Este Primero de Mayo, venía  precedido en medio del mayor aumento del Índice de Precios de Consumo (IPC) en los últimos 37 años. A la enorme inflación que está devorando los salarios y el poder adquisitivo de l@s trabajadores, se le añadía la nueva Reforma Laboral recientemente aprobada entre el gobierno PSOE-UP, la patronal y la burocracia sindical de CCOO y UGT. Una Reforma Laboral, que lejos de derogar las anteriores Reformas, mantiene en lo sustancial sus partes más lesivas profundizando  la precariedad. Además este 1º de Mayo como “Día Internacional de la clase obrera en todo el mundo”, estaba marcado por la invasión de Ucrania a sangre y fuego por parte de Rusia,  la segunda potencia militar del mundo.

Sin embargo, las manifestaciones convocadas por los sindicatos CCOO y UGT, mostraron un año más su sintonía y complicidad con el gobierno. El gobierno de coalición que venía de unas semanas difíciles como consecuencia de la crisis del Sáhara y el caso de espionaje al independentismo catalán, encontró un oasis en la celebración de este 1º de Mayo. Hasta nueve ministros salieron a la calle en diferentes ciudades del país para conmemorar el Día Internacional del Trabajo, presumir de los “hitos” logrados por la coalición y según ell@s celebrar “los derechos recuperados” durante su mandato. Una presencia que lamentablemente se empieza a normalizar en los últimos Primeros de Mayo y que demuestra que desde hace ya mucho tiempo los dirigentes sindicales de CCOO y UGT han olvidado que deberían estar al servicio de su clase en lugar de actuar de manera obediente, capitulando ante los intereses de los empresarios y los gobiernos de turno.

En la convocatoria de Madrid de la mano del ministro de consumo Alberto Garzón, la ministra de Educación Pilar Alegría, laministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez y la ministra de Trabajo Yolanda Díaz la artífice y figura principal de la regresiva Reforma Laboral, encabezaban la manifestación el Secretario general de UGT Pepe Álvarez “Estamos cambiando la faz de este país”, mientras que a su lado Unai Sordo, el Secretario general de CCOO, remachaba “La crisis de la pandemia se saldó con unos niveles de corresponsabilidad entre el Gobierno y los agentes sociales sin precedentes”. Los dos sindicatos presumieron de los 13 acuerdos sociales alcanzados, que incluyen la Reforma Laboral, los ERTEs, la Ley de los riders, la del teletrabajo o la Reforma de las pensiones. Todo más fácil con un Gobierno de izquierda plural, reconoció explícitamente Pepe Álvarez.

Se puede concluir por tanto que en las manifestaciones encabezadas por la burocracia sindical salieron a la calle claramente a refrendar la política del gobierno, mientras la clase obrera sufre en sus carnes una enorme precariedad y una inflación del 9,8% que se come los salarios mientras los precios más básicos siguen subiendo. Con un paro estructural de más de tres millones de trabajador@s, con los contratos a tiempo parcial y los fijos discontinuos que superan entre ambos modelos más de 3 millones de contratad@s, con los salarios de miseria que esas modalidades de contratación acarrean…  ¿tienen la desvergüenza de salir de la mano del gobierno a presumir de lo bien que está todo?  

CCOO y UGT son hoy los únicos en la UE que no marchan contra el Gobierno. Un papel que contrasta con las reivindicaciones de las centrales sindicales de Reino Unido, Portugal, Francia e Italia. El Gobierno de coalición no es el receptor de sus críticas. Al contrario, UGT y CCOO han secundado todas y cada una de las medidas que el Gobierno ha puesto encima de la mesa y allá donde pueden retrasan y retienen movilizaciones, y en muchos casos firman acuerdos que condenan a la clase obrera a unas condiciones laborales deplorables.

Como en años anteriores este  1º de Mayo se convocaron también varias manifestaciones del sindicalismo alternativo en todo el Estado español. Manifestaciones que tenían como ejes la derogación de la Reforma Laboral, la subida de los salarios y la defensa de las pensiones, la Derogación de la Ley Mordaza, en defensa de la Sanidad Pública y la Educación, etc…

Cabecera del Bloque Combativo y de Clase

En Madrid, Corriente Roja participamos junto al Bloque Combativo y de Clase que agrupa a los sindicatos Co.Bas, Alternativa Sindical de Clase (AST), SAS, Solidaridad Obrera y la Plataforma Sindical de la E.M.T., junto a otras organizaciones sociales y políticas de izquierdas bajo el lema “Todo para la clase obrera”.

Corriente Roja, se agrupó junto al cortejo de Co.Bas donde un año más destacó la gran combatividad de l@s compañer@s. El cortejo iba encabezado por una bonita y vistosa pancarta firmada por el sindicato Co.Bas que se convirtió en un referente durante toda la manifestación y que recogía como lemas centrales la defensa de los salarios, la derogación de la Reforma Laboral, la denuncia contra la precariedad,  la lucha de l@s trabajador@s de la Administración Pública, y el apoyo y la solidaridad con la resistencia obrera y popular en Ucrania..

El repudio a la invasión, la exigencia de retirada inmediata de las tropas rusas de Ucrania y el apoyo a la lucha por una Ucrania soberana, libre e independiente de Putin y de la OTAN, se expresó en varias consignas y  algunas intervenciones durante parte del recorrido.

Hay sin duda algunos déficits que no queremos dejar de señalar. Esta manifestación pudo ser mucho más numerosa si se hubiera trabajado con un espíritu unitario mayor del que se hizo. Los vetos desde el Bloque a otras organizaciones sindicales como CGT, la actitud recíproca de CGT hacia el Bloque, impidieron no solo una mayor asistencia sino el seguir fortaleciendo un referente de clase alternativo a la burocracia sindical.

La misma elaboración del manifiesto y su contenido final nos llevó a Corriente Roja a no firmarlo.  La guerra en Ucrania tiñe hoy el mapa mundial e independientemente de las opiniones que se tengan sobre los gobiernos de uno y otro país, el hecho irrefutable es que la segunda potencia militar del mundo, Rusia, ha invadido Ucrania a sangre y fuego. El manifiesto final del Bloque  no hace siquiera mención a la invasión rusa de Ucrania, lo que convierte esa posición en complicidad con los agresores.

Desde Corriente Roja, seguiremos contribuyendo y vamos a seguir poniendo todo nuestro esfuerzo y empeño en seguir unificando las luchas y tratando de agrupar a todas las organizaciones sindicales de clase, sociales y políticas, que se han posicionado en contra, para echar atrás esta Reforma Laboral y todas aquellas leyes que traten de recortar derechos y pretendan seguir empeorando las condiciones laborales de la clase obrera y la juventud. En ese camino siempre nos vamos a encontrar lo que no va impedir que cuando tengamos diferencias las sigamos expresando.