(Texto extraido de http://kaosenlared.net/frente-al-acoso-derribo-del-liberalismo-las-pensiones-tambien-alarma-la-nueva-vieja-politica/)

“Contrastemos el documento y las propuesta de CCOO con la posición de la Marea Pensionista»

 Lo más evidente en el documento es la ausencia de cualquier oposición o critica a los planes de pensiones privados como especulación de la banca, a pesar de que han fracasado estrepitosamente, a pesar de que en diferentes países ha habido quiebras que han dejado sin pensión a los ahorradores y a pesar que los trabajadores que se retiran generalmente recuperan menos dinero en valor de compra del que habían impuesto como partícipes del plan. Esto tiene que ver con el compromiso sobre el modelo de pensiones aceptado y defendido por ellos y con su propia participación en los planes de pensiones de empleo desde su negociación hasta su coparticipación con bancos en la gestión o su participación en las comisiones de control, además de tener una fuente de ingresos, sin olvidar que ellos ya están creando sus propios planes privados para sus afiliados.

Frente a ello la Marea  Pensionista lucha  por un sistema de pensiones exclusivamente público, sistema de reparto  cuyo eje principal es el fortalecimiento del sistema contributivo. Somos beligerantes con los planes de pensiones privadas y el engaño que suponen para negocio de los bancos.

2º Por supuesto no hay mención a los recortes que se derivan de la reforma de Zapatero que dan por buena.

Frente a ello la Marea plantea la revocación de esta reforma  basándonos en los recortes que ya están haciendo mella como la jubilación a los 67, los 37 años de cotización, el tope al complemento a mínimos, la no cobertura de lagunas etc. Nos basamos además en  diferentes   estudios de economistas que cada vez más concluyen que el sistema público ya quedó en vías de destrucción, aunque a más  largo plazo, con la reforma de 2011.

Por supuesto coincidimos en la necesidad de revocar las reformas de Rajoy en 2013 y añadimos las reformas  laborales que inciden muy negativamente en la SS.

 La plataforma de los sindicatos [CCOO-UGT] no incluye reivindicación alguna sobre una pensión mínima suficiente lo cual es lógico si recordamos que ellos firmaron una pensión por debajo de la  mínima al topar el complemento a mínimos.

Frente a ello la Marea desde su inicio tiene claro luchar por una pensión mínima digna que ciframos en 1000 euros a día de hoy.

 Los sindicatos  [CCOO-UGT] plantean que las tarifas planas que minoran la cotización de los empresarios sean repuestas a la SS con cargo al Estado.

A la Marea nos parece vergonzoso ponerse del lado de los empresarios pidiendo que sigan eludiendo las cotizaciones sociales. Esta medida sólo tiene sentido para ser aplicada en aras a la integración de colectivos de especial dificultad pero nunca con carácter general. Los empresarios han socavado y siguen socavando decenas de miles de millones a la Seguridad Social para aumentar sus beneficios y eso debe acabar de raíz.

 Es muy clarificador que en el documento hablan  que se debe acordar en el Pacto de Toledo una nueva fórmula de revalorización de las pensiones que mantenga el poder adquisitivo. ¿Por qué de pronto han abandonado la reivindicación de que deben revalorizarse con el IPC? La respuesta está en que ya habían aceptado la filosofía de cambiar de fórmula para sujetar los incrementos a otras variables desde la vergonzante firma por el representante de CCOO en la comisión de expertos y aunque entonces se le desautorizó en caliente para no levantar ampollas, nadie se cree que fuera por libre, mucho menos a tenor de los posicionamientos posteriores. Cierto que las bases de las federaciones hablaban de recuperar el IPC pero las cúpulas ya estaban en otra pantalla, ahora el concepto desaparece de inicio para que nadie se sorprenda llegado el momento.

La Marea Pensionista reivindica el indexamiento inmediato al IPC de todas las pensiones con la revisión a final de año.

