¡Por un plan de emergencia que responda a las reivindicaciones obreras y populares! ¡Por una alternativa de clase frente a los dos bloques burgueses, “progresista” y “derechista”!

Estamos en la calle luchando por las necesidades de los barrios obreros de Sevilla. Luchando contra la amenaza de aumento del precio del agua, los cortes eléctricos, los recortes en servicios sociales, contra el abandono en que viven los barrios obreros, pero también contra ese ataque general contra nuestra clase que resulta de los salarios congelados y la Inflaccion. Y sí, no hay otra manera de conseguir parar estos ataques, de conseguir mejoras, que mediante la movilización en la calle.

Esto en un momento en el que la situación política está indeterminada, con un gobierno en funciones y la amenaza de la llegada al poder de la reacción abierta (PP-Vox). De todos modos, la primera embestida de esta gente ha fracasado.

Este jueves (28 de septiembre) se produjo la sesión de investidura de Fakejoo. Nada no esperado, no habiendo tamayazo, salimos igual. Bueno, mejor: sin gobierno PP-Vox. Pero esto no significa nada, no está claro que se pueda repetir el “gobierno de progreso” sin nuevas elecciones. Y si se repite, con menos mayoría, con los barones del PSOE afilando las uñas, con minoría en el Senado (por donde las leyes tienen que pasar necesariamente) con la adocenada y domesticada Sumar substituyendo a Podemos e IU, no va a ser lo mismo, va a ser un gobierno más a la derecha que el actual, más cobarde frente a los que mandan, más achantado ante los poderes fácticos, la patronal, la judicatura, el ejército, la policía, menos dispuesto aún a hacer nada serio en favor de las clases populares.

Falsa dicotomía: progresistas contra reaccionarios. por una alternativa obrera

Naturalmente, nos alegramos del fracaso de Feijoo. Naturalmente, estamos por la máxima unidad de acción para enfrentar los ataques contra la derecha, y especialmente VOX. Pero eso no significa que contemos a sus adversarios como nuestros aliados.

Las elecciones generales nos han dejado una polarización entre dos bloques, el derechista de PP-Vox y el “progresista” del PSOE y Sumar.

En realidad, ambos bloques enfrentados, representan a la misma clase. Esto es evidente en el caso del bloque de derechas. PP y Vox no esconden su ligazón con los intereses de la patronal. Pero también es cierto en el caso del bloque progresista. Salvo algún gruñido, la patronal y la banca están contentas con este gobierno, con Sánchez, con Calviño, y por qué no decirlo, con Yolanda Díaz.

Y es que una de las causas de la apatía y la abstención de la clase trabajadora es la contradicción entre la situación real, material, los salarios que retroceden frente a los precios desbocados, las condiciones de vida que empeoran mientras mejoran las cifras macroeconómicas, la impresión de que las fuerzas que apoyan al gobierno “progresista” están más centradas en otras cuestiones (no sin importancia).

Más allá del cambio cosmético de algunas medidas, aquello que afecta de verdad a los intereses económicos de la patronal, de los explotadores, no hay manera de que un gobierno como este lo toque. Porque, como decimos, no es un gobierno de la clase trabajadora y los explotados, es un gobierno de la parte “progresista”, “moderna” de la burguesía, menos carca y capillita que la de PP-Vox, pero burguesía al fin, que viven del beneficio que no es otra cosa que el trabajo no pagado de la clase trabajadora.

Por eso hay que romper la dicotomía. Hay que luchar por una alternativa política obrera y popular, que no sea el ala izquierda del bloque PSOE-Sumar sino que esté enfrentada a él. Que la pelea no sea entre dos sino entre tres. Para que eso sea posible, esta alternativa debe luchar por un programa de emergencia que de respuesta a los problemas acuciantes. Una alternativa que para serlo no puede ser otra cosa que la oposición al gobierno desde la izquierda, no su “aliado”, no los que quieren “presionarle” para que cumpla, sino los que querrían substituirle.

No se puede sin socialismo

Para derogar la Ley Mordaza sólo haría falta una votación. Pero para imponer medidas enérgicas para parar la inflación poniendo controles de precios, para recuperar los servicios públicos privatizados renacionalizándolos bajo control obrero, para dar salida a las reivindicaciones nacionales aplicando el derecho a la autodeterminación, hace falta otro poder, un gobierno de los trabajadores y trabajadoras apoyado en la movilización en la calle, que tendría que romper necesariamente con las camisas de fuerza, la monarquía, la Constitución, la Unión Europea, que impiden cualquier medida sería en favor de la clase obrera y los sectores populares.

Tal gobierno tiene que asentarse en la movilización de los trabajadores y sus organismos de base. . Pero para conseguirlo, hace falta un instrumento político, un partido obrero, revolucionario, socialista-comunista, internacionalista. Corriente Roja existe para construir tal partido, a nivel español e internacional.

¡Apoya, difunde y construye Corriente Roja!

Los trabajadores y trabajadoras no podemos seguir confiando en PSOE- IU. Mientras ellos gobiernan y hablan de progreso, el pueblo trabajador está cada vez peor. La opción de resignarnos a “los menos malos”, lo único que hace es cargar de argumentos a un gobierno de la derecha, como el que tenemos en Andalucía.

Por eso, te invitamos a reconstruir junto a nosotros y nosotras la izquierda, a partir de un programa de ruptura, y organizar la oposición de izquierda al gobierno, para ofrecer una alternativa al desempleo, al problema de la vivienda y los salarios de miseria