La crisis educativa que estamos sufriendo arrastra recortes en educación desde antes de la COVID. Los datos lo demuestran y es que en el Estado español tan solo se destina un 3,97% del PIB para la educación pública (muy por debajo del 8% necesario) y la tasa de abandono escolar sobrepasa el 16%. ¡Están jugando con nuestra educación y nuestro futuro para priorizar los intereses económicos y políticos! Decimos basta al pago de la deuda europea pagada con nuestro dinero. ¡Debe revertirse para poder fomentar nuestra educación!

El «gobierno más progresista de la historia» ha aprobado una nueva ley educativa, Ley Celaá, que vuelve a la ley anterior del PSOE (LOE) y que no abarca ninguna de las promesas hechas por el PSOE-UP. En primer lugar, no se habla de una educación 100% pública, gratuita, de calidad, laica, y basada en valores de igualdad, hecho que impide la equiparación de oportunidades, favoreciendo así la posición social. Además, se sigue apostando por una educación concertada a través de la inversión de 4.866 millones de euros al año y, por lo tanto, seguimos pagando con nuestro dinero la segregación de los institutos en primera y segunda para que unos/as seamos mano de obra barata y los/as otros/as puedan ir a la universidad y tengan mejores oportunidades de futuro. 

Las ratios no se han reducido ni durante la pandemia. Seguimos siendo entre 30 y 40 estudiantes por aula, con una contratación insuficiente de personal docente. Así no se puede garantizar una buena educación ni una buena atención personal que se centre en nuestras necesidades.

Se tiene que garantizar una educación presencial sin riesgo al contagio y por eso pedimos más aulas, más docentes y más recursos. Cualquier estudiante que tenga que hacer confinamiento tiene que poder seguir las clases en línea con normalidad y, por lo tanto, se le tienen que garantizar los recursos necesarios como un ordenador, una habitación o aula de estudio propia. 

Es necesaria una inyección extraordinaria de recursos materiales, económicos y profesionales para poder garantizar una buena educación para todo el mundo.

Para poder tener un futuro digno y garantizar una educación 100% pública, gratuita, laica, de calidad y en igualdad se tiene que retomar la lucha estudiantil, organizándonos en cada clase, en cada asamblea de nuestros institutos y en los movimientos estudiantiles de cada territorio. Porque solo nosotros/as mismos/as podemos cambiar las cosas. Porque todos/as nos merecemos el mismo tipo de educación sin tener en cuenta nuestra posición social.

¡ORGANICÉMONOS Y LUCHEMOS POR NUESTRA EDUCACIÓN Y POR NUESTRO FUTURO!

+RECURSOS+INFRAESTRUCTURAS +PROFESIONALES

¡INYECCIÓN EXTRAORDINARIA PARA LA EDUCACIÓN PÚBLICA!

¡POR UN 8% DEL PIB PARA LA EDUCACIÓN PÚBLICA!

¡NO AL PAGO DE LA DEUDA!