Desde Corriente Roja nos sumamos a la ola de rabia e indignación que recorre estos días las calles de muchas ciudades, ante la decisión de la Audiencia Provincial de Navarra de poner en libertad a los cinco violadores de La Manada.

Si en el juicio quedaron absueltos del delito de violación, agresión e intimidación, ahora les regalan la libertad en tanto no haya sentencia firme, lo que puede significar varios meses, visto que ambas partes tienen recurrida la misma. Justifican la medida diciendo que es “impensable” que vuelvan a delinquir y que no hay  riesgo de fuga

Para la  magistrada Raquel Fernandino, cuyo voto ha permitido la excarcelación, no parece tener ninguna importancia que cuatro de ellos sean reincidentes por otra agresión sexual. Tampoco que los condenados no muestren arrepentimiento ni reconozcan lo que hicieron o que la víctima recibiese amenazas e insultos, en algunos medios y redes sociales.

Así es la doble vara de medir de este sistema judicial machista al servicio de los poderosos. Que censura, reprime y persigue a los que luchamos contra los recortes y la injusticia y protege a corruptos y violadores y para el que policías, militares, jueces o miembros de la Casa Real, son casi intocables. Que otorga al yerno del rey y a su socio, condenados a cinco años por robar a manos llenas de las arcas públicas, el privilegio de elegir a que cárcel quieren ir, pero condena a unos jóvenes por un delito de odio inventado, a penas de entre 9 y 13 años, por el sólo hecho de ser vascos.

Mientras, una mujer es violada cada ocho horas y no existen protocolos de atención a las víctimas en la mayoría de las CCAA. Ya son 16 (según cifras oficiales) las mujeres asesinadas por violencia machista en lo que va de año y su flamante Pacto de Estado, que no resuelve las causas materiales de la violencia machista y la desigualdad, será papel mojado si no cuenta con financiación suficiente.

El cacareado «respeto» por una decisión judicial que no comparten y que han manifestado representantes de algunos partidos políticos, incluyendo miembros del Gobierno, no es imparcial. Supone defender por encima de todo la ley y el orden y  no a la joven agredida en Pamplona, por mucho que digan apoyar y estar del lado de ésta. Si una decisión judicial es injusta o aberrante, no se puede «acatar ni respetar». Sólo cabe repudiarla, posicionarse en contra de ella o instar a desobedecerla si es el caso.

Redoblar la lucha hasta acabar con tanta impunidad

Hay que seguir saliendo a las calles hasta conseguir la revocación de esta decisión judicial infame. Exigir todas las medidas necesarias para proteger a las mujeres, sin permitir que se escuden en los límites de unos presupuestos de miseria y desigualdad, que sumisamente acataron para  auparse al poder.

Hay que construir un plan de urgencia que debe ser apoyado e impulsado por el conjunto de organizaciones obreras, populares y estudiantiles basado en las siguientes medidas:

1.- Modificación inmediata del Código Penal, calificando como delito de violación toda relación sexual no consentida: NO es NO.

2.- Depuración del sistema judicial comenzando por la inhabilitación de los/as jueces implicados en la sentencia de “La Manada”.

3.- Elección democrática de fiscales y jueces por los ciudadanos/as.

4.- Generalización del Jurado, garantizando formación a la población y en concreto contra el machismo.

5.- Formación en violencia machista de todo el personal que atiende a quienes la sufren, tanto en el ámbito judicial y policial como en el social o sanitario.

6.- Educación sexual y en valores de igualdad obligatoria en las diferentes etapas educativas, que acabe con los prejuicios y estereotipos machistas y con la tolerancia social hacia cualquier forma de violencia machista.

7.-Promoción en todos los espacios públicos de la autodefensa de las mujeres frente a las agresiones.

8.- Aumento de fondos en los Presupuestos del Estado para recursos y protocolos de atención sanitarios para mujeres que sufren agresión sexual.

9.- Por una cultura que promueva el respeto y la libertad del otro-a en su diversidad y no la cosificación e hipersexualización del cuerpo de la mujer.

10.– Un gobierno como el de Pedro Sánchez, supeditado a la UE, no nos va a regalar ninguna de estas medidas.La única forma de ganarlas es redoblando la lucha en la calle y la movilización, pero solamente un gobierno obrero y popular, será capaz de poner estas en marcha y llevarlas hasta el final.

Desde Corriente Roja pensamos que no habrá justicia ni protección para las víctimas de violencia machista, mientras no echemos abajo este régimen burgués, corrupto y heredero del franquismo, del que este sistema judicial es una pata fundamental.  

Tampoco se va a acabar con la cultura machista y de la violación sin destruir las bases económicas sobre las que esta ideología se levanta. Echar abajo este sistema capitalista que utiliza el machismo y la violencia contra las mujeres para sobreexplotarlas y para dividir y debilitar a la clase trabajadora. Es por eso que llamamos a la juventud y a la clase obrera a organizarse con nosotros y nosotras en la lucha por una sociedad diferente, por una sociedad socialista que cree las condiciones para una verdadera emancipación de la mujer