El Estado de Israel se creó como un enclave militar imperialista en Oriente Medio, basado en el robo de territorios palestinos y la expulsión violenta de cientos de miles de palestinos de sus tierras, que fueron condenados al exilio. Desde entonces, la historia de Israel ha sido la de la eliminación progresiva del pueblo palestino. Esta política genocida dirigida contra un grupo étnico significa que Israel no sólo es un Estado racista, sino también nazi.

Por: Corriente Roja Andalucía

¡Basta de complicidad imperialista!

Mientras el genocidio al pueblo Palestino se profundiza a partir de la invasión y asedio a Gaza, los gobiernos de EEUU y la UE continúan dando luz verde a la masacre del pueblo palestino, burlándose incluso hasta de su propio derecho internacional. Ni siquiera las voces discordantes dentro de la ONU reconociendo los reiterados “crímenes de guerra” por parte de Israel, o las declaraciones de muchas organizaciones como Médicos sin Fronteras, Amnesty, Human Watch, etc que alertan que “estamos viendo cómo se desarrolla un
genocidio ante nuestros ojos”, ha servido para que los EEUU y la UE dejen de apoyar la masacre sionista.

¡Alto al genocidio en Gaza!

Nuevamente estamos asistiendo a un ataque masivo de la sexta potencia militar del mundo contra el pequeño territorio de la Franja de Gaza, que ya ha soportado 16 años de bloqueo y 5 ofensivas militares israelíes. A ello se añade el bloqueo total de este territorio, que supone una condena a muerte para cientos de miles de palestinos. Gaza es una prisión de más de 2 millones de personas, repartidas en apenas 360 km² (la mitad de Madrid aproximadamente), lo que la convierte en una de las zonas más densamente pobladas del mundo! Está rodeada de muros y alambradas de espino de los que nadie puede escapar.

Frente a la legítima y heroica resistencia de los prisioneros palestinos de Gaza, el carcelero Israel quiere aniquilarlos desencadenando contra ellos una represión asesina de una violencia sin precedentes, destruyendo, casas, escuelas, hospitales, etc., usando bombas de fósforo blanco y artillería pesada. En menos de una semana, ¡han caído sobre Gaza casi tantas bombas como en un año de guerra de Estados Unidos contra Afganistán! Por eso Unicef hace referencia a Gaza “como un cementerio de niños”, y no es casualidad ni son daños colaterales, ya que los ataques a hospitales o campo de refugiados se enmarca en un contexto histórico de exterminio y cuya única pretensión es el aniquilamiento total del pueblo palestino. Es un genocidio iniciado hace más de 75 años, sustentado internacionalmente por los países
imperialista y la propia ONU.

En el Estado Español, apoyar al pueblo palestino significa sobre todo exigir la ruptura inmediata de relaciones con Israel, el cierre de su embajada y fin de la venta de armas.

Recientemente Amnistía Internacional hizo entrega de una carta a la Secretaría de Comercio Xiana Méndez donde se reclamaba la suspensión del “ suministro, la exportación y autorización o la transferencia directa e indirecta, incluidos el tránsito y el transbordo, de todas las armas, municiones y otros equipos militares y de seguridad, incluida la formación y cualquier otra asistencia militar y de seguridad a Israel”, recordaron que entre 2015 y junio de 2022 se le concedió 290 licencias de exportación de material militar a Israel por valor de más de 80 millones de euros, incluidos componentes de aeronaves (37 millones) sistemas de dirección de tiro (17), munición (1,5 millones) o bombas, torpedos, cohetes y misiles (1,7). Sin duda, mantener acuerdo comercial, contribuir al armamento del ejército israelí, salvaguardar los intereses de la empresas sionistas en España, mantener las relaciones diplomáticas con el estado sionista y al mismo tiempo mostrar solidaridad con Palestina es quizás uno de los mayores actos de cinismo de este gobierno autotildado “progresista”.

En el Acuerdo de Investidura de Sanchez–Díaz se dice que “El Gobierno de España trabajará activamente para favorecer las vías diplomáticas que permitan avanzar hacia la paz en Oriente Medio y entre Israel y Palestina, en el marco de las resoluciones de las Naciones Unidas y garantizando el respeto al derecho internacional.” Presentar el conflicto entre Israel y Palestina, sin distinguir los verdugos de sus víctimas en sí representa una desvirtuación del conflicto y una capitulación en favor del imperialismo, que presentan a Israel como un estado en lugar de un enclave militar para preservar los intereses de EEUU en la región. Tampoco se puede apelar a la ONU que fue quien legitimo históricamente el exterminio del pueblo palestino a partir de reconocer el enclave militar sionista como un estado. El gobierno de Pedro Sánchez tiene que romper relaciones políticas, diplomáticas y comerciales con Israel. No se puede hablar de solidaridad con Palestina, y al mismo tiempo venderle armas a Israel y mantener las relaciones comerciales y políticas.

¡Toda la solidaridad y apoyo al pueblo de Palestina!

Sabemos que el gobierno de Sánchez y Yolanda no van a romper con el estado de Israel, ni menos aún con la UE por la causa palestina y tampoco van a cuestionar la salvaguarda de los intereses del imperialismo en Medio Oriente y en el enclave militar que representa Israel. Por eso debemos ser las organizaciones en apoyo al pueblo palestino, asociaciones y organizaciones políticas las que comencemos una campaña activa en cada barrio, Instituto o centro de trabajo para exigir al gobierno de Sánchez y Díaz la ruptura con el estado de Israel. Así como la derogación de todos los tratados comerciales expulsión de la embajada israelí del estado español y la nacionalización y confiscación de empresas sionista en España.

El movimiento obrero internacional debe dejar claro que rechazamos las acciones de nuestros gobiernos que apoyan a Israel en sus interminables matanzas contra los palestinos. Nuestros sindicatos deben movilizar urgentemente a los trabajadores para que rechacen toda colaboración con Israel y apoyen la campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS). Un ejemplo en este sentido ha sido la iniciativa
de sindicatos belgas, negándose a cargar el envió de armas hacia Israel.

¡Por una Palestina laica, democrática y no racista!

Desde Corriente Roja apoyamos la lucha legítima del pueblo palestino por su derecho a la autodeterminación, al igual que apoyamos al pueblo ucraniano en su lucha por recuperar todo su territorio. Para nosotros, la única solución realista a la situación de conflicto permanente en la región es la construcción de una Palestina, laica, democrática y no racista en todo el territorio histórico de Palestina, desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo. En esta Palestina sin muros, sin puestos de control, sin asentamientos armados, los millones de refugiados palestinos que fueron expulsados de sus hogares podrían regresar y convivir libremente con judíos dispuestos a vivir en paz e igualdad. Pero para ello es absolutamente necesaria la destrucción completa del Estado nazi-sionista de Israel, que por su origen y esencia es la causa principal de este conflicto.

  • ¡Poner fin inmediatamente a la masacre en Gaza!
  • ¡Ruptura inmediata de relaciones entre el gobierno español e Israel!
  • ¡Apoyo incondicional a la resistencia palestina!
  • ¡Retirada Inmediata de las tropas española en Líbano!
  • Por una Palestina, laica, democrática y no racista, ¡del río al mar!

Te invitamos a participar de la charla que daremos el próximo viernes 10 de noviembre a las 19h en nuestro local de Sevilla (Ronda Pío XIII, 1A, Local 1 10)