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Prisión para la “manada” de A Coruña

Reproducimos a continuación, en castellano y en gallego, el comunicado de nuestr@s compañer@s de Corrente Vermella en Galicia, tras el asesinato homófobo de Samuel:

El asesinato de Samuel el fin de semana pasado fue, por mucho que quieran adornarlo, un crimen homófobo. Puede que la primera agresión no lo fuera, sólo un altercado entre un energúmeno y una persona que estaba en un «mal» lugar; pero la vuelta de ese energúmeno con un grupo de personas dispuestas a darle una paliza hasta matarle, es obvio que cambia el contenido de todo.

El asesinato vino precedido de una agresión homófoba unos días antes en Monte Alto a una pareja en la calle, al día siguiente rompieron una bandera LGTBI, y todo en la semana del Orgullo Gay, con manifestaciones masivas, incluida A Coruña. Blanco y en botella… Pero, ¿qué va a suceder?, lo que pasó con el asesinato de Jimmy en Madrid a manos de miembros del Frente Atlético, que resultó con nadie en la prisión porque entre ellos había militares en activo ¿Dejan a las bandas para-fascistas actuar impunemente con el objetivo de meter miedo en la población?

La homofobia, como la xenofobia (entre lo que se incluye la catalanofobia), el machismo y la aporofobia son las banderas que levantan desde un sector del capital y sus partidos con mucho peso en las instituciones, en la judicatura y en los cuerpos policiales, para intentar ganar el gobierno creando ambiente de crispación social, que es su caldo de cultivo. Vox acaba de poner una diana en la cabeza del editor de la revista El Jueves.

Como todo en el Estado español tiene su pecado original en la Transición mal hecha. El franquismo, del que esos partidos son herederos y del que no reniegan, tenía como una de sus señas de identidad el nacional catolicismo con toda la carga reaccionaria que tiene.

Así, la Ley de amnistía del 76 que libera a los criminales del franquismo de sus responsabilidades, no fue aplicada a los presos por «peligrosidad social», los gays, que continuaron en la prisión. De hecho, y aunque no se aplicara, la «Ley de peligrosidad y rehabilitación social» del 70 no es derogada totalmente hasta el año 1995. Esta es la sociedad en la que se producen estos hechos, una sociedad y unas instituciones que no son fruto de la ruptura con el franquismo, sino que desde la Audiencia Nacional hasta la Jefatura del Estado son continuidad del régimen de Franco.

Frente a ellos el gobierno «progresista» no va a hacer lo único que se debe hacer, pues los partidos progresistas son parte de este régimen y no van a hacer lo que no se hizo en el 76, la depuración y la ruptura con las instituciones herederas de la dictadura: si se quiere hacer justicia para Samuel hay que comenzar por limpiar de neofranquistas esas instituciones.

Alguien piensa que la “justicia” que metió en la prisión a los jóvenes de Altsasua, que decretó prisión para los políticos catalanes, que condenó a Alfon o a Bódalo; que liberó a los de la «Manada», que no es capaz de ilegalizar al PP por corrupto, cuando ella misma lo declaró como “organización criminosa”; va a condenar seriamente a esta “manada” que asesinó a Samuel.

Claro está que no va a haber justicia para Samuel si no se impone a través de la movilización en la calle y su continuidad, como se hizo ayer en docenas de ciudades y pueblos gallegos, así como otras ciudades del Estado español. Decenas de miles de personas en la calle son el primer paso para llegar hasta el final, que es la limpieza de neofranquistas, xenófobos y racistas de las instituciones, comenzando por el poder judicial.

No pensemos que el asesinato de Samuel es solo un crimen homófobo, es mucho más; es un atentado contra las libertades individuales por parte de un sector de la sociedad que sólo quiere defender los intereses de los poderosos, sea como sea. Los mismos que chillan y actúan contra esas libertades individuales son los que recurren la Ley de eutanasia, el aborto o los que impusieron el 155 en Catalunya; son los que impusieron las reformas laborales y de pensiones, las leyes mordazas.

Los que hoy asesinan a Samuel, un trabajador, por «maricón», mañana pueden atacar cualquier manifestación a favor de los derechos sociales dignos (pensiones, salarios o puestos de trabajo) que ellos rechazan.

En el fondo hallamos la crisis económica del sistema capitalista que quieren resolver con durísimas medidas que profundizan el empobrecimiento de toda la población trabajadora, sea cual sea su orientación sexual, género, raza o nación; por eso no derogan la Ley Mordaza, no modifican el Código Penal. Estas son las herramientas legales que el gobierno tiene para defenderse de las movilizaciones sociales; los asesinatos, la «estrategia de la tensión» como hicieron en los años 70 los neofascistas italianos, las amenazas contra medios críticos son las no legales, son el palo de la zanahoria.

Frente a eso no podemos mantener la división entre nosotr@s, la clase trabajadora y l@s oprimid@s nos jugamos mucho frente a los que quieren enviarnos al siglo XIX y debemos autoorganizarnos, para defendernos de los ataques que se vienen. Las organizaciones LGTBI, las organizaciones sindicales, políticas y sociales tenemos el deber de juntarnos para proponer movilizaciones que den continuidad a la lucha comenzada por la trágica muerte de Samuel.

JUSTICIA PARA SAMUEL: ¡CASTIGO A TODOS LOS CULPABLES!

