El gobierno municipal del PSC anunció el mes de marzo el macro proyecto del Surfcity: una piscina de olas artificiales para la práctica de surf situada en Sabadell, en la zona deportiva de San Oleguer y al lado del río Ripoll.

La alcaldesa de Sabadell, Marta Farrés, ha asegurado que se trata de un “proyecto muy importante” para la ciudad en el marco de la reconversión y la dinamización del ámbito del Ripoll y ha justificado este proyecto bajo la premisa de que “el Ripoll por sí solo se nos degrada” y que “el terreno está catalogado de equipación y no es zona verde, por lo tanto, no hay impacto negativo”.

Corriente Roja formamos parte de la “Plataforma en Defensa del Riu Ripoll” que agrupa diferentes entidades vecinales, ecologistas y organizaciones políticas y que se ha formado a raíz del anuncio del Surfcity con el objetivo de parar este proyecto y defender la conservación del río Ripoll, patrimonio de la ciudad.

El proyecto del Surfcity no es otra cosa que la venta del río Ripoll a manos privadas y supone un paso más en su degradación y en la construcción de una ciudad hecha y pensada para los/las turistas, tal como señalaba Lluís Matas, responsable de Promoción de Ciudad y Turismo, “seremos la capital de los surfistas”.

Nuestra organización nos oponemos frontalmente a este proyecto por los siguientes motivos:

  • En primer lugar, el Surfcity supone la privatización de una parte del Parque Fluvial del río Ripoll, un espacio totalmente público cedido a la especulación y enriquecimiento privado a cambio de 41.700 euros anuales y un atentado contra la biodiversidad y el espacio verde del Ripoll.
  • En segundo lugar, el Gobierno municipal, bajo el argumento del abandono de los espacios públicos, pone en marcha el Surfcity, cuando en realidad, lo que se esconde detrás de este proyecto es la carencia de inversión de dinero público en la conservación de los espacios naturales.
  • En tercer lugar, este proyecto NO responde a las necesidades políticas, sociales, deportivas, culturales o naturales de la ciudad, solo potencia los negocios privados.
  • Sabadell no esta al margen de la crisis social y económica actual. El gobierno de Marta Farrés, en lugar de gobernar para los trabajadores/as y el pueblo pobre de la ciudad, pone en marcha un proyecto absurdo, vendiendo el patrimonio de la ciudad, que no llevará a otra cosa que problemas y precariedad laboral en la ciudad.

Corriente Roja hacemos un llamamiento a firmar la petición impulsada por la Plataforma en Defensa del Riu Ripoll y a organizarse y movilizarse contra el Surfcity.

A continuación, reproducimos el comunicado de la Plataforma en Defensa del Riu Ripoll:

La Plataforma en defensa del río Ripoll, constituida por asociaciones, entidades y particulares de Sabadell, apuesta para que, desde una visión global de toda la cuenca del río, el Parque fluvial del río Ripoll acontezca el gran parque de Sabadell: defendemos la potencialidad, la biodiversidad, el patrimonio que aloja y la diversidad de usos. Este parque tiene que ser un eje vertebrador de la ciudad de norte a sur, con actividades económicas limpias y sostenibles de huerta y ocio, un lugar que favorezca la cohesión social, el encuentro de vecin@s de varios barrios y la convivencia en un entorno natural de calidad.

La Plataforma denuncia el abandono que sufre el río por años de desinterés municipal: la situación de ruina de los molinos y otros elementos patrimoniales pretendidamente protegidos, los restos de industrias abandonadas, la existencia de huerta en precario, el chabolismo, los caminos sin mantenimiento, la mala calidad del agua, los taludes inestables, la basura…

Por eso reclamamos que los esfuerzos públicos se dediquen a resolver todos estos problemas, déficits y carencias, al fomento de la calidad ambiental y paisajística, a la mejora de los accesos a pie, la creación de zonas de estancia y de ocio, y a fomentar la práctica del deporte vinculado a la ciudad.

Recientemente el gobierno municipal ha anunciado un proyecto privado para la práctica del surf al lado de la “Bassa de Sant Oleguer”: 30.000m2 de propiedad municipal en concesión durante 40 años afectados por una piscina de olas de 5.500m2 con capacidad de 12.000m3 de agua, una piscina menor, restaurando, bar, gimnasio y un aparcamiento para unos 200 vehículos. Una maniobra faraónica y populista diseñada para el beneficio privado y para un determinado público.

Se trata de un proyecto antagónico al espacio naturalizado y de convivencia que acabamos de describir, que además no responde a ninguna necesidad ciudadana o social y, contrariamente, supone un interés privado y especulativo a expensas de sacrificar unos terrenos públicos en una zona inundable. El Ripoll no es el lugar para una infraestructura así, hay que restaurarlo, no abocar cemento.

La práctica de surf no es una demanda deportiva local, y una equipación de estas características es de una viabilidad económica dudosa; en caso de quiebra, las instalaciones abandonadas acontecerían un problema ambiental y de seguridad, y la ciudad tendría que asumir el coste del desmantelamiento.

Por otro lado, en una situación de sequía, emergencia climática y de crisis de los recursos naturales no son éticos ni sostenibles el enorme consumo de agua de esta actividad recreativa, el derroche energético y la apuesta por el vehículo privado. Somos del parecer que en la situación de crisis económica y social actual, la administración pública tiene que destinar sus esfuerzos y recursos a garantizar las necesidades básicas de las personas como la vivienda, los suministros básicos, la alimentación, el trabajo, la salud.

Por todo esto, la Plataforma en defensa del río Ripoll decimos No al parque temático SurfCity y manifestamos nuestro compromiso por un río Ripoll sostenible y de todos.

Lee el artículo original aquí