Para una Sanidad y Servicios 100% Públicos ¡La lucha es el único camino! Construyamos una organización obrera para el cambio social
Las Elecciones del 28 de mayo tienen en la Comunidad de Madrid un carácter marcadamente especial. Concentran hoy el mayor punto de polarización política y social de todo en Estado español. De un lado, quien ya gobierna y es la firme aspirante a ser la Trump o Bolsonaro en Madrid y en el gobierno central. De otro, el movimiento de protesta social más masivo después de las movilizaciones contra la guerra de Iraq o del 15M, la lucha en defensa de la Sanidad Pública.
Unas Elecciones atravesadas por la polarización social
“Se tiene que notar a la hora de votar”, se grita en las manifestaciones, mientras las encuestas y los medios vaticinan un tan seguro como amplio triunfo de Ayuso. “Es que hay gente que pese a todo la vota” o peor aún, “tenemos lo que nos merecemos”, se escucha en no pocas ocasiones. Un razonamiento que omite que existen clase sociales y que en las crisis no a todos/as nos va igual. Ayuso es un subproducto de la enorme desigualdad social que todos los gobiernos han ido alimentando. Ayuso, al igual que los Trump y Bolsonaro de este mundo, tiene su base social en la numerosa pequeña burguesía y las llamadas clases medias que en la desigualdad social les tocaron los pisos superiores, que no acepta regulación alguna, ni límites a su manera de vivir y hasta las más lánguidas políticas socialdemócratas “redistributivas” les parece “comunismo”. El alegato de Ayuso por la libertad va dirigido a ellos y es eso, la libertad de horarios, la libertad contra todo tipo de regulación, la libertad de explotar a los/as trabajadores/as y de liquidar todo lo público que pueda ser convertido en un suculento negocio (Sanidad, Educación, Servicios…), la libertad de privatizar el espacio público inundando Madrid de terrazas, la libertad de contaminar y destruir el medio ambiente porque el cambio climático no es más que “un cuento”.
Así pues, sí, Ayuso tiene una amplia base electoral inserta en el modelo económico predominante en Madrid: el del turismo, la hostelería y el comercio que, con su “libertad” de horarios 24h y trabajos basura, enriquece a la gran patronal de estos sectores y sostiene a miles de pequeños empresarios y comerciantes y hasta algún sector de los miles de trabajadores/as que no encuentran alternativa a la precariedad que les ofrece esta “libertad” y todo ello amalgamado en un discurso patriotero del nacionalismo español.
Pero la otra cara de la realidad es que Ayuso despierta un odio y rechazo masivo entre otra gran parte de los y las trabajadoras y el pueblo de Madrid, como se comprobó en los barrios obreros en el confinamiento selectivo durante la pandemia, como se viene demostrando en la lucha de las vecinas y vecinos de San Fernando de Henares, a los que la faraónica obra del Metro les ha dejado sin casas; o las masivas e históricas manifestaciones en defensa de la Sanidad Pública, precedidas por innumerables protestas en los barrios ante los desmantelados Centros de Salud. Recordemos que Ayuso es la responsable del “protocolo de la vergüenza”, que en el peor momento de la pandemia negó el traslado a hospitales a los enfermos/as por covid-19 de las Residencias de mayores, provocando la muerte de más de 7.000 personas. Hablamos pues de un gobierno manchado de sangre. Son esas movilizaciones las que han plantado cara a Ayuso y han sido la verdadera oposición.
Recuperar la Sanidad y los Servicios 100% Públicos
Aunque el plan privatizador de la Sanidad madrileña se remonta a Esperanza Aguirre y, ciertamente, es una política que sufrimos en todo el Estado, Ayuso continúa situando a la CAM como punta de lanza del desmantelamiento de la Atención Primaria y los “conciertos público-privados” de los hospitales madrileños. En apenas un año, ha aumentado en 300 millones el dinero destinado a la externalización (privatización) de los servicios hospitalarios, con el despropósito del Zendal como máximo exponente. Mientras tanto, profundiza la escasez de sanitarios en Atención Primaria, situando a Madrid como la penúltima Comunidad Autónoma con menos doctor@s por habitante (al 56,79% le corresponden más de 1500 pacientes), y la última en personal de enfermería.
Con estos datos no es de extrañar que la CAM sea la Comunidad Autónoma con un mayor número de personas con seguro privado (40% de la población) y menor inversión per cápita en Sanidad. Pero esta política, por la que Ayuso convierte la salud y los cuidados en un negocio (recordemos que más del 76% de plazas en residencias de ancianos son privadas) no se restringe a la Sanidad. También están llevando este desmantelamiento a la Educación Pública, con medidas como el aumento de un 15% en la partida para financiar los centros públicos de gestión privada (concertados) en los que ya está casi el 60% del estudiantado madrileño. Este curso en la Comunidad de Madrid se han quedado sin plaza en los ciclos formativos miles de estudiantes, lo que les empuja a los centros privados (l@s que tengan posibilidades) o les arroja a la precariedad laboral.
Además, en medio de una situación de emergencia como fue la pandemia, Ayuso no tuvo ningún miramiento en que su familia hiciera negocio con las mascarillas, reflejo de la política del “amiguismo” con el que llena de dinero público los bolsillos de los mismos magnates que le respaldaron cuando fue señalada por su propio partido, logrando organizar una movilización para echar a los que le señalaban por corrupta.
Desde la calle y las urnas: ¡Echar a Ayuso!
Corriente Roja no es un partido electoralista, ni somos parte de las formaciones políticas que aspiran a gestionar el Estado capitalista desde sus instituciones. Creemos que la lucha, las movilizaciones y la auto-organización obrera y popular son el único camino para un verdadero cambio social. La Ley electoral antidemocrática pone trabas de toda índole, en especial materiales, para que opciones como Corriente Roja podamos presentarnos. Y si logras pasar los obstáculos en la campaña, las Juntas y los medios de comunicación invisibilizan a las opciones revolucionarias, obreras, que no forman parte de este régimen y cuestionamos el sistema capitalista. Por esa razón en esta ocasión no vamos a presentar candidatura propia en Madrid. Sin embargo consideramos esta cita electoral como un acontecimiento político muy importante en el que una organización revolucionaria como la nuestra debe intervenir y posicionarse.
En estas elecciones a la CAM estamos en la misma trinchera de los que desde las movilizaciones han demostrado que quieren echar a Ayuso. Por ese motivo, y sin depositar ningún tipo de confianza política en su proyecto, llamamos al voto crítico a Mónica García, quien es la principal figura de oposición a Ayuso en la Asamblea de Madrid, además de médica y activista en defensa de la Sanidad Pública y, a diferencia de las otras formaciones mayoritarias en la llamada izquierda, no forma parte del Gobierno del atraco a los salarios con su Reforma Laboral, de las promesas incumplidas, y que ha mantenido leyes, como la 15/97 que son la base de toda la privatización sanitaria.
¿Por qué el voto es crítico?
Nuestro acuerdo con Mónica García empieza y termina en el voto del 28 de mayo. Derrotar electoralmente a Ayuso y echarla del gobierno de Madrid es condición necesaria, pero no suficiente, para acabar con su proyecto político y lograr las medidas que necesitamos y han sido un clamor en la calle. En las propuestas políticas y el programa de Mónica García no hay un compromiso explícito con una Sanidad 100% Pública, donde no vaya ni un solo euro a la privada, donde se reincorpore al sistema público de salud todo lo privatizado, desde los servicios hasta el personal sanitario. Mónica García no plantea la derogación de la Ley 15/97, de Nuevas Formas de Gestión, que abrió la puerta a la privatización de la Sanidad Pública, presentada por el PP y aprobada con el apoyo del PSOE.
Al igual que el gobierno PSOE-UP, su política es la de la “colaboración público-privada” que en materias de sanidad, educación, servicios públicos o vivienda, enmascaran los millonarios recursos públicos que se trasvasan a las empresas privadas (“concertadas” o “de gestión”).
Mónica García forma parte de Mas Madrid, el Partido de los incumplimientos de Carmena y del Plan Chamartin y anuncia su apoyo SUMAR, el proyecto de Yolanda Díaz la Ministra que alardea de los contratos a tiempo parcial y fijos discontinuos con los que con su Reforma Laboral ha condena a millones de trabajadores/as a salarios de miseria y precariedad.
Necesitamos que los ricos paguen más para reconstruir, de forma pública y sostenible, el tejido industrial desmantelado que sustituya la economía basada en el consumo de turismo masivo que agudiza la crisis medioambiental, mientras los y las trabajadoras ejercemos de sirvientes por salarios y condiciones de miseria. Además, este modelo productivo fomenta los pisos turísticos, con los que hacen negocio los grandes propietarios de viviendas y sectores de clases medias abonados al rentismo profundizando el drama del acceso a la vivienda.
La candidata de Más Madrid no plantea verdaderas medidas de urgencia que expropie las viviendas vacías en manos de la Banca, grandes propietarios y fondos buitres, para crear un parque público de viviendas de alquiler social. Tampoco de su parte ha habido una respuesta satisfactoria a la demanda de las trabajadoras/es de la Coordinadora Madrileña de Emplead@s Públic@s en Fraude de Ley de la Administración Pública, cuya lucha es fundamental no solo para sus derechos sino para el servicio público y que sintetizan en cinco puntos y una clara demanda: la estabilización del personal temporal de larga duración de la Comunidad de Madrid.
El 28M en las urnas y el 29 a seguir en las calles, gobierne quien gobierne
La verdadera oposición a Ayuso ha sido la calle, los barrios y pueblos obreros y gobierne quien gobierne será esa movilización la única garantía verdadera de cambios, en la Sanidad Pública, en la Educación, en la Vivienda…. y en todas las políticas y la vida social de los trabajadores/as y el pueblo.
Para echar a Ayuso: el 28M voto crítico a Mónica García. Para lograr una Sanidad y Educación 100% Pública y rescatar Servicios Públicos, sigamos la lucha, las movilizaciones desde los barrios y pueblos. Por una salida revolucionaria, obrera y socialista a este sistema capitalista y a este régimen monárquico, organízate con Corriente Roja.