A poco más de un mes de la concentración en Colón del tripartito del 155, las calles de Madrid se llenaron de catalanes y banderas independentistas para manifestarse por la libertad de l@s pres@s polític@s. Según los organizadores más de 500 autobuses y una quincena de trenes AVE, se desplazaron desde Cataluña y otros puntos del Estado español (Andalucía y Aragón), como demostración de fuerza del soberanismo. La manifestación que arrancó desde Atocha sobre las 18,00 horas congregó alrededor de 50.000 personas e iba encabezada por una pancarta cuyo lema decía: La autodeterminación no es un delito, Democracia es decidir””. Durante el recorrido las consignas más coreadas fueron “Libertad pres@s polític@s”, “No es un juicio es una farsa” “las calles serán siempre nuestras”, etc… Todo un desafío teniendo en cuenta la criminalización y el comportamiento provocador de ese trío reaccionario encabezado por Casado, Rivera y Abascal que viven permanentemente de enfrentar a la población española con el pueblo catalán.

A pesar de que numerosas organizaciones y colectivos sociales de Madrid adherían al Manifiesto y a la propia convocatoria de la Manifestación, la asistencia de estas organizaciones y colectivos fue muy escasa y el grueso de l@s asistentes lo puso Cataluña. La Manifestación concluyó en la Plaza de Cibeles donde se había colocado un escenario para dar lectura del Manifiesto unitario y las diferentes intervenciones.

Corriente Roja, volvimos a salir a la calle una vez más a mostrar nuestro apoyo y solidaridad con el pueblo catalán y a denunciar la farsa judicial. Sin embargo y como nuestra propia Declaración decía “defender el derecho a decidir y la libertad de los pres@s polític@s catalanes no implica en modo alguno dar apoyo político o compartir su actuación. No podemos apoyar políticamente a quienes aplicaron desde el gobierno de la Generalitat los planes de recortes, forman parte de partidos burgueses y fueron los primeros en no respetar la voluntad de los que fueron a votar el 1-O y fueron salvajemente reprimidos”.

También queremos señalar y destacar las numerosas muestras de agradecimiento y abrazos que obtuvimos de much@s de l@s asistentes a la manifestación, que no solo se acercaron a nuestro cortejo a felicitarnos, sino que permanecieron durante casi todo el recorrido junto a nosotr@s coreando las consignas. Una emotividad y un hermanamiento que quedará para siempre en nuestra memoria.

La Manifestación del 16M ha supuesto una enorme bofetada para tod@s aquell@s que vienen manteniendo esa competencia desbocada por ver quien quita más lazos amarillos o se muestran como el mayor defensor de la unidad forzada de España. Más si cabe por tratarse de una Manifestación que se celebró en Madrid: el corazón del estado.

Por último, constatar que jornadas como la del 16M nos reafirman más que nunca que la clase obrera en vez de enfrentarnos, tenemos que luchar contra todo tipo de unión forzada y defender juntos el derecho a decidir. Esta será la mejor manera de lograr la unidad con la clase trabajadora del resto del Estado para acabar con la Monarquía y poner las bases por una unión libre de repúblicas.