A finales de octubre, en plena segunda ola, el Grupo Indra planteó un ERE para 1.036 trabajador@s en Indra Soluciones TI, con 13.000 trabajador@s en el Estado. Tres semanas después planteó otro para Indra Sistemas, este para 240 trabajador@s.
Indra es una de las grandes del IBEX 35. Participada al 18% por el Estado, esta multinacional se dedica al sector público, militar, consultoría, al sector TI… sus números no son ni mucho menos malos y dado el perfil “de cuello blanco” de la gran mayoría de sus trabajador@s y proyectos, han podido adaptarse fácilmente al nuevo panorama de la pandemia. Este ERE para dos de las empresas del grupo no tiene justificación.

Ingeniería contable para un ERE que no se sostiene

Nos encontramos en medio de una crisis que está dando un golpe muy duro a sectores económicos enteros. Pero para Indra Soluciones TI el panorama es muy distinto, incrementa la contratación, cartera de pedidos de récord e ingresos y liquidez similares a los de 2019. Pero ante unos buenos números, una contabilidad imaginativa puede intentar justificar un ERE con un par de “pérdidas” metidas con calzador. Indra no ha tenido pérdidas en los últimos años, tampoco en lo que llevamos de 2020, y estas “pérdidas” son trilerías contables que no afectan al flujo de liquidez de la empresa.

Este ERE no sorprende, el grupo ya propuso (y rechazó ante la unidad sindical) un ERTE durante el confinamiento de marzo. Ya se llevó a cabo un ERE de 1.700 personas en 2015 para seguir contratando después. Así, utilizan los despidos colectivos como forma de renovar plantilla actualizando salarios a la baja.

Respuesta unitaria: no al ERE

Todos los sindicatos de Indra Soluciones TI se han unido en un bloque de unidad de acción que rechaza de frente el ERE: CoBas, RSTIC, CGT, ASIT, USO, ELA, CIG y SIGI. Todos salvo CCOO y UGT, que tienen mayoría en la mesa de negociación (7/13). En el calendario del bloque y sus integrantes, han habido charlas, asambleas telemáticas, recogidas de firmas, preaviso de huelga y la propuesta que los sindicatos que estén por aprobar el ERE sometan esa decisión a un referéndum entre la plantilla. La conformación de este bloque es un ejemplo de unidad en torno a la defensa de los puestos de trabajo. CCOO y UGT han de abandonar la demanda de prejubilaciones y las insinuaciones de despedir subcontratados para unirse al bloque. Ya que existe unidad en que los números presentados por la empresa no justifican el ERE, el rechazo ha de ser unánime y frontal.

Que nadie se quede atrás, ningún despido en Indra
Los despidos planteados ahora tienen mucho más en común con los del último marzo que con los de 2015, por el antes y el después que marca la pandemia, por la propaganda de “salir unidos” del gobierno y la composición de éste. En este ERE, de momento, no han habido concentraciones ni manifestaciones, pero la empresa ha hecho una rebaja en su ataque, al proponer un mix de prejubilaciones, despidos y rebajas salariales en lugar de sólo despidos. Este cambio en su planteamiento nos demuestra que algo cambió, pues en el ERE de 2015 la empresa no movió ni una coma de su propuesta inicial a pesar de las movilizaciones.

La poca vergüenza del Grupo Indra planteando un ERE con beneficios, con la que está cayendo, da para que el conflicto rebase la empresa y llegue al debate público. ¿Por qué el gobierno permite que una empresa semipública con beneficios ataque a más de 1.200 trabajador@s? Esta es la pregunta que hay que grabar en la cabeza de la gente para forzar al grupo o al gobierno a detener esto. Es importante remarcar el aparente doble rasero: ¿Por qué desde el gobierno no se ha hecho gran cosa por frenar los ataques en Alcoa y Nissan, pero sí se rescata Air Europa con 475 millones? Pues para facilitar la adquisición de Air Europa por la multinacional IAG y que le salga mejor de precio. No hay un doble rasero, el gobierno tiene el criterio de blindar los beneficios empresariales, no los puestos de trabajo.

El Grupo Indra tiene un 18% de participación estatal a través del SEPI, siendo el Estado su principal accionista. El SEPI lo preside un exministro de industria del PSOE. Así, el gobierno tiene una responsabilidad evidente en este ERE, y si “de esta salimos unidos” y “nadie queda atrás” es necesario que “el gobierno más progresista de la historia” se moje y lo prohíba en caso que Indra no lo retire.

La pelea se puede ganar, pero hace falta que todos los sindicatos y la plantilla demos vida a las iniciativas del bloque sindical, que organicemos las asambleas de trabajador@s y el referéndum para decir que NO tragamos con el ERE. Los sindicatos y sus bases han de difundir el conflicto y emplazar al gobierno a mojarse. Si el grupo no da marcha atrás, el gobierno tiene la responsabilidad de frenar este ERE, sin contrapartidas hacia la empresa, si quiere salvar el tipo.

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