El pasado 13 de noviembre de 2020, el ejército marroquí se saltó el alto el fuego pactado que puso fin al conflicto del año 1991. Este nuevo ataque que se produjo a raíz de las protestas de los saharauis, por la “brecha ilegal” en el puesto fronterizo de Guerguerat.

Hay más de setenta resoluciones de las Naciones Unidas sobre el Sáhara Occidental y Marruecos las viola continuamente, sin que los organismos internacionales que las han aprobado hagan absolutamente nada para solucionar este conflicto, que debería acabar con el fin de la colonización del Sáhara Occidental.

Las reacciones después de esta última violación de los acuerdos por parte de Marruecos con respecto al Sáhara Occidental no se han dejado esperar. El gobierno de los EE.UU, por medio de su presidente Donald Trump, no ha tardado en reconocer la soberanía de Marruecos sobre ese territorio, ante la actitud timorata de los organismos internacionales, la Unión Europea y sobre todo del Estado Español, antigua potencia colonizadora del territorio.

El gobierno del Estado Español, formado por el PSOE y Unidas Podemos, no ha sido capaz de sacar una sola declaración en contra de este último ataque de Marruecos contra la soberanía del pueblo saharaui. No conforme con su omisión, el gobierno español sacó declaraciones de condena por la acción que hicieron activistas en defensa del pueblo saharaui, cuando sustituyeron en el consulado marroquí de Valencia la bandera de ese país por la del Sáhara Occidental. Esto reafirma que priman más las relaciones económicas y el control sobre la inmigración que mantiene el Estado español y la UE con Marruecos, que respetar los acuerdos de la ONU sobre la autodeterminación del pueblo saharaui.

La esperanza en los acuerdos internacionales tiene las patas muy cortas y no hay una salida para el pueblo saharaui, si no es a través de la organización de la autodefensa y de unir lazos de solidaridad internacional entre los pueblos y la clase obrera marroquí, la que ya se ha levantado en numerosas ocasiones contra el régimen corrupto de Mohamed VI.

La lucha del pueblo saharaui por la autodeterminación es una lucha legítima, que l@s revolucionari@s tenemos que apoyar desde todos los frentes, sólo la solidaridad en la lucha puede conseguir que el Sáhara Occidental consiga su independencia luchando contra un régimen, como el marroquí, totalmente armado, que cuenta con todo el apoyo de los EE.UU y la actitud de mirar hacia otro lado, de la ONU, la UE y Estado Español.

Desde Corriente Roja damos nuestro total apoyo a la lucha del pueblo saharaui, contra las agresiones de Marruecos y por su autodeterminación.
Por un Sáhara Occidental libre e independiente. ¡Autodeterminación ya!

¡Fuera las fuerzas represoras del gobierno de Marruecos!