El gobierno de Tsipras acepta el acuerdo rechazado en el referéndum e impone más sacrificios a Grecia

 

La situación griega ofrece, a quien quiera ver, una muestra cabal del papel que cumplen los partidos “neoreformistas” (reformismo sin reformas). Después de haber traspasado absolutamente todas las supuestas “líneas rojas” infranqueables, Tsipras convocó a un referendo sobre la aceptación o no de las durísimas medidas de austeridad propuestas por la Troika el 25 de junio.

El valiente pueblo griego, hace una semana, dio su veredicto: un rotundo NO a la austeridad que ha destruido al país. Sin embargo, como si nada hubiera pasado, o, más bien, como si hubiera ganado el SI, pocas horas después de este resultado categórico, el líder de Syriza convocó a todos los partidos conservadores y derrotados del “SI” para pactar los términos de una nueva “negociación” con la misma Troika que, según las palabras del propio Tsipras días antes, sólo quería “humillar” a Grecia. El marco debía ser mantener a cualquier coste a Grecia dentro de la zona euro.

Tejiendo acuerdos con la oposición burguesa (Nueva Democracia, PASOK y To Potami), la mayoría de los parlamentarios de Syriza aprobaron un propuesta entreguista en el parlamento. Ayer domingo, finalmente, Syriza, que decía representar a la “nueva política”, selló su capitulación histórica.

En una semana transformó una inmensa victoria popular en su contrario. Usurpó el NO del pueblo para pactar un SI con la Troika. Un SI que rescatase, no al pueblo trabajador, sino a los bancos griegos.

El acuerdo que está siendo modelado para un tercer rescate es mucho peor que aquella “humillante” propuesta que motivó el referendo. Para más, Alemania, Francia y la UE exigen que las draconianas “contrapartidas” griegas se voten como máximo hasta este miércoles: una reforma laboral, otra de pensiones y un inédito “fondo” de privatizaciones de empresas estatales griegas (puertos, aeropuertos y posiblemente hasta la empresa de electricidad) de hasta 50 mil millones de euros, que será supervisado por la misma Troika. Una “caja” garantizada para pagar la deuda a los banqueros imperialistas. Esto sólo tiene un nombre: traición.

Como planteaba la última declaración de la LIT – IV Internacional sobre Grecia para detener la espiral de recortes, contrarreformas laborales, para tener vivienda, sanidad, calefacción, electricidad, para lograr pensiones dignas hace falta romper con la UE y el euro. Al no plantear que esta es la única vía para cumplir con el programa que presentó en las elecciones, Syriza se convierte en un instrumento de aplicación de las medidas de austeridad.

No se puede tener ninguna confianza en este gobierno. Es necesario construir organismos de Frente Único que puedan en las calles y en los lugares de trabajo combatir los planes de la Troika y toda medida de austeridad. Construyendo así las bases para un verdadero gobierno de la clase obrera, sostenido en la movilización de los trabajadores/as y el pueblo y el apoyo internacional. Esa es la única vía para derrotar el ataque imperialista y construir una salida obrera para Grecia y Europa. Los trabajadores/as griegos deben desde ya preparar la movilización.

¡NO a ningún plan de austeridad!

¡NO a TODAS las medidas de la TROIKA!

¡NO a la Deuda!

¡Por la inmediata nacionalización de la banca!

Por un Plan de rescate de los trabajadores/as y el pueblo