el 8% de la población está vacunada? Es preciso seguir denunciando que en todo el mundo hay un genocidio en marcha del que son responsables, por no liberalizar las patentes ni tomar las medidas adecuadas para no perjudicar los beneficios capitalistas. Y no estarán dispuestos a hacerlo si no les presionamos y en todas partes, la clase trabajadora y las masas seguimos con las movilizaciones.

Señor@s del gobierno: ¡Repudiamos sus medidas represivas y no nos interesan sus hipócritas felicitaciones de fin de año ni sus recomendaciones! ¡Exigimos medidas para un refuerzo de la Atención Primaria YA!