El 25 de Julio es una fecha importante en la política gallega, y sería un buen momento para juntar las fuerzas políticas y sociales más allá de las siglas, una manifestación unitaria y abierta, que culmine en una gran asamblea popular en Compostela donde se comience el debate de qué alternativa se levanta desde el pueblo trabajador gallego a las medidas de austericidio impuestas desde Bruselas y Madrid, y desarrolladas por la Xunta del PP.

La tentativa de imponer el pueblo trabajador griego el tener que pagar los desastres de los anteriores gobernantes y de su burguesia, saltando los resultados de unas elecciones, ratificado en un NO rotundo a la austeridad y los recortes (“las urnas son peligrosas”, dijo una dirigente del PP), demuestra que los términos “democracia” y “soberanía” de los pueblos no estan en los diccionarios de la UE, ni de sus serviles gobiernos.

Este 25X se produce en este cuadro de ataque en toda regla no sólo contra los derechos sociales y laborales del pueblo trabajador gallego y europeo, sino también contra las libertades democráticas más elementales, destruidas por la “ley Mordaza” en un siniestro recuerdo de lo que fue el franquismo.

En estas condiciones el pueblo trabajador gallego no podría salir bien parado. Un pueblo condenado históricamente por el estado español a la ser suministrador de materias primas y mano de obra barata, no puede esperar otra cosa de ese Estado. La Xunta del PP, como buen agente de los intereses del capital español y europeo, son los que desde dentro de la sociedad gallega, aplican conscientemente estos planes de desindustrialización, pérdidas de puestos de trabajo y privatizaciones. Así, los salarios de la clase trabajadora gallega son de los mas bajos del Estado Español; ser “mujer, gallega y trabajadora de hostelería” supone tener los salarios mas bajos de todo el estado.

Por otra parte, como se fuera una vuelta el pasado, los ganaderos gallegos tienen que movilizar se de nuevo porque la leche gallega es la más “barata” del estado. La Xunta del PP hizo, en estos años, todo el posible por que Galicia volverá a encabezar los listados de emigración, consiguiendo el record de que en 40 años a población gallega no había aumentado, mientras la española case se dobló, Galicia sigue a ser la suministradora de mano de obra barata que siempre fue.

Los pueblos como el gallego, como el griego y otros tantos, mientras estemos en esta UE y nosotros en el Estado centralista Español, no tenemos a nuestra disposición de ninguna herramienta real para enfrentar por nosotros mismos la resolución de nuestros problemas. Si esperamos que desde Bruselas o Madrid vengan soluciones, estamos engañando el pueblo, pues la experiencia demuestra todo el contrario: todo lo que vino de ellos fue cierres de empresas, reconversiones y desmantelamiento industrial, privatizaciones, es decir, empobrecimiento social. Por todo ello, hay que cambiar las instituciones, tanto de la UE cómo del Estado Español.

Tenemos que avanzar en la ruptura con estas instituciones. De igual manera que tenemos que apoyar con todo el pueblo griego contra las imposicions de la UE, por otra Europa (¡su lucha es nuestra lucha!), en Galicia y en el Estado Español tenemos que caminar hacia la apertura de un Proceso Constituyente que rompa con el régimen del 78, que garantice el ejercicio del derecho a la autodeterminación de la Galicia y abra las puertas a una salida obrera y popular a la crisis.

Para enfrentar estos retos es preciso que todos los que rechazamos este régimen y el capitalismo, levantemos las banderas que levantemos, construyamos una unidade de lucha.

La crisis economica, la dureza con la que la UE (y los gobiernos en el Estado Español) están actuando para destruir definitivamente las conquistas griega y convertirlos en una colonia, pone blanco sobre negro que estas tareas no se pueden conseguir desde el aislamiento, interno y externo; sino que bajo una unidad respetuosa con los derechos de los pueblos, avance en esos caminos de lucha. Galiza, como en Grecia, no saldrían de su postración sino es buscando la unidad de la clase trabajadora y los pueblos contra la UE y el régimen.

Por ello, desde Corriente Roja consideramos que más allá de las salidas que hoy veamos, es preciso comenzar a construir desde la base, desde los centros de trabajo y estudio, barrios y villas, esa unidad, ese frente amplio contra el régimen del 78 y por un proceso constituyente que rompa con él y la estructura del regimen. Este tiene que ser el cemento que una esa confluencia.