6º Plantean que coyunturalmente se deriven ingresos de la imposición general en la cuantía que sean precisos para cubrir los gastos en pensiones.

La  Marea Pensionista planteamos que esa responsabilidad del Estado debe estar siempre garantizada como lo estaba antes del Pacto de Toledo. Las pensiones de los trabajadores no pueden estar menos garantizadas que las de los políticos, cargos de la administración, judicatura o fuerzas armadas.

 El documento recoge propuestas de fortalecimiento de las cotizaciones como incremento coyuntural de 2 puntos, destopar las bases máximas y elevar las mínimas, elevar el SMI, equiparación de autónomos al RG y añade un “chiste” como es que los gastos de administración los asuma el estado.

La Marea hemos venido proponiendo medidas de fortalecimiento de las cotizaciones sociales algunas coincidentes con éstas, en todo caso podemos suscribirlas todas porque para nosotros son fundamentales las cotizaciones sociales como principal fuente de ingresos de sistema lo que no debe confundirse con la responsabilidad exclusiva del estado. Proponemos además incorporar la variable de productividad como factor de cotización a la SS.

Sobre el chiste, no nos hace ninguna gracia y nos preguntamos que se habrían fumado en el Pacto de Toledo para sustraerles ingresos a las pensiones cargándoles gastos de Admón, semejante insulto a la inteligencia debería ser motivo para reclamar todo lo detraído por este concepto desde que se instauró, lo que sumaría algunas decenas de miles de millones de euros…

En conclusión. Se está librando una batalla entre dos modelos del sistema de pensiones, uno público-privado consensuado en el Pacto de Toledo por la vieja política,  los sindicatos y la patronal y otro, el modelo público de pensiones con responsabilidad exclusiva del estado, que ya lo fue antes del referido pacto, que debe fortalecer al máximo las cotizaciones sociales como fuente principal (que no única) de  financiación y que debe garantizar pensiones mínimas dignas.

Desde 1995 se impuso el pensamiento único derivado del consenso del Pacto de Toledo, la contribución propagandística de los sindicatos fue decisiva para la credibilidad entre la clase obrera. Coincidiendo con el inicio del pacto se suprimió la Invalidez provisional a la que en los sucesivos acuerdos le sucedieron recortes en  prestaciones de jubilación, invalidez, ILT, incremento de años de cotización mínima etc. Mejoraron porcentualmente las pensiones de muerte y supervivencia aunque con poco impacto en la cuantía porque eran y siguen siendo muy bajas. Todo caminaba poco a poco hacia el modelo deseado por el capitalismo donde el poder financiero iba acumulando capital en fondos de pensiones aunque despacio y las empresas iban obteniendo subvenciones o exenciones de cotización que han supuesto detraer más de 30.000 millones de las arcas de la SS, además de controlar y estrangular las bajas por enfermedad, hasta que se produjo el ataque frontal incumpliendo el propio pacto, primero el gobierno del PSOE y luego del PP.

Los sindicatos también habían mutado de modelo pasando de un modelo de lucha-negociación a un  modelo de gestión y servicios donde la negociación era la virtud por sí misma, lo que relegaba la movilización a momentos  puntuales como testimonio justificante.

En este contexto el eje principal que justificaba el  sindicalismo “moderno” y legitimaba a los sindicatos era la participación en el Pacto de Toledo.

El engaño constatado de los planes privados, el fracaso constatado del Pacto de Toledo, los recortes y el 15M pusieron en el escenario público un modelo de pensiones alternativo, hasta entonces silenciado por el pensamiento único, pero ahora llevado a la calle por la Marea Pensionista que se sigue extendiendo por todo el estado, la lucha en la calle, el apoyo  documentado entre economistas, técnicos de SS, catedráticos, intelectuales, profesionales del derecho y de la judicatura. La coincidencia con sindicatos alternativos y movimientos sociales han roto el pensamiento único del pacto de Toledo, lo que  amenaza los intereses del liberalismo pero también la exclusiva y el entramado de los agentes sociales en esta materia.

