¿Por qué debemos salir las mujeres a la calle este 8 de Marzo?

Este 8 de Marzo salimos a la calle contra nuestra desigualdad laboral. Para denunciar y rebelarnos contra todas las formas de violencia machista y exigir juicio y castigo contra quienes  nos  violan, acosan, agreden o nos asesinan. Contra el funcionamiento machista y patriarcal de las instituciones y de los gobiernos que pese a todas sus leyes y medidas, no tienen verdadera voluntad política de acabar con la opresión y sobreexplotación de las mujeres porque a la burguesía para la que gobiernan, le genera muchos beneficios. Contra los ataques de la patronal que en su intento de salir de su crisis, nos van devolviendo al S.XIX y utilizan a las mujeres como mano de obra descartable al servicio de sus necesidades productivas. Contra la mercantilización  y cosificación de nuestros cuerpos.

 

¿Por qué una  Huelga General el 8 de Marzo?

Las luchas, las movilizaciones y más aún las huelgas en las que nos quitan del bolsillo parte de nuestro sueldo a las y los trabajadores, no se hacen para «visibilizar» nada o de forma simbólica. Se hacen para intentar ganar algo, aunque a veces se pueda perder. Se hacen por reivindicaciones concretas. Un ejemplo de ello fue la huelga de nueve días de las trabajadoras de las cinco tiendas de Bershka en Pontevedra contra el gigante Inditex el año pasado, que consiguieron todas las medidas sociales y salariales que reclamaban o la de las trabajadoras de las residencias para personas mayores de Bizkaia, después de 370 días de paros y más de dos años de conflicto para que el convenio recogiese sus reclamaciones.

Este 8M tiene que servir en primer lugar para unificar y rodear de apoyo y solidaridad  todas las luchas de las mujeres trabajadoras en curso y darles un mayor impulso.

Y tiene que servir además para poner sobre la mesa una serie de demandas por las que habrá que seguir luchando el resto del año.

 

Y lo hacemos…. con toda la clase obrera

La lucha contra el machismo, contra la discriminación salarial, por la defensa del derecho al aborto… debe ser una tarea de toda la clase obrera y del movimiento estudiantil, aunque seamos las mujeres las que debamos estar al frente de esta lucha. Y esto por tres razones muy sencillas.

La primera es porque las mujeres somos parte de la clase trabajadora, casi el 50% aquí y en todo el mundo y mayoría hoy día, en los sectores más precarizados como son los servicios, donde más ha crecido la clase trabajadora en los países imperialistas. También las más de tres millones y medio de mujeres que realizan un trabajo doméstico y de cuidados que es necesario para el funcionamiento del sistema capitalista, son parte de la clase trabajadora, aunque no reciban un salario por este trabajo.

La segunda es porque todas estas demandas no se pueden lograr si no son parte de un plan de lucha más amplio, que exige enfrentar al gobierno de Rajoy y a todo aquel que siga poniendo el ajuste al déficit que impone la UE y el beneficio de la banca y la patronal, por encima de las necesidades de la mayoría social.

La tercera es porque el machismo, la violencia a las mujeres, su cosificación y la desigualdad laboral y salarial, aunque otorguen privilegios a los hombres, son utilizados para dividir y debilitar a la clase obrera y para sobreexplotarla. No hay ninguna posibilidad de ganar la lucha contra los planes de ajuste y los ataques que nos están infringiendo gobiernos y patronal sin unidad. El machismo es un problema de los hombres que sufrimos las mujeres pero que perjudica a TODA la clase obrera, Y aunque somos las mujeres quienes debemos estar en la vanguardia, hasta que esto no lo tengamos claro, no vamos a avanzar en esta lucha.

 

 

 Un programa de lucha

  • Derogar las reformas laborables de 2010 y 2012 que han sustituido empleo estable, con derechos, por empleo precario. Las mujeres somos las más perjudicadas. Nuestra tasa de paro es hoy un 3% más alta, el 80% de nuestros contratos son temporales y la brecha salarial ha seguido aumentando hasta el 24%. Continúa el acoso laboral en los centros de trabajo, o los despidos encubiertos a mujeres embarazadas.
  • Exigimos una Ley por la obligatoriedad de igualdad salarial entre hombres y mujeres y planes de igualdad obligatorios en todas las empresas, no sólo en las de más de 250 trabajadores, de los que además no hacen ningún seguimiento.
  • Exigimos permisos de maternidad y paternidad iguales e intransferibles y pagadas al 100% a hombres y mujeres y que se acabe con la discriminación laboral que sufren las empleadas de hogar, que en un 90% son inmigrantes y la mayoría ni siquiera tienen contrato.
  • Defensa de un sistema público que garantice pensiones dignas para todas e iguales entre mujeres y hombres. Actualmente nuestras pensiones son un 38% más baja que las de los hombres. Las mujeres somos el 93% de las personas perceptoras de las pensiones de viudedad cuyo importe no alcanza el SMI y también de las pensiones no contributivas.
  • Jubilación a los 60 años, pensión mínima de 1080 euros y garantizada por los Presupuestos Generales del Estado.
  • Aumento del gasto público reponiendo el empleo destruido en estos años, donde la mayoría de los despidos han sido a mujeres, ya que somos el 70% de las personas empleadas en el sector público y en los puestos más precarios.
  • Exigimos que se creen residencias y centros de día públicos para la atención de personas mayores y / o dependientes cuyos cuidados recaen en nosotras. Actualmente hay más de 300.000 dependientes en lista de espera, de los que 90 de ellos seguirán falleciendo cada día sin recibir los servicios a los que tienen derecho. Una  situación que afecta sobre todo a las mujeres por ser  la mayoría de las personas en situación de dependencia y porque son el 90% de las personas cuidadoras.
  • Exigimos un aumento del gasto en educación para tener educación sexual  y en valores de igualdad en la escuela pública, que prevenga los embarazos no deseados y prevenir el machismo en adolescentes y jóvenes. Para garantizar educación pública de 0 a 3 años, ya que actualmente el 70% de los menores de tres años no está escolarizado y el 85% de la oferta es privada o privada-concertada.
  • Exigimos aumento del gasto en sanidad para asegurar acceso universal al aborto legal en las primeras 14 semanas en los hospitales públicos, anticonceptivos fiables y gratuitos en la sanidad y tratamientos de fertilidad para todas sin discriminación de ningún tipo.
  • Exigimos políticas de igualdad en todos los ámbitos.
  • Exigimos aumento drástico del presupuesto destinado a la red de prevención, atención y protección contra toda violencia machista. No nos sirven los minutos de silencio de los gobiernos o el Parlamento, sus pactos de “postureo”, ni sus “paros simbólicos” este 8M.
  • Exigimos la depuración de un sistema judicial lleno de estereotipos y prejuicios machistas que revictimiza a las mujeres que sufren esta violencia, que cuestiona su credibilidad y persigue a aquellas mujeres que se atreven a denunciar.
  • Exigimos la formación en violencia machista de todo el personal que atiende a quienes la sufren.