Cada mes de febrero desde 1980 nos azota el peso de una dolorosa verdad: nuestra compañera Yolanda González fue secuestrada por un comando fascista parapolicial y, posteriormente, torturada y brutalmente asesinada por defender las banderas de la revolución y el socialismo. Sus asesinos, ordenados por el partido fascista Fuerza Nueva, nos arrebataron a una camarada, pero también a una hija y a una amiga.

En plena efervescencia de la Transición, en un contexto político de luchas y huelgas obreras, Yolanda era militante del antiguo Partido Socialista de los Trabajadores (PST) y una destacada activista del movimiento estudiantil. Tanto es así que fue elegida como representante del Centro de Formación Profesional de Vallecas en la Coordinadora de Estudiantes de Enseñanza Media de Madrid.

Año tras año tenemos que recordar que su asesino confeso, Emilio Hellín-Moro, sigue en libertad y ha trabajado numerosas veces para la Guardia Civil impartiendo formación, asesoramiento técnico y venta de material y otras muchas como perito. El caso más reciente en el que prestó sus servicios como perito es el de Laura Borrás, expresidenta del Parlament de Catalunya y presidenta del grupo político Junts. Borrás, acusada de malversación de fondos públicos, contrató a Hellín-Moro para escribir el informe de su defensa.

Yolanda, 44 años después de tu asesinato, tu recuerdo sigue vivo porque tus compañeros y compañeras te llevamos presente en todas las luchas que libramos por mucho que quieran borrar tu historia y por mucho que vandalicen las plazas y paredes que te recuerdan. Las nuevas generaciones de militantes revolucionari@s nos vemos reflejadas en tu fuerza y tu voluntad cuando solo tenías 19 años.

Nos reafirmamos cuando decimos que mientras tu partido esté vivo, tu legado seguirá presente y tu recuerdo se mantiene inquebrantable en nosotros/as.

Es de justicia que los asesinos de Yolanda tengan prohibida su participación en cualquier caso judicial y que la Ley de Memoria Democrática incluya a las víctimas en manos de los continuistas del franquismo durante la mal llamada Transición como víctimas del franquismo. Esta exigencia forma parte de la lucha contra la impunidad del franquismo y sus continuadores, y en defensa de la memoria de nuestra muy añorada compañera Yolanda González.

Tus amigos/as y camaradas de Corriente Roja no te olvidamos ni te olvidaremos. Y a tus asesinos tampoco.