Galicia, 7 de julio de 2015

 

Por un 25 de xullo de UNIDADE
POR UN PROCESO CONSTITUINTE
O 25 de Xullo é umha data importante na política galega, e sería un bo momento para xuntar as forzas politicas e sociais mais alo das siglas, numha manifestación unitaria e aberta, que culmine numha gran asemblea popular en Compostela onde se comece o debate de qué alternativa erguése desde o pobo traballador galego ás medidas de austericidio impostas desde Bruxelas e Madrid, e desenvolvidas pola Xunta do PP.
A tentativa de impor o pobo traballador grego o ter que pagar os desastres dos anteriores gobernantes e a sua burguesia, saltando os resultados dumhas eleccions, ratificado nun NON rotundo á austeridade e os recortes (“as urnas son perigrosas”, dixo umha dirixente do PP), demonstra que os termos “democracia” e “soberanía” dos pobos non estan nos diccionarios da UE, nin dos seus servís gobernos.
Este 25X producese neste cadro de ataque en toda regra no só contra os direitos sociais e laborais do pobo traballador galego e europeo, mas tamen contra as liberdades democráticas mais elementais, destruidas pola “lei Mordaza” nunha siniestra lembranza do que foi o franquismo.
Nestas condicions o pobo traballador galego non podería saír ben parado. Un pobo condenado historicamente polo estado español á ser suministrador de materias primas e man de obra barata, non pode esperar outra cousa dese Estado. A Xunta do PP, como bo axente dos interese do capital español e europeo, son os que desde dentro da sociedade galega, aplican conscientemente estes planes de desindustrialización, perdas de postos de traballo e privatizacións. Así, os salarios da clase traballadora galega son dos mais baixos do Estado Español; ser “muller, galega e traballadora de hostelaría” supon ter os salarios mais baixos de todo o estado.
Por outra banda, como se fose umha volta o pasado, os gandeiros galegos teñen que se movilizar de novo porque o leite galega é a mais “barata” do estado. A Xunta do PP fixo, nestos anos, todo o posible por que Galiza voltara a encabezar as listaxes de emigración, conseguindo o record de que en 40 anos a poboación galega non aumentara, mentras a española case doblouse, Galiza segue a ser a suministradora de man de obra barata que sempre foi.
Os pobos como o galego, como o grego e outros tantos, mentras esteamos en esta UE e nós no Estado centralista Español, non temos a nosa disposición de ningumha ferramenta real para enfrentar por nós mesmos a resolución dos nosos problemas. Se esperamos que desde Bruxelas ou Madrid veñan solucións, estamos enganando o pobo, pois a experiencia demonstra todo o contrario: todo o que veu deles foi peches de empresas, reconversións e desmantelamento industrial, privatizacións, e dicer, empobrecemento social. Por todo elo, hai que muda-las instituciones, tanto da UE como do Estado Español.
Temos que avanzar na ruptura con estas institucions. De igual xeito que temos que apoiar con todo o pobo grego contra as imposicions da UE, por umha outra Europa (a sua loita é a nosa loita!), na Galiza e no Estado Español temos que caminar cara a apertura dun Proceso Constituinte que rompa co rexime do 78, que garanta o exercicio do direito á autodeterminación da Galiza e abra as portas a umha saída obreira e popular á crise.
Para enfrentar estos retos é preciso que todos os que rexeitamos este rexime e o capitalismo, levantemos as bandeiras que levantemos, constrúamos umha unidade loita.
A crise economica, a dureza coa que a UE (e os gobernos no Estado Español) están a actuar para destruir definitivamente as conquistas grega e convertilos numha colonia, por branco sobre negro que estas tarefas non se poden acadar desde o illamento, interno e externo; senon que baixo umha unidade respectuosa cos direitos dos pobos, avance nesos camiños de loita. Galiza, como na Grecia, non saíran da sua postración senon é procurando a unidade da clase traballadora e os pobos contra a UE e o rexime.
Por elo, desde Corrente Vermella consideramos que mais alo das saídas que hoxe vexamos, é preciso comezar a construir desde a base, desde os centros de traballo e estudo, barrios e vilas, esa unidade, ese frente amplo contra o rexime do 78 e por un proceso constituinte que rompa con él e a estructura do rexiem. Este ten que ser o cemento que umha esa confluencia.
Galiza, 7 de xullo de 2015