¡POR LA DEPURACIÓN DE LAS INSTITUCIONES DE NEOFRANQUISTAS!

¡POR LA RUPTURA CON El RÉGIMEN DEL 78!

Prisión para a “manada” da Coruña

O asasinato de Samuel na fin de semana pasada foi, por moito que quieran adorna-lo, un crime homófobo. Pode que a primeira agresión non o fose, só un altercado entre un energúmeno e unha persoa que estaba nun “mal” lugar; mas a volta dese energúmeno cun grupo de persoas dispostos a dar-lle umha malleira ate mata-lo, é obvio que cambia o contido de todo.

O asasinato veu precedido dumha agresión homófoba uns dias antes en Monte Alto a umha parella na rúa, o dia seguinte romperon umha bandeira LGTBI, e todo na semana do Orgullo Gay, con manifestacións masivas, incluída A Coruña. Branco e en botella,… Mas, o que vai a acontecer?, o que sucedeu co asasinato de Jimmy en Madrid a mans de membros do Frente Atlético, que resultou con ninguén na prisión porque entre eles había militares en activo? Deixan ás bandas para fascistas actuar impunemente co obxectivo de meter medo na poboación?

A homofobia, como a xenofobia (entre o que se inclui a catalanofobia), o machismo e a aporofobia son as bandeiras que levantan desde un sector do capital e os seus partidos con moito peso nas institucións, na xudicatura e nos corpos policiais, para tentar gañar o goberno creando ambente de crispación social, que é o seu caldo de cultivo. Vox ven de poñer umha diana na cabeza do editor da revista El Jueves.

Como todo no estado español ten o seu pecado orixinal na Transición mal feita. O franquismo, do que eses partidos son herdeiros e do que non renegan, tiña como unha das suas sinais de identidade o nacionacatolicismo con toda a carga reaccionaria que ten.

Asi, a lei de amnistia do 76 que libera aos criminais do franquismo das suas responsabilidades, non foi aplicada aos presos por “peligrosidade social”, os gais, que continuaron na prisión. De feito, e ainda que non se aplicase, a “lei de peligrosidade e rehabilitación social” do 70 non é derrogada totalmente ate o ano 1995. Esta é a sociedade na que prodúcense estos feitos, umha sociedade e unhas institucións que non son froito da ruptura co franquismo, senón que desde a Audiencia Nacional ate a Xefatura do Estado son continuidade do réxime de Franco.

Frente a eles o goberno “progresista” non vai facer o único que se debe facer, pois os partidos progresistas son parte deste réxime e non van a facer o que non se fixo no 76, a depuración e a ruptura coas institucións herdeiras da dictadura: se quérese facer xustiza para Samuel hai que comezar por limpar de neofranquistas esas institucións,

Alguén pensa que a “xustiza” que meteu na prisión aos xovenes de Altsasua, que decretou prisión para os políticos cataláns, que condenou a Alfon ou a Bodalo; que liberou aos da “Manada”, que non é capaz de ilegalizar ao PP por corrupto, cando ela mesma declarouno como “organización criminosa”; vai condenar seriamente a esta “manada” que asasinou a Samuel.

Está claro que non vai haber xustiza para Samuel senón se impón a través da mobilización na rúa e a sua continuidade, como fíxose onte en ducias de cidades e pobos galegas, así como outras cidades do Estado Español. Ducias de miles de persoas na rúa son o primeiro paso para chegar ate o final, que é a limpeza de neofranquistas, xenófobos e racistas das institucións, comezando polo poder xudicial.

Non pensemos que o asasinato de Samuel é so un crime homófobo, é moito mais; é un atentado contra as liberdades individuais por parte dun sector da sociedade que só quere defender os interese dos poderosos, sexa como sexa. Os mesmos que berran e actúan contra esas liberdades individuais son os que recurren a lei de eutanasia, o aborto ou impuxeron o 155 en Catalunya; son os que impuxeron as reformas laborais e de pensións, as leis mordazas.

Os que hoxe asasinan a Samuel, un traballador, por “maricón”, mañan poden atacar calquera manifestación a prol dos direitos sociais dignos (pensións, salarios ou postos de traballo) que eles rexeitan.

No fondo achamos a crise económica do sistema capitalista que queren resolver con durísimas medidas que profundizan o empobrecemento de toda a poboación traballadora, sexa a sua orientación sexual, xénero, raza ou nazón; por iso non derrogan a lei Mordaza, non modifican o código penal. Estas son as ferramentas legais que o goberno ten para defenderse das mobilizacións sociais; os asasinatos, a “estratexia da tensión” como fixeron nos anos 70 os neofascistas italianos, as ameazas contra medios críticos son as non legais, son o palo da zanoria.

Frente a iso non podemos manter a división entre nós, a clase traballadora e os oprimidos xogamos-nos moito frente aos que queren enviarnos o século XIX e debemos nos auto organizar, para nos defender dos ataques que se veñen. As organizacións LGTBI, as organizacións sindicais, políticas e sociais temos a obriga de xuntar-nos para propor mobilizacións que den continuidade á loita comezada pola tráxica morte de Samuel.

XUSTIZA PARA SAMUEL: CASTIGO A TODOS OS CULPABÉIS !

POLA DEPURACIÓN DAS INSTITUCIÓNS DE NEOFRANQUISTAS !

POLA RUPTURA CO REXIME DO 78 !

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