“No nos vamos a rendir, a mí no me van a callar, no me van a asustar, sé que cuento con el apoyo de la clase, de miles de trabajador@s, de mi organización, porque sabemos que estamos en el camino correcto”. 

Así concluía María Rivera el Acto Internacional de la Lit-ci “La Revolución chilena y la Convención Constitucional” el pasado 21 de febrero.
María nació un 28 de enero de 1958, y con apenas 12 años, inició su militancia, siendo activista por la candidatura de Salvador Allende de la Unidad Popular, quien por entonces era visto con expectativa por los activistas y la juventud con deseos revolucionarios. Unos años después, ya en 1972, se tornó activista de secundaria del Frente de Estudiantes Revolucionarios (FER), ligado al MIR.

En 1980 fue tomada presa por la CNI (Central Nacional de Informaciones), el servicio de inteligencia del dictador Pinochet. María fue colocada en el cuartel Borgoño, uno de los mayores centros de detención y tortura de la dictadura, del cual es sobreviviente.

En 1983 María es exiliada junto a sus hijos a Argentina, donde ingresa en las filas del MAS. Allí militó, entre otros lugares, en barrios obreros de Lanús, durante 7 años. Finalmente, en 1990, pudo regresar a Chile para incorporarse a las filas de la sección de la Liga Internacional de los Trabajadores, Lit.ci (MIT en Chile) donde continúa hasta hoy.

En 2004 fue reconocida como sobreviviente de prisión política y torturas por la dictadura de Pinochet, en el marco del informe de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, más conocida como “Comisión Valech”. María, ya como activista por los DDHH, decide utilizar su beca por la reparación para estudiar Derecho. En el 2008 es fundadora de la Defensoría Popular (Hoy llamada Defensa Popular), organización de abogados que atiende sin costo a víctimas de la represión policial y estatal. En el 2010 se gradúa como abogada y se transforma en una de las principales figuras defensoras de pres@s polític@s y víctimas de la represión.

María Rivera, dirigente del MIT, de la Defensa Popular y candidata a Constituyente por el Distrito 8 (en la lista del Pueblo), ha sido citada a declarar como imputada ante la Justicia por el supuesto delito de “Sedición Impropia”. La querella fue interpuesta desde la oficialidad de Carabineros en contra de nuestra compañera, por declarar abiertamente un llamado a la tropa de las fuerzas represivas a que deje de masacrar al pueblo chileno.

Desde Corriente Roja en el Estado español rechazamos totalmente la acción de Carabineros y de la Justicia. Este ataque a nuestra compañera y a nuestra organización hermana está enmarcado dentro de la persecución sistemática y encarcelamiento de aquell@s activistas que no están dispuestos a rendirse y continúan luchando por verdaderos cambios y transformaciones sociales en Chile. Carabineros sigue siendo, a día de hoy, una de las instituciones más cuestionadas por el pueblo chileno y no tiene legitimidad moral alguna para tomar acciones judiciales u de otro tipo contra los activistas sociales. Una institución que tiene manchadas las manos de sangre y sigue matando a trabajador@s y jóvenes en las calles de Chile.

 
Así mismo desde Corriente Roja hacemos un llamamiento a todas las organizaciones sociales, políticas, sindicales y de Derechos Humanos a que se solidaricen con nuestra compañera María. Es absolutamente inaceptable que mientras se siguen llenando la boca de “democracia” ytransparencia, continúen los ataques a nuestra compañera y a nuestra organización hermana.
 

Por todo ello, exigimos de manera inmediata que cesen las amenazas y las persecuciones de tod@s l@s perseguid@s y no dudaremos en denunciar las amenazas o intimidaciones que se sigan produciendo. Por último, solidarizarnos una vez más con nuestra compañera María Rivera y que tengan claro que haremos responsables a los Carabineros y a Piñera de su integridad física y mental.
¡BASTA YA DE AMENAZAS Y PERSECUCIÓN A MARÍA RIVERA!
¡BASTA DE VIOLENCIA Y ABUSO POLICIAL!
¡VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA!