El Gobierno de Rajoy, con el respaldo del Rey, PSOE y Ciudadanos aprobaron el 155, o lo que es lo mismo, la intervención de Cataluña. La primera vez en los últimos 40 años que asistimos a la intervención de una “Comunidad autónoma”.  Nos hablan del peligro “nacionalista” los que bajo el lema de “orgulloso de ser español” hacen desfiles militares y llenan las calles con las banderas españolas conmemorando el genocidio de los pueblos indígenas y el saqueo de un continente. ¿Por qué no salieron los patriotas con las banderas españolas cuando se desmantelaba la industria y el campo para dejar el país en manos de la Europa de los mercaderes, entregada a la banca y la industria alemana, yanqui o francesa? ¿Dónde estaban y están esos patriotas cuando nos saquearon y nos saquean “a todos los españoles” para pagar la deuda de los banqueros? Felipe VI, Rajoy y los partidos de su corte, son los representantes del nacionalismo que más está demostrando su beligerancia, intransigencia y cobardía, el que se esconde llamando nacionalistas a los demás cuando el suyo, el nacionalismo español, es el más nefasto.

Dan lecciones de democracia la monarquía heredera del franquismo, un Rey que jamás fue elegido por nadie, y los partidos políticos hundidos hasta los tuétanos en la corrupción:

Hablan de respeto a la legalidad y de imponer el orden, los que han robado a manos llenas el país, los del Partido de Bárcenas y la Gurtel o los de los Eres en Andalucía. Son los que tardan 2 días en encarcelar a miembros del Gobern y llevan 8 años sin poder averiguar quién es “M. Rajoy” en los papeles de Bárcenas.

¿Dónde queda el respeto a la Ley, cuando, reforma laboral tras reforma laboral, han condenado al desempleo y a salarios de miseria a millones de trabajadores/as? ¿Dónde queda el derecho al trabajo y a un salario digno para más de 13 millones de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza? ¿Dónde está el respeto a la Ley cuando han asaltado la hucha de las pensiones y ahora están amenazadas para 9 millones de pensionistas? ¿Dónde dejaron, estos amantes de la Ley y el orden, el derecho a la vivienda para millones de personas? ¿Dónde quedó ese derecho para las miles de familias que fueron desahuciadas desde que comenzó la crisis y que en el 2017 van a un ritmo de 189 desahucios diarios?

Las detenciones del vicepresidente Junqueras y el resto de consejeros:

Con el apoyo del PSOE-PSC-Ciudadanos, mostrándose nuevamente como colaboradores necesarios del PP, del régimen monárquico de la UE y enemigo declarado de la democracia y de la República catalana, han seguido las detenciones. El encarcelamiento del vicepresidente Junqueras y del resto de consejeros muestra que este régimen heredero del franquismo no acepta capitulaciones que no sean la rendición incondicional y que no renunciará, si se lo permitimos, a imponer un castigo ejemplar al pueblo de Cataluña. No dudan en construir un proceso plagado de irregularidades y vulnerar derechos fundamentales, como la garantía de defensa, la imparcialidad de la fiscalía o tomarse competencias que no le corresponde a la Audiencia Nacional, sólo por mencionar algunos, cuando se trata de hundir al adversario político. Esto muestra a las claras que estamos ante un caso flagrante de persecución política y por lo tanto los detenidos y acusados son presos políticos sin ningún lugar a duda.

Por si faltara poco anuncian unas elecciones a su medida para darle una cobertura “democrática” a este atropello al pueblo de Cataluña y del resto del Estado. Estas elecciones son las de los defensores del 155. Buscan legitimar la agresión, destruir el mandato popular del 1 de octubre y reintegrar el movimiento soberanista dentro de la vía muerta del régimen. Un fraude que no debemos avalar.

Conseguir la liberación de los presos políticos catalanes y hacer efectiva la República catalana exige derrotar el 155. Para eso debemos seguir impulsando y unificando la movilización dentro de Cataluña y en el resto del Estado. Las organizaciones políticas, sociales, sindicales y juveniles que venimos denunciando los recortes sociales y democráticos, debemos impulsar la movilización hasta derrotar al 155 y los recortes de Rajoy.

Represión a Cataluña mientras preparan un nuevo mazazo a los/as trabajadores/as y estudiantes con los presupuestos del 2018:

Los que hablaban de la recuperación económica (esa que a los de abajo no nos llega) tienen también la desfachatez de alertar sobre “los peligros económicos” que supondría la salida de Cataluña de España y los más de 13.000 millones de euros que “nos podría costar” la “aventura independentista”. El Gobierno de Rajoy ha saqueado 42.590 millones de euros que son los que no se van a recuperar (oficialmente) de la aportación del Estado al rescate bancario. En estos días han sacado otros 4.000 millones de euros de la hucha de las pensiones y según el Plan Presupuestario del Ejecutivo, la partida destinada a Educación pasa del 4% al 3,8% del PIB y la de Sanidad del 6% al 5,8%. En la partida destinada a, servicios sociales y políticas de fomento del empleo, la reducción será incluso mayor: pasará de recibir el 16,5% al 16,2%. ¿Van a aplicar por ello el 155 a la Moncloa y destituir a Rajoy, Montoro y sus “consellers”?

Con el 155, arropado en la patriótica roja y gualda, quieren tapar no solo el peor de los nacionalismos, sino su corrupción, robos y saqueo de derechos a los trabajadores/as y a los pueblos.

Hay que salir a la calle y apoyar todas las iniciativas unitarias en defensa del pan, el techo, el trabajo, la igualdad, la libertad de todos los presos políticos y el derecho a decidir de Cataluña.

Defender el pan, el trabajo, el techo y la igualdad; defender los derechos democráticos más elementales exige hoy de toda la clase obrera, unidad para defender la libertad inmediata de los Jordis y demás detenidos, defender el derecho de Cataluña a decidir y echar a este Gobierno de la corrupción, los recortes y la nostalgia de Franco.

¡LIBERTAD A LOS PRESOS POLÍTICOS CATALANES!

¡NO AL 155!

¡FUERA EL GOBIERNO Y LA MONARQUÍA DE LA CORRRUPCIÓN, DE LOS RECORTES SOCIALES Y DE LA GUERRA CONTRA CATALUÑA!