Más de 50.000 personas llenaron las calles de Iruña/Pamplona, el pasado 14 de abril,  reclamando Justicia y libertad  para los ocho jóvenes de Altsasu.

Un grupo de compañeros/as de Corriente Roja, formando parte de la delegación de Cobas, asistimos a la manifestación y al finalizar la misma entregamos un comunicado de solidaridad y apoyo a los jóvenes de Altsasu y sus familias.

Reproducimos el comunicado y nos sumamos a la nota emitida por Cobas dando las gracias tanto a las familias de los jóvenes como a las muchísimas personas que nos aplaudieron y nos agradecieron la presencia en la manifestación. Los agradecidos/as somos nosotros/as porque esta lucha ejemplar está defendiendo las libertades democráticas más elementales para todos/as. Está siendo una respuesta ejemplar a un intento de castigo ejemplarizante e injusto. Ha sido para nosotros/as un honor participar de esta manifestación. Muchas gracias, Eskerrik asko.

Desde Corriente Roja, queremos reiterar todo nuestro apoyo y solidaridad, con los jóvenes de Altsasu, sus familias y amigos/as y estaremos en la manifestación de Iruña el próximo 14 de abril, manifestación que precede al inicio del juicio en los próximos días.

Convertir una pelea de bar en un juicio contra «terroristas»  es un despropósito y una vergüenza. Para justificar esta verdadera atrocidad, calificaron una riña en un bar a altas horas de la madrugada como un delito de terrorismo. Lo que fue una trifulca de bar entre dos guardias civiles de paisano con sus parejas y jóvenes de Altsasu, se convirtió enseguida en una  “emboscada”, “linchamiento”, “agresión multitudinaria” y “brutal paliza”. Y eso fue posible por una escandalosa campaña mediática que se puso en marcha desde los grandes medios de comunicación ante las actitudes timoratas, cuando no cómplices, de los que desde las instituciones le bailaron el agua al gobierno  con sus pronunciamientos expresando su más “enérgica condena y rechazo de la brutal agresión” y mostrando su “apoyo y solidaridad con la Guardia Civil ante estas injustificadas agresiones”.

En medio de ese linchamiento mediático a los jóvenes de Altsasu, el Fiscal de la Audiencia Nacional asoció de manera completamente arbitraria la versión de los hechos aportada por la Guardia Civil con la campaña “Alde Hemendik” (“Que se vayan”) y los  calificara como delito de terrorismo.

El 14 de abril, día de la manifestación en Iruña bajo el lema «Justicia. No es terrorismo«, se cumplirán 515 días desde que los ocho jóvenes de Altasasu fueran detenidos. Desde entonces, tres de ellos siguen en prisión.

La Fiscalía de la Audiencia  Nacional solicita penas que van de los 62 años y seis meses a los 12 años y seis meses. Un total de 375 años… por una pelea en un bar con guardias civiles de paisano sin identificar y fuera de servicio.  Baste contrastar esta conducta con la de la Guardia Civil y la «justicia» con el caso de Francis Franco, el nieto del dictador, al que se condenó a 30 meses de prisión por huir de la Guardia Civil (de uniforme y en acto de servicio) y acabar embistiendo con su vehículo contra el coche patrulla lesionando a uno de los agentes. Así es la vara de medir de la justicia.

 

El proceso, repleto de irregularidades, pone la guinda a su arbitrarias actuaciones, con el rechazo de la Audiencia Nacional a la recusación pedida por la defensa de los jóvenes de la magistrada instructora del caso, Concepción Espejel, dado que ésta está casada con un coronel de la Guardia Civil y ha sido condecorada por este cuerpo militar con el distintivo de la Orden del Mérito de la Guardia Civil.

La vergüenza de este montaje mediático, judicial y policial contra los jóvenes de Altsasu solo es posible entenderlo recordando de nuevo que el aparato judicial y policial de este régimen  monárquico es el heredado del franquismo.

Hechos como los de Altsasu, el procés de Catalunya, Valtonyc, Strawberry, Alfon, los 6 de la Macarena (activistas y sin techo sevillanos), tuiteros y titiriteros entre otros, explican la deriva autoritaria tanto del gobierno de Rajoy como del régimen. Un gobierno que encarcela a personas inocentes, mientras deja en libertad a banqueros, corruptos, especuladores y a los responsables de llevar a este país y a l@s trabajador@s a la ruina. Los mismos que reforman el Código Penal e imponen sus “Leyes Mordaza” para garantizar su represión presente y futura y continuar aplicando los recortes.

Queremos reiterar nuestra solidaridad y felicitaciones a las familias de los procesados y detenidos, que agrupados en Altsasu Gurasoak, ha hecho un trabajo incansable y a través de ellos enviar un saludo y todo nuestro ánimo a los 8 jóvenes de Altsasu y en especial a Oihan, Adur y Jokin que desgraciadamente siguen en prisión.

Contra este montaje vergonzoso, por  la inmediata libertad, sin cargos, de los encarcelados, así como el archivo de la causa judicial.

Todo nuestro apoyo a los jóvenes de Altsasu y sus familias.