El gobierno de coalición aprobó recientemente el Real Decreto-Ley por el que se establece cómo se repartirán los 140.000 millones de € de fondos europeos que llegarán al Estado español. Estos fondos, se tramitarán a través de los PERTEs, acuerdos de colaboración público-privada. De nuevo, miles de millones de fondos públicos que van a parar a las arcas de los gerifaltes del IBEX 35.

Hay multitud de cuestiones sociales a las que podrían destinarse esos fondos: reforzar la Sanidad y la Educación, promover el empleo público de calidad, evitar desahucios y cortes de luz, reforzar los programas de asistencia social… Sin embargo, irán a parar a las manos de Endesa, Iberdrola, Inditex, Repsol, el Corte Inglés o las grandes constructoras. Quienes más levantan la voz contra “las paguitas” y “los subvencionados” para azuzar contra las miserables ayudas sociales, siempre olvidan mencionar estas mamandurrias de miles de millones para corporaciones que año tras años tienen beneficios multimillonarios.

El gobierno de coalición PSOE – UP vuelve a mostrar su sumisión absoluta a la patronal, y deja en sus manos la “reconstrucción” del país. No por casualidad, el plan finalmente aprobado es un calco del presentado por la CEOE.

A cambio: contrarreformas laboral y de pensiones y desregulación ambiental

Tanto Pedro Sánchez como Pablo Iglesias presentaron esta inyección como un giro social de la UE, en contraposición con sus políticas de ajuste anteriores. Ambos anunciaron que los fondos llegarían sin ninguna condicionalidad impuesta. Pero una vez más, el discurso no concuerda con los hechos.

El reglamento europeo de reparto de los fondos establece claramente que éstos no se desembolsarán hasta que los Estados hayan acometido las reformas estructurales impuestas por la UE. Para el Estado español, especialmente, otra vuelta de tuerca a las pensiones y la reforma laboral: bajada de las pensiones públicas y mayor flexibilidad laboral.

Nadia Calviño, ministra de economía, ya ha comparecido ante la UE para explicar los planes del gobierno de coalición, recibiendo un entusiasmado aplauso de las instituciones europeas. Con eso, ya sabemos hacia dónde caminan las reformas que el gobierno aplicará.

La propaganda gubernamental pone especial énfasis en publicitar que estos fondos servirían a la transición ecológica de la economía española. Sin embargo, la normativa establece justo lo contrario. Se debilita la ya de por sí escasa regulación ambiental. Concretamente, se reforma la Ley de Evaluación Ambiental, acortando los plazos de evaluación ambiental y flexibilizando normativas de control de contaminación y emisiones.

Nuestra respuesta: unidad, lucha, movilización

La dramática situación sanitaria y social actual, la crisis económica que se está abriendo y las políticas que el gobierno pre-anuncia con este acuerdo europeo, nos hacen esperar lo peor. Si la crisis de 2008 fue un duro golpe a la clase trabajadora, estamos recibiendo el segundo ataque, peor aún que el primero.

Sin embargo, a diferencia de aquel momento (en el que vivimos grandes movilizaciones como la de las Marchas de la Dignidad, las huelgas generales o el Rodea el Congreso) hoy impera una respuesta débil y atomizada. Sin duda, la pandemia dificulta la movilización, pero no es la única responsable de la desmovilización.

La izquierda institucional hoy forma parte o está comprometida con el gobierno, y juega un papel apaciguador. El sindicalismo oficial, CCOO y UGT, también viene colaborando activamente con el gobierno, y por primera vez ahora en febrero convocan unas timidísimas protestas.

Confiar en ellos es pelear con las dos manos atadas a la espalda, la garantía más segura de derrota. Es momento de levantar una alternativa a esta “izquierda del mal menor” que se niega a luchar “para no hacer el juego a la derecha”. ¡Lo que hace el juego a la derecha es una izquierda que arruina a la clase trabajadora; esa es la mejor receta para que la demagogia de Vox cale en nuestra gente!

En Corriente Roja apostamos por reforzar cada huelga, cada movilización vecinal y cada protesta estudiantil. Pero, además, es necesario darle a cada conflicto una visión amplia y general. Hace falta construir la unidad en un frente social de lucha que unifique a sindicatos, asociaciones y movimientos sociales bajo una iniciativa que combata las políticas capitalistas del gobierno PSOE -UP y cierre el paso a la derecha.