¡La juventud brasileña marca el camino! ¡Recuperar la lucha por una educación pública laica, gratuita, de calidad y en igualdad!

Durante el mes de mayo los estudiantes y trabajadores brasileños salieron a la calle masivamente contra los recortes educativos y la reforma de las jubilaciones. Finalmente, el pasado 14 de Junio tuvo lugar en Brasil una enorme huelga general contra las reformas del gobierno Bolsonaro: millones de estudiantes salieron a la calle junto a trabajadores de diferentes sectores de todo el país, pararon sus centros de estudio y de trabajo, cortaron autopistas y llenaron las calles movilizándose.

La receta del gobierno brasileño para enfrentar la recesión que acecha al país pasa, entre otras cosas, por grandes recortes a la educación pública, además de acabar con las jubilaciones de la clase trabajadora y con cualquier tipo de libertades democráticas, así como de promover el machismo, el racismo y la LGTBIfobia

La reforma educativa que pretende implantar Bolsonaro tiene como primera medidad un recorte del 30% al presupuesto educativo: un salto más en el desmantelamiento de la educación pública en favor del pago de la deuda a los banqueros. Además pretende implantar el cobro de una mensualidad en los estudios de posgrado, revisar los salarios y la estabilidad del profesorado, y acabar con la autonomía univesitaria, eligiendo a dedo los cargos de responsabilidad de las universidades desde el gobierno.

En definitiva, esta reforma viene a profundizar la situación de desigualdad en el acceso a la educación que ya existe en Brasil. Nada diferente de lo que pretenden aplicar en toda Europa. La situación de la escuela pública en Brasil, masificada e incapaz de ofrecer estudios superiores más que a una minoría de la clase trabajadora, es un espejismo de hacia dónde caminamos nosotros en el Estado Español, si no empezamos desde ya a plantar cara a las reformas educativas que todavía no se han derogado (LOMCE, 3+2 y Bolonia) y a las que están por venir.

Frente a esta situación la juventud estudiantil brasileña se echó a las calles durante el mes de mayo, consiguiendo una victoria parcial: que el gobierno devolviera 1587 millones R$ para el presupuesto educativo, demostrando que la lucha sirve. Sin embargo aún restan 4,25 millones R$ que el gobierno clama, no está dispuesto a devolver si no es aplicando la reforma de las jubilaciones y el resto de reformas educativas. Es por eso que el 14 de junio las y los estudiantes tuvieron un papel destacado en la huelga general en Brasil, luchando mano a mano con los trabajadores para garantizar el éxito de la jornada, como con el cierre de escuelas o del portón de la universidad de Sao Paulo, siendo reprimidos por la policía militar.

Sea en Brasil o en el Estado Español, parar la sangría a la educación pública, así como el ataque a los derechos y libertades democráticas de la clase trabajadora o la violencia contra las mujeres, las personas racializadas y LGTBI, exige organizar la resistencia desde las calles contra el gobierno que venga, empezando, como los compañeros de Brasil, por nuestros institutos y universidades y en conjunto con las luchas de la clase trabajadora.

Desde Corriente Roja hacemos un llamado a activistas, sindicatos y organizaciones estudiantiles a ponernos a la tarea de empezar a preparar un calendario de lucha estudiantil para el próximo curso, para conformar la oposición desde la calle al nuevo gobierno, y dejarle claro que no vamos a parar hasta revertir todos los recortes a la educación pública y derogar las reformas educativas que hacen de un derecho de todos el cortijo de unos pocos.