Los y las trabajadoras del campo andaluz vienen sufriendo un importante retroceso en derechos. La precariedad se salta impunemente toda la legislación y roza la esclavitud, con jornadas interminables y salarios de miseria. El desempleo es masivo, llegan en algunas zonas al 40%. Todo esto es sufrido con doble dureza por las mujeres trabajadoras.

Los gobiernos y la UE en lugar de aliviar esta situación reparten ayudas millonarias a los terratenientes que dejan las tierras baldías y ponen condiciones imposibles para otorgar  ayudas de supervivencia. Para acceder al PER hay que reunir nada más y nada menos que 35 peonadas.

En Osuna, actualmente 200 trabajadoras estamos en un conflicto con la administración que nos ha sancionado porque un empresario no nos dio de alta en la Seguridad Social. Hemos sido sancionadas con multas de miles de euros, con la devolución del subsidio agrario o renta agraria de los años 2011-2013 y hemos perdido las cotizaciones.

Todo este proceso se ha dado bajo una serie de irregularidades por parte de la administración, sin respetar a las trabajadoras: la privacidad de identidad, la presunción de inocencia, la celebración de un juicio justo e individual. ¡Nos han sancionado sin juicio y sin pruebas concluyentes!

Este no es el primer caso que se da en Andalucía, ni va a ser el último, pero si es de los primeros que no nos hemos callado ante este ataque y nos hemos querido defender ante esta injusticia, porque si hoy se deja ganar al empresario y las administraciones que lo protegen será el principio de muchos otros casos que ya están apareciendo, como está pasando en los pueblos de la  comarca de la Vega.

Por todo ello exigimos a los distintos partidos que se están presentando a estas elecciones generales que intercedan activamente a favor de:

  • Que se archive el caso abierto contra nosotras, se eliminen las sanciones y se reactiven las prestaciones.
  • ¡Peonadas cero! Hasta que la situación de desempleo no acabe, los requisitos actuales para acceder al PER son casi imposibles de cumplir.
  • ¡REFORMA AGRARIA! Ninguna tierra baldía. La tierra para quien la trabaja