Reproducimos en castellano el comunicado del Comité Central de Partido de Alternativa Comunista (PdAC), sección italiana de la Liga Internacional de Trabajadores-Cuarta internacional, en rechazo del asesinato patronal del compañero Adil Belakdim el pasado 18 de junio. Desde Corriente Roja mostramos nuestro absoluto repudio hacia este crimen del capital y enviamos nuestra solidaridad internacionalista a l@s compañer@s italian@s en estos momentos tan difíciles:

Adil era un obrero y un compañero. Trabajador inmigrante de origen marroquí de tan solo 37 años y coordinaba la actividad de Si.Cobas en Novara, en el sector de la Logística. El viernes 18 de junio, día de la huelga nacional de la Logística (y del transporte aéreo), Adil participaba en un piquete frente a un almacén de Lidl: fue embestido, arrastrado unos diez metros y asesinado por un camión que intentó romper el piquete.

Una historia que nos recuerda lo que sucedió en Piacenza en 2016, cuando un obrero de 53 años del sindicato USB, Abd Elsalam Ahmed Eldanf, fue atropellado y asesinado por un camión de la empresa durante un piquete.

Hoy, como entonces, no se trata de muertes fortuitas o «accidentes trágicos»: son asesinatos del capital en nombre de la ganancia.

Lo ocurrido en Novara es un hecho muy grave: el Partido de Alternativa Comunista lo condena. Estamos junto a la familia de Adil, sus compañer@s de lucha, su sindicato.

Lo sucedido con Adil nos recuerda la trágica realidad del mundo del trabajo en el sistema capitalista, una realidad que se ha agravado con la pandemia: los patrones no dudan en convertirse en instigadores de asesinatos y violencia de pandillas cuando se cuestionan sus ganancias. Lo vimos en Val Seriana, con la apertura de fábricas por mandato de Confindustria, apertura que provocó una masacre masiva; lo vimos en los meses siguientes, con decenas de miles de trabajador@s muriendo por negarse a cerrar actividades no esenciales incluso en los momentos más duros de la pandemia; lo hemos visto también en estos días en la Fedex en Lodi y en el Texprint de Prato donde los obreros en huelga son golpeados por escuadrones a sueldo de las patronales.

Si bien los datos muestran que las ganancias de los patrones están en constante crecimiento (incluidos los accionistas de Lidl), los obreros se ven privados incluso del derecho de huelga y manifestación y pagan con su vida la participación solidaria en un piquete de huelga. Los capitalistas no dudan en utilizar esquiroles armados y criminales dispuestos a hacer cualquier cosa para defender sus ganancias.

Trotsky lo escribió ya en la década de 1930:

“La burguesía nunca está satisfecha con la policía y el ejército oficiales. Incluso en tiempos de «paz» la burguesía mantiene batallones militarizados de esquiroles y guardias privados armados en las fábricas”.

Pero l@s trabajador@s no se quedarán mirando. En muchas fábricas de diferentes regiones del país, desde Pasotti hasta Piaggio, desde Electrolux hasta Gkn, se están dando huelgas espontáneas. Están previstos dos días de huelga en Novara en el sector de Logística. En estos momentos se están organizando otras acciones de huelga. Hacemos un llamado a seguir este ejemplo y extender la huelga a tantos sectores laborales como sea posible, construyendo comités de huelga territoriales y unitarios en todas las ciudades para fortalecer la autodefensa obrera.

El capital tiene sangre en las manos: la clase obrera tiene el derecho y el deber de defender sus propias acciones de huelga organizando la autodefensa de l@s trabajador@s.

Este momento es, sí, para tod@s nosotr@s, un momento de luto, pero es, ante todo, ¡un momento de lucha!