Al tiempo que en Euskal Herria se prepara la Huelga General, en otros lugares del Estado se organizan actos, mientras desde las cúpulas de CCOO y UGT o dirigentes de Unidas Podemos (UP), se arremete contra la huelga. La huelga del próximo día 30 de enero se ha convertido en la primera prueba de fuego de la actitud a adoptar frente al nuevo gobierno.

En mi Plataforma de pensionistas el 80 o 90% somos de UP pero apoyamos la huelga del 30 de enero, porque sobran razones y siempre dijimos gobierne quien gobierne”. “Pablo Iglesias decía el otro día en la prensa “A los movimientos sociales,… No dejéis de presionarnos, criticarnos. Pues eso es lo que vamos a hacer”. Son palabras escuchadas a compañeros/as del movimiento de pensionistas en las reuniones para preparar la jornada de solidaridad con la Huelga General del País Vasco y Navarra.

Estas palabras contrastan con las de figuras de UP como Luis Alejo, que arremete contra la huelga: Sinrazones de una huelga general sobre las pensiones” (eldiario.es 15/01/2020).

Afirma Alejos que “Los pensionistas pueden participar en huelgas de consumo, pero nunca secundar una huelga laboral”. Jose León activista pensionista, representante de co.bas en la Coordinadora de Pensionistas en Madrid y compañero de Corriente Roja contesta: es un argumento comprensible en boca de un empresario jubilado pero inaceptable para quienes somos trabajador@s, cuando hemos estado en activo o ahora que estamos jubilad@s. Hemos venido planteando de forma machacona que la defensa de las pensiones, acabar con la brecha de género, garantizar las pensiones por los Presupuestos Generales del Estado es una lucha que afecta y corresponde llevar a cabo a TODA LA CLASE OBRERA”.

Para Alejos «Hay que presionar al Gobierno para que sea consecuente, pero sin operaciones de desgaste, sin coincidir con las derechas reaccionarias».  Es decir, las huelgas, las luchas en la calle, corren cuando menos el riesgo de ser parte de «las operaciones potenciales de la derecha contra el nuevo gobierno».

Son los propios pensionistas quienes le contestan: «Lunes tras lunes ocupamos las plazas de un centenar de pueblos en Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa, pero todavía no hemos alcanzado nuestros objetivos mínimos.

Quienes debían hacer algo, el gobierno, no lo ha hecho y no disponemos de garantías de que lo vaya a hacer con el nuevo gobierno; las promesas electorales se las puede llevar el viento y no queremos seguir esperando. Esperar nos empobrece; las personas pensionistas disponen cada vez de menos recursos. Nos hemos cansado de excusas y exigimos hechos. (Carta de Pensionistas de Euskal Herria a los pueblos del Estado)

Como se afirma desde el agrupamiento unitario surgido en Madrid en apoyo a la huelga:

«Creemos que esta convocatoria de Huelga General en Euskal Herria marca el camino a seguir, como en Francia o en Chile. Nuestra fuerza está en la movilización y en la lucha. Solo así se han conseguido conquistar derechos.

JUNTOS/AS LOS/AS PENSIONISTAS, LA CLASE OBRERA, LA JUVENTUD, LAS MUJERES.

(…) El acuerdo de programa del nuevo gobierno está lleno de declaraciones generales y de omisiones. Es importante apoyar esta Huelga General para que se deroguen las reformas laborales del 2010 y 2012, las reformas de las pensiones del 2011 y 2013, para que se establezca la pensión mínima de 1.080 €, para que se apruebe ya una ley que prohíba los desahucios, o para que se derogue la LOMCE y se reviertan los salvajes recortes sufridos por la educación y la sanidad públicas.

El Acuerdo establece que se respetará el equilibrio presupuestario y los compromisos con la UE, es decir la aplicación del artículo 135 de la Constitución garantizando el pago de la DEUDA a los banqueros y poderes financieros por encima de cualquier cosa. ¿Cómo se va garantizar entonces siquiera los puntos mínimos contenidos en el limitado programa de Gobierno?

¿Cómo se van a van a garantizar las pensiones dignas si eso queda sujeto a un nuevo Pacto de Toledo, con un historial de ataques brutales a las pensiones y que exige además la unanimidad de todas las fuerzas políticas?

Para nosotros/as la mejor forma de combatir a la ultraderecha es recuperando y conquistando derechos para toda la clase obrera, las/os pensionistas, la juventud, las mujeres, por eso hay que continuar en las calles y apoyar la Huelga General del País Vasco y Navarra»