En marzo de 1979, decenas de miles de personas, la mayoría mujeres, marcharon en Teherán contra la entonces nueva Ley que obligaba al uso del hijab (el código islámico de vestimenta y de cubrirse la cabeza), instituida por la naciente República Islámica, así como otras leyes que atacaban los derechos de las mujeres, en particular la legislación familiar. Ellas cantaban «no hicimos la revolución para retroceder». El mensaje era claro. Las mujeres fueron parte de la Revolución Iraní de 1979 por justicia social y económica contra la dictadura del Sha respaldada por Estados Unidos. Pero su sustitución por una nueva dictadura, la de la República Islámica, significó la traición de sus sueños de liberación.

Hoy, miles de personas están de nuevo en las calles de Irán, como lo han estado casi permanentemente en los últimos años, un microcosmos para una larga lucha por justicia social durante el último siglo. Siguen los pasos de las mujeres de marzo de 1979 y tienen un mensaje para el mundo: «mujeres, luchen, por la libertad». El brutal asesinato de Mahsa (Zhina) Amini por la Patrulla de Orientación (gasht-e ershad), una policía estatal «moral», el 13 de setiembre por supuesto «uso indebido» del hijab encendió su furia. Pero no los aterrorizó, sino que estimuló nuevamente a las masas a luchar. Zhina, una mujer kurda cuya comunidad sufre discriminación étnica en Irán, murió bajo custodia policial en circunstancias sospechosas. El Estado se negó a dar explicaciones transparentes sobre su muerte. Al menos ocho manifestantes han sido asesinad@s hasta el momento y el número de víctimas sigue aumentando. El lunes estalló una Huelga General en el Kurdistán iraní.

Manifestantes en decenas de ciudades exigen el fin de la dictadura, el desmantelamiento de la Patrulla de Orientación, que el uso del hijab sea opcional y de acuerdo con la elección de cada individuo, y muchas otras demandas. Es necesario que acabe la vigilancia sobre los cuerpos de las mujeres. Pero estas protestas van mucho más allá del tema de la vestimenta y son parte de una lucha mucho más grande por justicia económica, social y de género. Para entender cómo, observemos las Huelgas recientes de l@s trabajador@s de la educación en todo Irán desde diciembre de 2021. Al menos 60 % de est@s profesionales son mujeres, y además de luchar contra sus empleadores cuando son asediadas por llevar el hijab de forma «inadecuada», muchas dirigentes del movimiento de educadores plantean otras demandas interrelacionadas. Exigen la construcción de más escuelas en regiones rurales, señalando que es menos probable que las niñas sean enviadas a escuelas más distantes que los niños. Exigen igual salario para hombres y mujeres, y un salario digno en general, ya que el salario del sector en general ni siquiera sobrepasa la línea de pobreza oficial de Irán. Muchas también piden la transformación del contenido de las clases y de los libros didácticos para estimular la igualdad de género. Aquellas que ya lo hacen por iniciativa propia se ven forzadas a someter sus planes para las aulas a la administración de las escuelas. Las mujeres educadoras exigen una educación sexual que aborde temas como la salud sexual, la anticoncepción y la lucha contra el asedio y el abuso sexual. También exigen un aumento de las licencias de maternidad y la construcción de guarderías en los lugares de trabajo. Muchas también se solidarizan con otros gremios de trabajador@s iraníes en Huelga por la dignidad. Dado que la mayor parte del sistema de educación pública de Irán ha sido monetizado y privatizado, y las direcciones de las escuelas cobran cuotas a l@s estudiantes (contrariando de la propia constitución iraní), exigen la educación gratuita como un derecho de todo estudiante. La exigencia de educación libre para tod@s encuentra eco en todo el mundo, en otros países donde la educación se ha convertido en una mercadería capitalista.

Exigen el fin de las crecientes contrataciones precarias temporarias de profesores, una práctica que afecta a la mayoría de la clase trabajadora en Irán y en todo el mundo. Exigen la liberación de tod@s l@s pres@s polític@s. Todo esto junto es, en resumen, el significado de «mujer, vida y libertad».

En todo el mundo, las mujeres, las personas trans, no binarias y quienes las apoyan se encuentran en una lucha renovada por igualdad de género. Al igual que l@s iraníes que luchan contra la vigilancia de los cuerpos femeninos, las masas en los Estados Unidos protestan por la derogación de la decisión Roe vs Wade y el derecho al aborto. Si pensamos profundamente en esta situación, vemos la increíble hipocresía de los políticos estadounidenses, que quitan los derechos de las mujeres en los EE. UU. pero afirman apoyar los derechos de las mujeres en Irán. Esta hipocresía es aún más visible cuando EE. UU., bajo gobiernos tanto republicanos como demócratas, impone sanciones que profundizan los problemas económicos que enfrentan las mujeres de Irán, que ya son graves debido a la codicia de sus propios gobernantes y la élite económica. En ningún momento esto es más obvio que cuando esas sanciones dificultan el acceso de las mujeres a la salud reproductiva. Ningún líder estadounidense puede traer libertad al pueblo de Irán, ya que el historial imperialista de intervenir violentamente en el destino de éste y MUCHOS otros países muestra que el gobierno estadounidense solo responde a sus propios intereses políticos y corporativos y a los de su burguesía.

Hoy es obligación de toda persona consciente en el mundo luchar para amplificar las voces del pueblo iraní por «mujer, vida y libertad». Es nuestra obligación ampliar las demandas de las protestas actuales que claman por el fin de la vigilancia de los cuerpos de las mujeres de Irán. Tenemos que apoyar las demandas de la clase trabajadora y l@s oprimid@s de Irán y su exigencia por el fin de la dictadura de la República Islámica. Tenemos que apoyarlos para que resistan la cooptación y explotación de su lucha por libertad por parte del imperialismo estadounidense y otros oportunistas, y ampliar su lucha local por la autodeterminación y la democracia. Mientras los poderes dominantes en Irán y el mundo l@s opriman en todos los sentidos, l@s iraníes seguirán resistiendo. Son fuertes, y un día alcanzarán la libertad.