POR LA LIBERACION INMEDIATA E INCONDICIONAL DE LOS PRESOS Y PRESAS DEL 11J

POR LAS LIBERTADES DEMOCRATICAS PLENAS PARA CUBA

FUERA EL BLOQUEO NORTEAMERICANO

El pasado 11J el pueblo trabajador cubano, especialmente el pueblo pobre, con la juventud al frente, salió de manera espontánea a las calles a reivindicar unas condiciones de vida dignas. Desde enero, la penuria popular se había agravado aún más con la implantación de la llamada «Tarea de Ordenamiento», versión cubana de un agresivo plan neoliberal. 

La respuesta de la dictadura cubana fue arrestar por centenares, encarcelar y maltratar a más de 1000 personas, de las cuales todavía unas 500 siguen en prisión. Los detenidos y presos han visto violados sus derechos de defensa, han sufrido incomunicación y penosas condiciones de detención, siendo muchos los que han visto restringido su derecho a la libre circulación. El gobierno de Díaz Canel ha bloqueado asimismo las aplicaciones de mensajería de Internet. 

La represión del 11J tuvo como «base jurídica» la falta de «autorización» de las manifestaciones. Ahora, cuando la red Archipiélago pide autorización para salir a la calle el 15N, la dictadura cubana la niega y amenaza con graves represalias.

El pueblo cubano necesita el máximo apoyo internacional de las clases trabajadoras y de la juventud del mundo en su justa lucha por conquistar las libertades democráticas frente a la dictadura castrista. Y, ahora en particular, para lograr la libertad inmediata e incondicional de todos los presos y presas políticas por haber ejercido su derecho a manifestarse el 11J.

Corriente Roja, como las otras secciones de la Liga Internacional de Trabajadores, damos todo nuestro apoyo a la movilización del 15N por la libertad de los presos y las libertades democráticas.

Pensamos que el régimen cubano sólo tiene de socialista el nombre, con el que se cubre para obtener apoyo internacional y justificar sus ataques al pueblo trabajador. En Cuba no hay socialismo sino la reintroducción del capitalismo, capitaneada por la cúpula de las fuerzas armadas alrededor del grupo empresarial GAESA y sus Joint-ventures con multinacionales españolas, francesas y canadienses. Viejas conquistas de la revolución como la sanidad y la educación sufren un retroceso evidente.

Denunciamos el bloqueo norteamericano y la ley Helms-Burton que lo agravó desde 1996. Exigimos su inmediata retirada. El bloqueo es una medida infame del país más importante país imperialista del mundo contra una pequeña isla. Una actuación que, en lugar de castigar a la cúpula dirigente cubana, aflige a la masa del pueblo cubano e incrementa sus sufrimientos.

Rechazamos frontalmente la postura de buena parte de la izquierda, en gran medida de origen estalinista, que apoyan incondicionalmente la dictadura cubana identificándola con el «socialismo». Son los mismos que apoyan la dictadura capitalista china, la del Ortega en Nicaragua o Maduro en Venezuela. Con ello, además de apoyar a sectores capitalistas, desacreditan de la peor manera la lucha por el verdadero socialismo, más necesario que nunca ante la ruina histórica del capitalismo que estamos viviendo. Con ello, permiten a la burguesía cubano-americana y al imperialismo norteamericano, protagonistas del odioso bloqueo, apropiarse ilegítimamente de la bandera de las libertades democráticas en Cuba. 

Este es el caso del Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC), cuyo gran objetivo es la devolución a la burguesía gringa y cubano-americana de las propiedades que le fueron confiscadas en la revolución de 1959, la apropiación por estas de la riqueza de Cuba mediante un «plan de choque» económico que llevaría al pueblo a cotas desconocidas de miseria y la conversión de Cuba, de nuevo, en colonia americana.

En esta tarea les acompañan fuerzas reaccionarias alrededor del mundo, como el PP o como Vox aquí: gente con ínfulas imperiales y racistas sobre los pueblos latinoamericanos, xenófobos contra los que no son «verdaderos españoles», abanderados de la más dura represión contra el pueblo catalán por querer ejercer el derecho democrático a decidir su destino, campeones contra la libertad de expresión si esta afecta a los «valores patrióticos», enemigos de los derechos de las mujeres y encubridores de las iniquidades de la monarquía. Esta gente nunca podrán ser aliados de la causa de las libertades democráticas en Cuba.