Reproducimos la declaración de la Tendencia Claire, del NPA francés, sobre las protestas que sacuden a París.

La movilización ha franqueado un paso hoy. A pesar de la represión y la lluvia, los chalecos amarillos se han extendido por toda Francia. La rabia y la cólera son inmensas. El gobierno miente groseramente sobre el número de manifestantes: ¡75,000 en Francia, de ellos 5,500 en París! En otras palabras, ¡habría habido un policía por cada manifestante! Es ridículo. Estuvimos más de 5.000 alrededor de la plaza de la Ópera a las 14h. Y solo representábamos una parte de los manifestantes presentes. Éramos decenas de miles en las calles de París. Y varios cientos de miles en Francia.

El dispositivo policial era gigantesco en París y logró evitar el despliegue en los Campos Elíseos. Pero no impidió que la ira se expresara: barricadas, coches volcados, ataques a bancos, tiendas de lujo asaltadas. En todas partes, la voluntad firme de no ceder el terreno. En la calle Rivoli, Avenida Foch, en Bastilla, todos los accesos a los Campos Elíseos estaban ocupados por chalecos amarillos resueltos. Como el 24 de mayo de 1968, la antigua sede de la Bolsa de París (Palais Brongniart) ha sido atacada. El clima era insurreccional en París.

Los grandes medios de comunicación persisten en querer separar los chalecos amarillos buenos de los alborotadores malos. Son incapaces de tomar la medida de lo que está sucediendo: la gran masa de chalecos amarillos era solidaridaria con ellos. Son incapaces de expresar nada que no sea lo que sus amos les dictan. ¡Como si los choques causados ​​por la policía estuvieran al margen de manifestaciones de chalecos amarillos! La violencia de los explotados es legítima y saludable. La violencia de los explotadores es obscena. El bombo mediático está dirigido a destilar el miedo y evitar que la insurgencia se propague y se organice. Pero eso no funciona. Somos solidarios y estamos determinades  a volver cada sábado. La próxima acción está ya programado para el próximo sábado y estaremos allí: https://www.facebook.com/events/2129652087298099/

El general en retirada Philippe Martínez [secretario general de la CGT] había organizado una operación contra los chalecos amarillos este sábado en París (https://tendanceclaire.org/article.php?id=1471).

 

El resultado ha sido lamentable: alrededor de 2.000 personas partieron de la Plaza de la República, detrás de Martínez, rodeado de los burócratas del PS y el PCF. Numerosos miembros del sindicato, por contra, fueron a los eventos salvajes alrededor de los Campos Elíseos.

En las regiones, la represión fue igual de intensa en muchos lugares. Pero la determinación era demasiado fuerte. Prefecturas han sido asaltadas. La de Puy-en-Velay fue incendiada parcialmente esta noche.

La burguesía comienza a preocuparse por las consecuencias para sus ganancias. A medida que se acerca la Navidad, aumenta la presión: ¿podemos permitirnos vivir otros sábados como éste? Algunos parlamentarios de LREM [macronitas] ya están empezando a abandonar a Macron y sugieren una moratoria en los aumentos de impuestos a la gasolina para enero. En las alturas, la cosa se vuelve febril. El gobierno miente cada vez más y se verá tentado a multiplicar las provocaciones. Nosotros, por el contrario, ahora debemos organizarnos para que nuestro movimiento no se nos escape.

Por eso proponemos a todos/as los/as que participan en estas movilizaciones crear comités en todas partes para debatir, definir las demandas, designar y controlar a nuestros portavoces y estructurarnos aescala departamental y regional.

Estos comités también serán instrumentos para ampliar nuestro movimiento aportando nuevos asalariados, precarios y desempleados, que se sentirán tranquilzados por el hecho de que todo se decide por los que se movilizan. Esta es la única manera de construir un movimiento de masas capaz de librarnos de manera duradera de la extrema derecha en nuestras luchas y barricadas.

Lo que permitiría al movimiento dar un salto cuantitativo y cualitativo es la entrada en huelga de sectores importantes de la clase trabajadora. Para ampliar la relación de fuerza, es preciso bloquear la economía y, por tanto, plantear la cuestión de la huelga general. Es necesario llevar la batalla en nuestros sindicatos para que nuestras organizaciones entren en la lucha, convocando a la huelga y organizando los bloqueos junto con los chalecos amarillos.