Los sindicatos no han cambiado nada, solicitan la vuelta al Pacto de Toledo incluso sin exigir que antes se reponga lo incumplido, cualquier cosa para recuperar el protagonismo como agentes sociales.

Estamos pues ante dos modelos diferentes e incompatibles que provocaran fricciones entre la nueva y la vieja política, de hecho ya hace tiempo que se vienen manifestando. Mientras en muchos ayuntamientos se han aprobado las mociones de la Marea, en otros, debido a las presiones de PSC y una parte de IC en soporte a  UGT y CCOO, se apoyan posiciones ambiguas  que tienen como denominador común el no rechazo a la reforma de Zapatero y la aceptación del Pacto de Toledo.

La Marea debe mimar la unidad que se ha venido dando en las calles: las luchas sociales en las que participan muchos afiliados a sindicatos mayoritarios y alternativos, así como no afiliados en la lucha en defensa de  las pensiones públicas. Sabemos que las direcciones de los sindicatos tienden hacia otro modelo, sabemos que no les ha gustado nada que se rompiera su hegemonía  de pensamiento único con el modelo alternativo de la Marea que  sigue extendiéndose mediante nuestra lucha e información mantenido a lo largo de nuestra geografía, sabemos que desarrollan estrategias para minimizar la Marea que, muy a su pesar, sigue creciendo. Todo ello nos debe llevar a no caer en el enfrentamiento, siendo fuertes frente al modelo del pacto de Toledo y frente a la dirección de los sindicatos, pero siendo compañeros de todos por la base para potenciar y extender la unidad de acción.

Las presiones de CCOO y de una parte de IC dentro de “Un País en Comú” son sibilinas pero evidentes, lo mismo empieza a pasar en Barcelona en Comú y algo parecido pasa en Podemos. Urge un debate que obligue a posicionarse a esas  fuerzas políticas del cambio. En Marea Pensionista seguiremos luchando en las calles y plazas. De las fuerzas políticas del cambio depende que sigamos a su lado o no,  porque el sistema público de pensiones no se vende, se defiende.

Por último, las reivindicaciones que plantea la Marea Pensionista de Catalunya responden esencialmente a las necesidades de los pensionistas actuales y futuros y señalan el camino para recuperar los derechos perdidos en los últimos años:

  • Recuperación del poder adquisitivo de las pensiones empezando por recuperar el 1,9% perdido en 2012, y acabando por reimplantar el modelo de revalorización automática en relación al IPC.
  • Derogación de todas las reformas laborales y de pensiones a partir de Junio de 2010. Jubilación a los 65 años.
  • Derecho a los suministros básicos garantizados (agua, luz, gas).
  • Eliminación de todo tipo de cooperación o re-pago.
  • Contra la privatización de los servicios públicos que atienden a la gente mayor.
  • Defendemos avanzar hacia un modelo de pensión y salario mínimo por encima de los 1080 €/mes.
  • Con independencia de fortalecer las cotizaciones sociales (eliminar los topes de cotización, incorporar variables respecto a la productividad, eliminar las tarifas planas, revisar exenciones etc.) la financiación debe estar garantizada por ley que obligue a los Presupuestos Generales del Estado a asignar al efecto las partidas que coyunturalmente sean necesarias para pagar las pensiones.
  • Incorporar al Régimen General de la Seguridad Social a las/los trabajadoras/es del hogar, con todas las consecuencias, incluida la prestación por desempleo y la cobertura de lagunas de cotización que llega a representar hasta un 38,10% menos de la pensión que antes de la Reforma de 2011.

Esperemos que la nueva política no quede atrapada en las telarañas y maniobras de la vieja.

Marea Pensionista de Catalunya

E-mail:mareapensionista@gmail.com

Web- http://mareapensionista.org/